Mohamed Salah alarma al Liverpool. El delantero egipcio sufrió una molestia física durante el duelo ante el Chelsea, por la final de FA Cup que por penales ganaron los reds, y su presencia en el ataque para el compromiso frente al Real Madrid, en la final de la Champions League, está en duda, a falta aún de los exámenes médicos. Su situación preocupa en un equipo que, de todas formas, tuvo un sábado feliz, puesto que venció al Chelsea por 5-6 en la tanda de penales, luego de igualar sin goles al final del tiempo extra.
Durante el primer tiempo del compromiso, el egipcio empezó a sentir molestias que no le permitieron continuar. El delantero se fue al suelo, tocándose la ingle, minutos después de que Alisson, el arquero del cuadro que dirige Jurgen Klopp, también se tendiera sobre el césped.
El delantero no pudo aguantar la lesión en cancha y debió ser reemplazado. En su lugar, ingresó Diogo Jota, mientras Salah se retiraba de Wembley aplaudiendo a sus compañeros.
De esta forma, su presencia para la final de la Champions queda en duda, puesto que aún faltan pruebas para determinar si podrá o no decir presente en la definición del torneo de clubes más importante de Europa.
Otro que tuvo que retirarse de la cancha fue Virgil Van Dijk, quien salió antes de la prórroga que debieron disputar ambos equipos. Joel Matip tomó su lugar.
Aunque en el Liverpool están preocupados por la situación de ambos jugadores, son optimistas de que lleguen en óptimas condiciones para la definición del torneo europeo, ante los merengues. Así lo manifestó Klopp, luego de festejar la FA Cup, un nuevo título con su club.
“Creo que el caso de Salah es un poco peor que el de Virgil. Van Dijk sintió algo leve y creo que estará bien para París”, declaró el estratega alemán sobre el estado del delantero y el zaguero.
El mismo Salah, por su parte, no puso en duda su participación en la final que se disputará en Francia el próximo sábado 28 de mayo. Al ser consultado por su presencia en aquel duelo, el atacante manifestó un “por supuesto” con total seguridad. Sus ganas de estar, al menos, son absolutas.