Santiago Videla, el héroe de los Cóndores: “Ahora tenemos que jugar en regiones para masificar este deporte”
El autor del penal que le dio la clasificación a Chile al Mundial de Rugby sigue emocionado. Pese a que ha pasado más de un día de la histórica jornada en Denver, asimilar el logro no es sencillo. "Nos hemos visto todos los días por cuatro años y este es el resultado", asegura en conversación con El Deportivo.
La vida de Santiago Videla tuvo uno de esos momentos que dejan a los deportistas en la historia. Las grandes figuras quedan en la memoria colectiva por algún hito; un gol, alguna medalla. En este caso, en el inconsciente se guarda el penal de la clasificación. No solo por el lanzamiento en si, sino por su contexto. En un momento determinado, los Cóndores caían 19-0. Además, al instante de patear y consumar la remontada, restaba muy poco encuentro.
Setenta y cuatro minutos de partido. Mirada hacia arriba, en dirección a la portería. Inhala y exhala dos veces. Primero da dos pasos cortos, luego toma velocidad, otro paso, y patea. El balón se eleva y baja violentamente. Banderas arriba y es adentro. A falta de seis minutos, Chile, por primera vez en el partido, se colocaba encima en el marcador y conseguía la ventaja necesaria en el global. 31-29, el resultado preciso. Lo que parecía imposible en el primer tiempo, se iba consumando en la agonía.
El reloj avanza. Ahora más lentamente que antes. Y sobre el final, se vino la noche. Se venía, en realidad. El juez francés Luke Pearce sancionó una falta de Carrasco, que entregaba una gran oportunidad a los locales de tomar ventaja. Sin embargo, luego de revisar la jugada, anuló su determinación inicial.
Llanto más festejos. En conclusión, alegría. Eso se vivía en el campo del Infinity Park Stadium, en Denver. El autor de la gran conquista, Santiago Videla, reflexionaba, emocionado, lo sucedido hace instantes. “Veníamos cultivando este carácter hace tres años y demostramos de que estamos hechos los chilenos”, le dijo a los micrófonos de la transmisión televisiva.
Corre el reloj y la euforia se transforma en intentar asimilar lo conseguido. Nunca antes en la historia, Chile se había clasificado a un Mundial de Rugby. Francia 2023 será la primera cita planetaria para los Cóndores.
Transcurrido un día, Santiago Videla, el héroe de la jornada en Norteamérica, atiende a El Deportivo. Se nota emocionado aún. Pese a que han pasado más de 24 horas desde el logro, cuando rememora el partido, los momentos siguen siendo difíciles de digerir.
Se vivió un día histórico, pero ahora, un poco más en frío, ¿Cuál es el próximo objetivo de los Cóndores?
Hasta momento no hemos hablado de objetivos grupales. Estamos disfrutando el logro, lo que pasó este sábado. Seguimos emocionados. Lo que sucedió fue increíble. Sin embargo, creo que en noviembre ya tendremos partidos.
Se les vio muy eufóricos una vez finalizado el duelo, más en la intimidad, ¿Cómo fue el festejo? ¿Qué se dijeron en el camarín al darse cuenta de lo que hicieron?
Se combinaron emociones. En el camarín y de vuelta al hotel se notaba eso en el ambiente. Nos abrazamos mucho. Es difícil describirlo con palabras.
¿Pensaron en algún momento que el duelo estaba perdido? Partieron 19-0 abajo y se veía complejo el panorama...
Estar abajo, y por esa cantidad de puntos, en cualquier partido es complicado. Más en estas instancias decisivas. Pero sabíamos que si nos íbamos con un resultado ajustado al descanso, en el segundo tiempo podíamos apretar un poco más el acelerador. Era cosa de mantener la calma y no bajar los brazos en los 80 minutos.
En lo contingente, ¿Cree que necesitan un estadio para jugar en Santiago?
No creo que sea necesario tener un estadio únicamente de rugby. Pienso que ahora los Cóndores tenemos que jugar partidos en las regiones, a lo largo de todo Chile, para masificar este deporte. Todo el país debe estar al tanto de esta disciplina.
Cuando cayeron en Santa Laura nunca se les vio abatidos, siempre mostraron confianza en que lo remontarían, ¿Su mentalidad ganadora fue parte del trabajo?
Estos partidos decisivos, con llaves de ida y vuelta, siempre son muy cerrados. El año pasado tuvimos una experiencia parecida con Canadá. Viviéndolo allí entendimos de que se trataba. En el partido de ida perdimos solo por un punto y en esta serie pasó exactamente lo mismo, con el marcador repetido. Sabíamos que caer por tan poco en Santa Laura era lo mismo que ganar por uno o empatar. La serie se definía sí o sí en Estados Unidos.
Ha sido un proceso de años, ¿Cómo describiría la evolución del equipo?
Son casi cuatro años con la misma base de jugadores. En este tiempo, mirando hacia atrás, uno se da cuenta que todas las experiencias, los momentos, las derrotas y los triunfos fueron aprendizajes para llegar a lo que vivimos el sábado. Desde el primer día teníamos este objetivo en la mente. Al principio se veía muy lejano, pero, con el pasar del tiempo, armamos un grupo hermanado. Nos hemos visto todos los días por cuatro años y este es el resultado. Estamos en el Mundial.
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