Uno de los mayores dolores de cabeza que ha enfrentado la organización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023 es sin duda el Centro Acuático del Estadio Nacional. El recinto ha enfrentado un considerable retraso en el inicio de las obras, ya que en un principio se vislumbraba su ejecución para junio, luego para fines de septiembre o principios de octubre, pero nada de eso ocurrió. Sin embargo, la espera está muy próxima a terminar, pues la Contraloría General de la República tomó razón del proyecto y ya está en condiciones de comenzar sus trabajos, los que empezarán durante diciembre y se prolongarán hasta el 31 de agosto del próximo año.
“Es una buena noticia que la Contraloría General de la República haya tomado razón del proyecto del Centro Acuático, porque con ello damos por concluido el proceso administrativo de un conjunto de obras que venían con rezago desde que asumimos en marzo de 2022″, parte señalando Alexandra Benado, ministra del Deporte.
En este sentido, la secretaria de Estado se detiene en las complejidades que significó sacar adelante algunos proyectos. “Podemos decir, con certeza, que en ocho meses logramos resolver nudos críticos importantes en obras como el Centro de Raquetas, en el Mario Recordón y el Centro de Deportes Colectivos. El caso del Centro Acuático era particular, pues no contaba ni con diseño, ni con RS, ni con un proceso de licitación”, apunta.
En los deportes acuáticos existía preocupación por cómo se llevarán a cabo estas obras, debido a que hay un déficit estructural importante en las piscinas. “La piscina interior no cumple con los requisitos técnicos, porque su profundidad no es pareja y la norma indica que tiene que ser de tres metros homegénea, mientras que el foso de los clavados debe ser cinco metros más largo. Además, el aforo no es el oficial”, lamentaba hace unos meses Claudia Molkembuhr, presidenta de la Federación Chilena de Deportes Acuáticos (Fechida).
Sin ir más lejos, en las últimas semanas se llevaron a cabo algunas competencias en el cuestionado reducto, las que se realizaron en condiciones muy lejanas a lo que se espera de una infraestructura para el alto rendimiento. Por eso, en el organismo federado siguen con mucha atención la forma en que se ejecutarán las obras para la cita.
El nuevo proyecto contempló una inversión de 32 mil millones de pesos, pero finalmente superará los 50,5 mil millones, y considera el diseño de un volumen que cubrirá la piscina exterior. En se aspecto, se remodelará el centro acuático existente, y se implementarán nuevos camarines, oficinas, primeros auxilios, bodegas, zona de prensa, sala de uso múltiple y graderías. Entre ambas estructuras habrá un patio interior de área verde exclusivo para los deportistas.
La empresa que se adjudicó las obras fue la Constructora Moller y Pérez Cotapos, cuya oferta fue la única declarada admisible. Y como el presupuesto superó lo contemplado inicialmente, se solicitó un informe de reevaluación al Ministerio de Desarrollo Social y Familia, el que en 41 páginas justificó el aumento, argumentando que “el mayor costo del proyecto en relación al originalmente estimado se justifica técnica y económicamente en el considerable alza de los costos asociados a la actividad de construcción inmobiliaria en el último tiempo y las dificultades para el desarrollo de los trabajos, considerando igualmente que deben desarrollarse en un periodo acotado de tiempo, a fin de dar cumplimiento a las obligaciones del Estado de Chile en relación a las condiciones de uso de los recintos para los Juegos Panamericanos Santiago 2023″.
En cuanto a las dimensiones, estas serán de 19.124 metros cuadrados, con un aforo total de 2.400 espectadores, quienes podrán presenciar las competencias de natación, natación artística y clavados. Asimismo, este centro contará con un conjunto de tecnología que permitirán temperar la piscina y mantener con humedad al recinto.