Calles cerradas desde temprano y un ambiente de fiesta que no se veía hace mucho tiempo en el Estadio Nacional marcaron una jornada inolvidable para el deporte chileno. Por primera vez, el país recibe unos Juegos Panamericanos, después de dos renuncias en 1975 y 1987.
Con un aforo de 38 mil personas y un alcance de más de 200 millones de telespectadores en el mundo, la multitud comenzó a llegar desde temprano al recinto ñuñoíno, que volvió a abrir sus puertas tras dos años de trabajos en su perímetro y que solo fue cedido para contados espectáculos deportivos y futbolísticos, como el concierto de Daddy Yankee o el Clásico Universitario. Eso sí, hubo algunas complicaciones en los accesos que retrasaron el ingreso.
El coliseo sufrió cambios, aunque conservó su estructura. Algunas obras para modernizar el sector de prensa y los palcos, además de la instalación de un moderno sistema de iluminación y una renovación del tablero marcador (que durante el megavento serán dos) fueron las modificaciones más notorias.
La mirada del público se centró principalmente en los sustanciales cambios en el Parque Deportivo Estadio Nacional. Muchas personas se vieron impresionadas por la gran cantidad de nuevos recintos alrededor, como el Centro de Deportes de Contacto, el Centro de Raquetas o la impactante renovación del Centro Acuático, entre otros edificios.
Una hora antes del inicio, salió la primera ovación de la tarde cuando se presentó el escuadrón de Halcones de la FACH, con cinco aviones que realizaron llamativas maniobras para el deleite del público.
El espectáculo estuvo a cargo de las productoras Lotus y Balich, mientras que el director artístico fue el catalán Hansel Cereza, que desarrolló un concepto donde el eje fue el orgullo de ser chileno, en una muestra llena de simbolismos y donde participaron más de cinco mil personas. En tanto, Los Tres, Los Bunkers, Los Jaivas y el colombiano Sebastián Yatra fueron las estrellas convocadas para la ocasión, quienes se sumaron a la destacada Ana Tijoux y Movimiento Original, intérpretes de “A la cima”, la canción oficial de Santiago 2023 en el momento del desfile de la delegación chilena.
La estructura contempló un solo de batería de Juanita Parra para dar la cuenta regresiva y actos culturales como El Origen, Mirada al Continente (con las voces de Pablo Neruda y Gabriela Mistral), para luego dar paso al desfile de casi 4 mil atletas, que llegaron en metro, y a la entrada del emblema patrio, con Kristel Köbrich y Esteban Grimalt como los abanderados nacionales, quienes fueron reconocidos ampliamente por los presentes.
En las tribunas, con nombres de glorias del deporte chileno para denominar las ubicaciones, hubo autoridades de talla mundial como Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) y la leyenda del boxeo Roberto “Mano de Piedra” Durán, entre otras grandes figuras.
También estuvieron presentes en el remozado Estadio Nacional la ex Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y el ex Presidente Sebastián Piñera; el director ejecutivo de la Corporación Santiago 2023, Harold Mayne-Nicholls; la ministra del Interior Carolina Tohá y Camila Vallejo, ministra secretaria general de Gobierno, entre otras autoridades.
Ovaciones
Luego de la entrada de las banderas el ministro del Deporte Jaime Pizarro y el presidente de Panam Sports Neven Ilic dieron sus respectivos discursos, cerrando el Presidente de la República Gabriel Boric, quien fue aplaudido por el público que llegó hasta el coliseo de Ñuñoa, cuando fue presentado por altoparlantes. “Desde aquí, hoy día 20 de octubre, declaro con mucho orgullo y alegría solemnemente inaugurados la XIX versión de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos”, expresó el mandatario.
“Llevamos en el alma el fuego del esfuerzo, la superación, la solidaridad y la unidad. Nos levantamos y caemos. Ese es el espíritu de Chile”, expresó Pizarro, quien agregó que “no hay mejor escuela de disciplina que el deporte”.
“Quiero agradecerle, Presidente (Boric), por el gran trabajo y el gran apoyo que siempre nos han dado y también a los ex Presidentes Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. No se imaginan el orgullo que siento de ser chileno e inaugurar los Juegos Panamericanos en mi patria”, agregó Ilic.
El paso de la bandera del COI y de Panam Sports fue otro punto importante de la ceremonia, pero sin duda el juramento de los deportistas se convirtió en uno de los momentos simbólicos.
Luego del acto llamado Del Pacífico a los Andes, aparecieron Los Jaivas entonando su clásico Todos Juntos, para luego dar paso a la antorcha, que apareció desde la simbólica escotilla 8, donde a través de un corredor 18 llamas portadas por campeones panamericanos y olímpicos, entre ellos Fernando González y Nicolás Massú, quienes junto a la legendaria atleta y voluntaria Lucy López encendieron el pebetero, para llegar al acto cúlmine de una fiesta que será inolvidable para Chile.
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