No sólo Chile tiene una final este jueves. También la tienen Argentina y Perú. En La Bombonera, la Albiceleste de Jorge Sampaoli busca una victoria que la deje cerca de la clasificación a Rusia.
Mientras el recinto de Boca Juniors fue trabajado (en la cancha, las tribunas y los arcos), en el predio de Ezeiza el casildense continúa ensayando sus fórmulas para obtener su primera victoria oficial como seleccionador de su país y sacarse la presión que implica estar en una incómoda situación en la tabla. Ayer, probó con un 3-3-3-1, aunque con Sampaoli nunca se sabe.
Una de las variantes tácticas que se está consolidando es la de la línea de tres en el fondo, tal como ocurrió en los duelos ante Uruguay y Venezuela. Primero, el trío fue Mercado-Fazio-Otamendi, y ante la Vinotinto la terna fue Mascherano-Fazio-Otamendi. En la mañana de ayer, ensayaron los mismos que jugaron en la visita a Montevideo, con el retorno del jugador del Sevilla tras cumplir con una fecha de suspensión.
Una de las sorpresas del entrenamiento fue la presencia de Emiliano Rigoni, cargado hacia la derecha en la línea detrás del centrodelantero, Mauro Icardi. El volante del Zenit es una de las opciones que maneja Sampaoli para ese puesto. La otra es la inclusión de Eduardo Salvio (Benfica). En ese 3-3-3-1, lo que también se muestra es a un Lionel Messi más libre, ubicándose detrás del nueve y no, en el papel, arrancando desde una punta hacia el centro. En ese sentido, uno de los perjudicados es Paulo Dybala, quien no ha entrenado como estelar. Todo esto para buscar los anhelados goles, considerando que Argentina tiene la segunda peor ofensiva de las clasificatorias (16).
En la trinchera opuesta, Ricardo Gareca lleva cerca de una semana preparando la visita a Buenos Aires, pero el problema para el Tigre es que tiene cuatro bajas: Paolo Hurtado, Christian Cueva, André Carrillo y Christian Ramos.
También le juega en contra la historia, una que muestra que el combinado del Rimac nunca ha ganado en sus ocho visitas a Argentina por Eliminatorias (con el actual formato de competición ha perdido cinco veces). Además, Gareca nunca ganó visitando La Bombonera, como jugador (tres empates y tres derrotas) y como técnico (seis igualdades y cinco caídas). No obstante a las estadísticas, el pueblo peruano es optimista. Tanto así que en tres horas se agotaron las entradas para el cotejo del próximo martes 10 con Colombia, en Lima.