Sebastián Sáez (35) intenta no decaer. Hace menos de 14 días, el delantero de Unión La Calera tuvo que pasar por pabellón tras sufrir la rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda.
Se le escucha bien, con ánimo. Sin quererlo, ni imaginarlo, se transformó en el primer futbolista en lesionarse en el retorno a las prácticas. Su grave dolencia, que lo dejará fuera de las canchas por los próximos ocho meses, se produjo en el primer día de entrenamiento del cuadro cementero en el complejo ubicado en Concón, el pasado 22 de junio.
“Estoy en mi casa, tengo mi propio centro de rehabilitación. Tengo todos los aparatos para seguir la recuperación para salir lo mínimo de mi casa. Tengo Magneto, Compex, entre otras cosas”, comienza diciendo Sacha a La Tercera.
¿Cómo va la recuperación?
Estoy bien, tranquilo. Llevo casi 11 o 12 días de la operación. Ahora me estoy rehabilitando, haciendo todos los ejercicios para desinflamar la rodilla para tratar de empezar a ganar muscular en el cuádriceps. Hago el tratamiento con el kinesiólogo del club. En algunos momentos voy a Meds. Es una parte larga, pero tengo toda la predisposición para hacerlo.
¿El kinesiólogo le hace los ejercicios de rehabilitación por zoom?
No, viene para mi casa. Viene con todos los recaudo: se pone tapabocas, guantes, todo. En ese sentido es muy cuidadoso. Viene todas las tardes a mi casa y hacemos casi dos horas por sesión. Después me deja los otros trabajos para el turno de la mañana siguiente que hago solo y así vamos rotando.
¿Le afecta sicológicamente ser el primer lesionado en el retorno a las prácticas?
No, ya está. Ya me lo tomé bien. Hice muy rápido el clic de no lamentarme porque de nada servía. Ni siquiera me detuve a pensar el por qué me pasó a mí, ni cómo fue, nada. Me pasó, me dieron los resultados de la resonancia y automáticamente me puse a investigar un poco de la lesión, hablar con kinesiólogos y médicos, para ver cómo iba a ser la planificación de la rehabilitación. Solo pienso que debo volver mejor que antes.
¿Qué pasó? ¿Cómo se lesionó?
Estábamos entrenando y pasó. Pisé mal y listo. Fue al principio del entrenamiento; pisé mal y se me fue la rodilla.
¿Se sintió exigido en algún ejercicio?
No, fue solo. Me lesione solo.
En Europa algunos ya culpan al zoom de estas graves lesiones. ¿Lo piensa usted?
No, no creo. Nosotros por zoom trabajamos muy bien. Todos los ejercicios que estuvimos haciendo, porque prácticamente no descansábamos en la semana, porque a lo sumo nos daban el domingo libre, fueron por zoom. Y muchas veces orientados a este tipo de cosas: fortalecer los movimientos, fortalecer el apoyo del pie, el salto, para el costado, en ese sentido se trabajó bien. No lo tomo como que el zoom puede ser el culpable. Fue una situación que no está planificada. Este tipo de lesiones es así. El trabajo por zoom fue bueno.
¿No sintió un cansancio mayor por ser el primer día de entrenamiento?
Obviamente que es diferente cuando uno entrena por zoom en un espacio reducido en el cual no estamos acostumbrados. Lo nuestro es en una cancha, con cambio de direcciones, de exigencias. Es totalmente diferente, pero va a depender de cómo sean las vueltas a los entrenamientos, que deben ser paulatinamente. Pasó mucho tiempo sin entrenar. Uno intenta entrenar por zoom, de forma particular en su casa, pero es muy diferente a lo que estábamos acostumbrados.
Viendo los lesionados de Europa en la operación retorno, ¿no volvió con temor a entrenar?
No, para nada. Estaba consciente que habíamos hecho las cosas muy bien en los entrenamientos respecto de lo que era del cuidado personal, de la alimentación. Creo que volví bien y la lesión son cosas que uno no planifica y se dan.
¿Físicamente estaba mejor que antes?
Sí, estaba mejor físicamente que antes. En el tiempo que no pudimos entrenar, el profe nos dio muchos ejercicios específicos para mejorar ciertas cosas que durante el torneo uno no puede detenerse a perfeccionar. En ese sentido mejoramos un montón de cosas. Yo estaba bien.
¿Es la lesión más grave de su carrera?
Sí, es la más grave. Nunca había pasado por el quirófano, pero me tocó esta vez. Son desafíos que uno toma y son parte del fútbol. Uno siempre está expuesto a esto.
¿Su caso es un llamado a los clubes para volver con cautela?
Es difícil decir eso. Este tipo de lesiones uno no la puede prever. Si bien nosotros hicimos fortalecimiento, hicimos muchos trabajos, pero este tipo de lesiones son fortuitas. Pisaste mal, se te fue la rodilla y no es más que eso. Hay que hacer trabajo preventivo, todo ese tipo de cosas, pero te insisto que yo no estaba mal. No me pasó por no hacer los trabajos que me dieron. Al contrario: hice todos los trabajos y me pasó igual.
¿Cómo se portó La Calera?
Bien. Me apoyaron, hablé con toda la del club y he tenido bastante apoyo. Estamos en constante comunicación con todos.
Registraba dos goles en siete partidos. No son malos números.
Si, por eso también tenía un poco de bronca y lo hablamos con los chicos. Veníamos en un buen momento, cada partido levantábamos un poco más el nivel, nos estábamos encontrando como grupo a nivel nacional e internacional, entonces el parate por ahí nos da un poco de bronca, pero es entendible por la situación mundial. Hoy me toca a mí estar de otro lado, apoyar a los compañeros desde afuera.
Tiene contrato hasta diciembre. ¿Le renovarán?
Estoy enfocado en la recuperación. No hablamos nada de ese tema todavía. Que pase el tiempo, que se reanude el fútbol. Es difícil hablar de renovación si no sabemos cómo será el próximo.
¿Le favorece este tiempo de inactividad del fútbol para recuperarse?
Sí, en mi caso esto es reciente y estoy me llevará hasta diciembre o enero para estar bien físicamente. Uno cree que el campeonato va a empezar y no sabe cuándo terminará. Pero lo que quiero es que empiece el torneo. No puedo ser egoísta y pensar en mi lesión para querer que no parta el fútbol. Lo más importante es que retorne la actividad por mis compañeros, por el fútbol, por toda la gente que vive de esto.
¿Fue complicado programar la operación considerando los protocolos exigidos por el Covid?
Sí, fue complicado. Tuve que esperar desde la lesión cerca de quince días por todos los protocolos que tuve que cumplir. Hubo que hacer estudios y todo. Después me tocó ir solo a la clínica con todos los resguardos. Fue diferente a lo que hubiese sido en una situación normal. Mucho resguardo por el Covid, pero está bien que sea así porque hay que cuidarse y respetar los protocolos para que esto se acabe de una vez por todas.
Se le escucha bien, pese a su grave lesión…
Es que mi familia ha sido el pilar fundamental de todo esto. Mi señora que está con mis dos hijos y conmigo, que prácticamente ahora soy un hijo más, se está poniendo el equipo al hombro. He recibido mucho apoyo de mi familia en Argentina, de mis amigos. Todo eso hace que uno tenga más ganas.