Sale al cruce de Martín Palermo y de la prensa argentina: las razones de Daniel Morón para considerar como un clásico el choque entre Colo Colo y Boca Juniors

Colo Colo integrará el grupo F de la Copa Libertadores. Tendrá enfrente al Monagas, de Venezuela, y al Deportivo Pereira, de Colombia, aunque hay un rival que, inmediatamente, se toma la atención de los fanáticos albos: Boca Juniors. Irremediablemente, la memoria de los seguidores del Cacique retrocede hasta 1991, cuando el equipo de Mirko Jozic logró dejar en el camino al de Óscar Tabárez para inscribirse en la segunda final del torneo continental en su historia, la que, finalmente, le ganó a Olimpia. Ese duelo tuvo todos los ingredientes para ser considerado un partido de culto y, sobre todo, como el nacimiento de una rivalidad emblemática.

En Argentina celebran el sorteo. “Boca Juniors deberá sentirse aliviado”, postulan, coincidentemente los medios de comunicación transandinos. En Chile, en cambio, el enfoque se sitúa en la intensidad de la rivalidad entre ambas escuadras. En 2008, Martín Palermo, figura icónica del equipo azul y amarillo, descartó que se trate de un enfrentamiento demasiado trascendente para los bonaerenses. “Un clásico es un Boca- River; Colo Colo... no”, sentenció el Titán para aterrizar el nivel de expectativas.

Daniel Morón vive el encuentro con una motivación doble. Por un lado, la del recuerdo de haber sido protagonista de esa noche histórica en el Monumental, que en su caso incluyó un achique tan emblemático como decisivo ante Gabriel Batistuta, entre otras intervenciones de alto nivel. Por otro, la de la responsabilidad que tiene hoy como gerente deportivo de los albos: generar todas las condiciones para que el equipo de Gustavo Quinteros llegue lo más alto posible en la competencia continental.

El golero que popularizó el traje amarillo, que se mantiene hasta hoy como un mandato institucional que respeta la tradición, profundiza las consideraciones que entregó ayer con El Deportivo. “El partido entre Colo Colo y Boca despierta como clásico por lo que pasó en 1991, nada más y nada menos que en una semifinal de la Copa Libertadores. El que pasaba llegaba a jugar la final de América”, determina como hito.

“Eso ya lo convierte en algo especial”, insiste el exgolero. Morón añade más elementos para considerar en la discusión. “Está la cercanía entre Chile y Argentina o que se trata de los equipos más populares de cada país. Boca es el más popular en Argentina y Colo Colo, el más popular, por lejos, acá en Chile. Desde mi punto de vista, lo considero como un clásico”, sostiene.

Hay otra consideración que aporta Morón para realzar la importancia del cruce. “Cada vez que aparece un Boca-Colo Colo crea expectativas, diferentes a las que provoca, por ejemplo, Colo Colo-River, como el año pasado, que sí es un partido atractivo, pero no tiene ningún otro condimento. Este sí tiene condimentos que le puedes agregar. Está lo de la popularidad de uno y otro en Chile y Argentina, el antecedente de que Boca quedó al margen de una final enfrentándose a Colo Colo. Eso, desde mi punto de vista, lo convierte en un clásico”, insiste.