Arturo Salah decidió que no. La ANFP se tomó un par de días en establecer su postura ante el Pacto de Lima (la comedia gracias a la cual Perú y Colombia garantizaron el 1-1 que dejaba vivos a ambos en el camino al Mundial, uno vía repechaje y otro con clasificación directa.y finalmente decidió que mejor se queda callado y acepta deportivamente su eliminación. "No iremos a la FIFA por lo de Perú-Colombia", declaró ayer el timonel del fútbol chileno a TVN, el medio en el que se acolchó para descolgar las explicaciones que le reclaman todos ante la evidente situación crítica de la selección que preside.
Así, el directorio deja el caso en manos de la FIFA, Será la entidad que preside Gianni Infantino y sus organismos disciplinarios los que resuelvan la controversia y, eventualmente, apliquen sanciones. Chile esta vez se lava las manos.
En Quilín, la posibilidad de presentar una denuncia relacionada con la infracción al reglamento, que sanciona "hasta con la exclusión de una competencia, el descenso a una categoría inferior, la sustracción de puntos y/o la devolución de premios a los infractores", según explica el reglamento, resultaba incómoda. Les hizo sudar el efecto adverso de imagen que podría producir un reclamo por una acción prohibida, pero que se reproduce sistemáticamente en el fútbol ante situaciones similares de empates que favorecen a los dos contendientes. Y además no registra castigos a nivel de selecciones ni de clubes. El mismo temor existe en Paraguay, donde también optarán por esperar que la FIFA actúe de oficio. Una postura cómoda, que evita herir susceptibilidades de cara a competencias futuras y abrir flancos para eventuales contraofensivas.
En Zúrich están en la fase de recolección de información. "La FIFA está revisando y analizando los informes de los árbitros y los comisarios de todos los partidos de sus competiciones. Se comunicará sobre asuntos puntuales de forma correspondiente y a su debido tiempo", contestan a La Tercera desde el organismo, respecto de cómo opera ante situaciones de este tipo y de los plazos que se toma para resolver. "Primero hay que evaluar los reportes respectivos antes de comunicar sobre un asunto en particular", amplían respecto de una eventual investigación que ni siquiera comienza formalmente.
La confesión del peruano Tapia respecto del contenido del polémico diálogo que sostuvo con Falcao durante el partido encendió la polémica. Y la posibilidad, remota por cierto, de obtener por la vía administrativa lo que no se pudo conseguir en el campo de juego. Ayer, por cierto, Tapia se desdijo. "Es una mentira absoluta", dijo, respecto de la conversación con astro del Monaco.
Sin embargo, desde la perspectiva jurídica advierten que es posible esperar, e incluso era factible pedir castigos contra los protagonistas de la incidencia. "La FIFA, a través de sus circulares como en el propio reglamento, establece que se debe tener una política de tolerancia cero con este tipo de prácticas", sostiene a La Tercera el abogado Jorge Carrasco, especialista en Derecho Deportivo, con experiencia en tramitación de causas ante la Comisión de Disciplina de la FIFA y el TAS. "Respecto del amaño de partidos, recientemente se ordenó repetir el partido entre Senegal y Sudáfrica, pero por un tema distinto al nuestro, ya que en ese caso el que influyó fue el árbitro, pero sí se utilizó el mismo reglamento para sancionar", añade antes de aclarar que "el plazo para denunciar estas conductas, según el reglamento, no prescribe y la investigación es llevada a cabo por un organismo jurisdiccional independiente designado por la FIFA".
En ligas locales tampoco existe jurisprudencia. En competencias como la española se han investigado irregularidades asociadas al arreglo de resultados, pero en función de normativas internas. Y sin castigos de por medio.