Saber convivir con la presión
No tengo la menor idea si el torneo tendrá campeón o no este fin de semana. La inestabilidad emocional de algunos equipos los convierte en un ente impredecible. No sólo hoy. El fenómeno ha sido particularmente evidente en los últimos años ¿Culpa del sistema de torneo? Puede ser un respuesta fiable, considerando que muchos se arman sólo para una temporada y no permiten cultivar, dentro de los planteles, el germen de la competitividad.
La sola idea de salir campeón motiva, pero también asusta. No hay ningún futbolista en el mundo que no quisiera levantar una copa y recordarla en su palmarés. Pero no todos están dispuestos a vivir y convivir con la responsabilidad que esto significa. La disparidad de planteles podría eventualmente explicar esta finta que algunos hacen. Pero la astucia y una buena planificación pueden efectivamente acostumbrar a un grupo de jugadores a ser competitivos y ambiciosos en sus objetivos.
Everton, Unión Española y Audax Italiano son un ejemplo de esto. La pregunta es ¿qué les falta? Fútbol no. O no menos que a Colo Colo o la U que son los otros involucrados. Sí les falta costumbre. La de competir por campeonar, la de vivir con una presión más, la que los obliga a sacar un extra en partidos decisivos.
No es casualidad que los últimos cuatro campeones hayan sido los equipos grandes (sin contar con la gran ventaja que tienen los albos hoy mismo).
"Para ser un gran campeón hay que ser el mejor. Si no lo eres, haz como si lo fueras" decía el inmortal Muhammad Alí. La gran diferencia que ha marcado hoy el puntero del torneo es esa. En los partidos que no ha jugado bien logró sacar adelante un resultado favorable. Ganó partidos sin jugar mejor que el rival.
Frente a la UC o Wanderers, por ejemplo, vivió momentos complejos, pero apoyado en nombres propios que ponen su oficio por delante para superar las limitaciones del momento.
Ya vendrá el minuto de analizar si esto es suficiente en una Libertadores (lo creo necesario, mas no suficiente), pero en lo inmediato alcanza y, a veces, hasta sobra.
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