Malas noticias llegan desde Estados Unidos. Sammis Reyes no podrá estar en el segundo partido de Washington Football Team de este viernes debido a un golpe en la cabeza sufrido durante las prácticas deportivas.
El técnico del equipo, Ron Rivera, señaló que el chileno sufrió una contusión cerebral que lo obliga a quedar descartado del duelo contra los Cincinnati Bengals.
Esto se debe a los estrictos protocoles que existen en la NFL ante este tipo de lesiones que implica darle al jugador afectado un mínimo de descanso ante la dolencia y solo podrá hacer trabajo físico diferenciado.
Esto se da un día después de que el ala cerrada nacional pasara el primer corte de la selección de jugadores, quedando entre los 85 deportistas que deberán ser 80 el próximo martes. Tras ese corte, llegará el momento definitivo en el que el entrenador deba seleccionar a los 53 integrantes del plantel que disputarán la temporada regular de la NFL.
Si supera el penúltimo corte y muestra buenos resultados en los exámenes para controlar el golpe, Reyes podría ser citado para el último duelo amistoso de la pretemporada de WFT. El 28 de agosto tienen agendado el partido contra Baltimore Ravens.
El protocolo de conmoción cerebral de la NFL
El reglamento para tratar los golpes en la cabeza de la NFL implica que el jugador afectado debe cumplir con una serie de medidas antes de volver a las canchas. Este inicia con el descanso y la recuperación en la que el jugador solo puede realizar estiramientos.
La siguiente fase contempla ejercicios aeróbicos ligeros bajo la supervisión médica del equipo. Superado esto, ya puede seguir con trabajos cardiovasculares y se comienza a introducir trabajos de fuerza.
Si se sigue progresando, el entrenamiento puede ampliarse a las funciones propias del puesto del deportista. Claro que debe evitar las actividades de contacto.
Una vez que el médico del equipo establece la recuperación del jugador se debe solicitar una nueva evaluación de un experto en neurotrauma externo quien debe realizar una nueva evaluación y, si corresponde, dar el visto bueno para el regreso a los entrenamientos sin restricciones y a los partidos.