Samoa sufrió para batir a Rusia (34-9), aunque finalmente lo hizo con bonus, este martes en Kumagaya, en el norte de Tokio, en su debut en el Mundial de rugby Japón-2019, en otro partido con decisiones arbitrales controvertidas. En su segundo partido Samoa se enfrentará a Escocia para intentar dar un paso importante hacia los cuartos de final, en un grupo A en el que comparte cabeza con Irlanda y Japón, los tres con cinco puntos.
Como ha ocurrido en otros partidos desde el comienzo del Mundial, las decisiones del árbitro, el francés Romain Poite, marcaron el duelo: Dos placajes altos de Samoa en dos minutos (28 y 30) sobre la misma víctima, Vasily Artemyev. En la segunda parte una 'corbata' -placaje a la altura del cuello- rusa al tercera línea samoano Afa Amosa, gravemente lesionado en la rodilla derecha en una acción sinónimo de try (46). Para cada una de las acciones, la misma sanción, tarjeta amarilla. Rey Lee-Lo, Motu Matu'u -tocado tras su propio placaje y que no se sometió al protocolo de conmoción cerebral- y Kirill Gotovtsev salieron bien parados.
Al contrario que Amosa, cuyo Mundial acabó y podría incluso ser baja con su club, el francés Bordeaux-Bègles. Para Rusia el marcador fue de nuevo exagerado. Como ante Japón (derrota 30-10) en el partido de apertura, la cenicienta del grupo A jugó de tú a tú ante un rival superior, a pesar de solo contar con cuatro días de descanso desde el primer partido. Incluso ganaba 6-5 al descanso. Apático en la primera mitad, el equipo de Samoa despertó en la segunda con cinco tries. Se une a Irlanda y Japón al frente de la llave, antes de jugar contra Escocia, el 30 de septiembre en Kobe.