La Selección Nacional ya dejó atrás el partido ante Argentina y se alista, ahora, para medirse a su símil de Honduras. El cuadro que adiestra Reinaldo Rueda se instalará este viernes en San Pedro Sula, la segunda ciudad hondureña más importante (considerada la capital industrial del país), con el foco puesto en lo deportivo, pero sin dejar de pensar en otros aspectos.
Es que la ciudad donde aterrizará la Roja es considerada una de las más peligrosas del mundo. De hecho, según los datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH), en 2014, se registró una tasa de 142 homicidios por cada 100 mil habitantes, una cifra que mantuvo durante varios años y que, entre 2011 y 2014, la impulsó al tope de las ciudades menos seguras del orbe.
Y aunque las cifras han bajado durante el último lustro, en 2018 hubo 5.154 asesinatos, 59 por cada 100 mil personas, una reducción considerable en un corto plazo, pero que mantiene a la ciudad como la 26° más peligrosa de todo el planeta.
"¿Se percibe un cambio real", se preguntó la BBC, en un reportaje publicado hace un año. "Bastan pocas horas para entender que, aunque se identifican signos de mejoras, la ciudad dista mucho de ser considerada un lugar seguro para sus habitantes", responde la misma publicación.
Y aunque los índices de violencia mantienen a toda la comunidad en alerta y el problema históricamente sin resolver de las disputas entre pandillas persiste (la Mara Salvatrucha y la Mara 18, originarias de El Salvador, tienen fuerte presencia en San Pedro), las autoridades no esconden sus buenas expectativas de cara al futuro.
"De a poco la ciudad empuja hacia la modernidad, se va transformando. La esperanza es contar con más opciones de desarrollo. Queremos que la gente se sienta orgullosa de su ciudad", expresó el alcalde Armando Calidonio, hace dos meses, en la celebración de los 483 años de la ciudad. Con lo bueno y con lo malo, San Pedro Sula y sus casi 800 mil habitantes, generan el 62% del PIB hondureño y son responsables del 68% de las exportaciones del país.
En la delegación de la Roja, mientras, dicen que no tienen considerado un operativo especial de seguridad y dejan todo en manos de la organización del encuentro. La planificación, eso sí, se hizo de manera estratégica. El hotel de concentración será el Real Intercontinental, ubicado en el barrio Colonia Villa Eugenia, apenas a dos kilómetros del estadio Francisco Morazán, donde Rueda comandará las prácticas; y a siete kilómetros del estadio Olímpico Metropolitano, donde se jugará el encuentro (martes, 22.30 de Chile), donde podrán acceder por una expedita ruta que no tardará más de 15 minutos.
La escuadra chilena arribará durante esta tarde a la ciudad y permanecerá hasta el miércoles, cuando emprenda el viaje de regreso a Santiago.