Este Jueves la Audiencia Provincial de Barcelona decidió condenar a Dani Alves a cuatro años y seis meses de prisión después de haber violado a una mujer a finales de 2022 en una discoteca.

Además de la pena de privación de libertad, la Audiencia condenó a Alves a cinco años de libertad vigilada tras su salida de la cárcel. También deberá indemnizar a la víctima con 150.000 euros por el daño moral y las lesiones sufridas. Por otro lado, se le aplicará una multa total de 9.000 euros por el delito de lesiones leves. A su vez se le impide comunicarse con la denunciante por cualquier medio y acercarse a ella a menos de mil metros, según ha señalado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

En la sentencia entregada se señala que el tribunal considera probado que “el acusado cogió bruscamente a la denunciante, la tiró al suelo y evitando que pudiera moverse la penetró vaginalmente, pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir” del baño privado de la discoteca donde ocurrieron los hechos. Con ello se entiende que “se cumple el tipo de ausencia de consentimiento, con uso de la violencia, y con acceso carnal”.

Esta decisión ha causado una serie de reacciones. Una de estas es la que entregó la ex ministra de Igualdad Irene Montero. A través de X (ex Twitter), señaló que “La sentencia contra Dani Alves establece con claridad que cometió una agresión sexual porque la víctima no consintió. Es el resultado de la lucha feminista por el derecho a la libertad sexual y por poner el consentimiento en el centro. Se acabó la impunidad. Solo sí es sí”.

En otro mensaje complementó que “con el modelo penal anterior un acto sexual sin consentimiento no era penado como agresión sexual (había que demostrar violencia). Y la mayoría de agresores quedaban en la impunidad en los procesos judiciales o en el juicio social que cuestionaba antes a la víctima que al agresor. Hasta ahora muchos agresores se sentían impunes por su poder, su posición social, o unas normas culturales que no daban credibilidad a la víctima. España está cambiando y aunque quede mucho por hacer, se acabó el silencio de las mujeres y la impunidad de los agresores”, remarcó.

En la misma línea, Ione Belarra, secretaria general y diputada de Podemos, señaló que “simplemente, hace solo unos años este caso hubiera caído en la total impunidad”, porque “todo el mundo sabe que un agresor sexual rico y famoso se habría ido completamente de rositas”.

Además, añade que “todo lo que ha pasado con este caso es un triunfo del feminismo y de las políticas feministas, como la ley del ‘solo sí es sí’, y gracias a ese trabajo y gracias al impulso de la sociedad española hoy tenemos una sentencia y además se dice claramente que por lo que se juzga y condena es por un acto sexual sin consentimiento”.

A su vez, la consejera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat de Catalunya, Tània Verge, dijo que con esta sentencia “se acabó la impunidad de las violencias sexuales, por muy ricos o poderosos que sean los agresores”. “Porque funcionaron los protocolos. Porque se ha puesto en el centro el consentimiento. Porque, a pesar de que se intente desacreditar a las mujeres, la sociedad ha dicho suficiente y exige justicia”, escribió.

Sigue en El Deportivo