"No quedo preocupado por la ventaja de Católica. Siento que todo tiene posibilidad para mejorar. Me deja con mucho optimismo y confianza lo que hicimos el segundo tiempo. Esperamos acortar la distancia con Católica el próximo fin de semana. Esos seis puntos pueden ser tres, y estoy seguro de que va a ser así". Con estas palabras Mario Salas intentaba explicar el momento de Colo Colo después de la derrota ante Audax Italiano, la segunda consecutiva.
Sus dichos no cayeron bien en un sector de Blanco y Negro, donde advierten que hay preocupación por el momento del equipo. De hecho, después de la derrota ante Cobresal, en El Salvador, dos miembros de la concesionaria conversaron con Marcelo Espina para plantearle sus dudas sobre el trabajo y las decisiones del entrenador.
Las modificaciones en el equipo causan inquietud. En el directorio no entienden el cambio posicional de Leonardo Valencia, quien había sido uno de las figuras albas en los dos partidos anteriores. "No dudo de que es un buen técnico, pero no está funcionando", afirma un integrante de la mesa. También hay preocupación de parte del directorio por las numerosas lesiones que han afectado al plantel en las últimas semanas.
También fue comentario entre algunos dirigentes la charla que el Comandante les dio a sus dirigidos, cuando quedaban 10 minutos para el final del partido ante los itálicos. "¿Me están escuchando'", les terminó preguntando el DT a los jugadores, quienes no parecían muy concentrados en recibir las instrucciones. Esa imagen causó inquietud en un sector de la cúpula.
A pesar de estos dos tropiezos, ByN respalda públicamente al entrenador. "No esperábamos tener tres puntos a esta altura del campeonato. Nos afecta en todos los sentidos, pero no hemos tocado el tema de la continuidad de Mario. Evidentemente nos gustaría tener más puntos, pero eso no hace que cada vez que el resultado no sea el que queramos, tengamos que salir a replantearnos. El respaldo no se necesita, ellos están ahí y deben seguir trabajando", dijo Harold Mayne-Nicholls.
De todos modos, el partido ante Universidad Católica aparece como una prueba muy importante para el DT. Una derrota lo dejaría en una situación bastante incómoda, pues el equipo se rezagaría en la tabla de posiciones. Incluso, actualmente los albos tienen el mismo coeficiente de rendimiento que Universidad de Chile, club que lucha por no descender.
Hace un par de semanas, Aníbal Mosa señalaba con claridad cuáles son los objetivos para esta temporada: "Colo Colo tiene que ser campeón este año y tiene que pasar a octavos de final en la Libertadores". El presidente, eso sí, reconocía que el principal objetivo es el desempeño en el campo internacional. "Yo creo, y hemos coincidido tanto la gerencia deportiva como el directorio y la comisión de fútbol, en que nuestra deuda está en la Libertadores. Tenemos el deber de pelear todo, pero hay que poner nuestras energías y nuestras fichas ahí", anunció. Incluso, el capitán Esteban Paredes fue más allá y agregó: "La última vez llegamos a cuartos de final y ese debe ser el piso".
Salas se declara tranquilo. Y para el domingo ya podrá contar en plenitud con Nicolás Blandi y Pablo Mouche, quienes jugaron un tiempo ante Audax tras recuperarse de sus respectivos desgarros. Ambos asoman como estelares ante la UC.