Se apellidan Abraham

Los cuatrillizos del remo se llevan siete medallas de los Panamericanos de Lima. Antonia y Melita ganaron puro oro.



La noche del 7 de julio de 1997, en un paritorio del Sanatorio Alemán de Concepción, se forjó la mejor aventura de oro jamás contada. En aquella camilla, Melita Schussler alumbró sucesivamente a Melita, Ignacio, Alfredo y Antonia, los cuatrillizos Abraham, que hoy, 22 años después, comandan el histórico medallero chileno en Lima.

Esa fue la primera batalla que los Abraham Schüsler ganaron. Sus padres, convencidos de querer vivir la aventura de la paternidad, recurrieron a distintos métodos para poder embarazarse, hasta que finalmente esa ilusión llegó multiplicada.

Fue a Ignacio a quien le presentaron por primera vez los remos. Cuando tenía 10 años, un compañero del colegio lo invitó al humilde club Miramar de San Pedro de la Paz, que recién se estaba formando. Se encantó tanto que inevitablemente arrastró a todo el clan a participar en ese juego.

Y ahora parece mentira todo lo que han conseguido. Los padres pasaron de mirar con algo de reticencias la salida del hogar de sus cuatrillizos a liderar la barra chilena en casi todas las competencias en que ellos reman. Así fue toda esta semana en Albufera, la remota localidad donde se desarrollaron las competencias del remo.

Maravillados por lo que consiguen, porque ya son una realidad, ayer no podían dar crédito a las medallas que se colgaron y con las que se transformaron en los primeros hermanos en entregar cuatro preseas -tres de oro y una plata- al medallero del Team Chile en una misma edición de Juegos Panamericanos. A la casa se llevan más. Son cuatro pruebas, pero seis medallas: dos oros para cada chica, oro y plata para Ignacio, y plata para Alfredo.

"Mis papás están súper orgullosos y contentos de lo que han formado. Cuando nos fuimos de la casa, mi papá se quería morir, pero lo aceptaron y nos apoyaron", dice Alfredo. "Aún no dimensionamos lo que conseguimos, pero nos pone súper contentos igual", asegura Ignacio, aún sin reparar en que son los hermanos con más medallas en unos Juegos.

Curauma pasó a ser su hogar. Allí los Abraham encontraron su nueva familia, la de las palas. "Este no es solo un logro mío o de mi familia, es algo que todos han construido. Somos personas con ganas. Lo que ha dado resultados son el apoyo y la planificación".

Los cuatrillizos más ganadores e icónicos del remo mundial mandaron en Lima. Y en Tokio 2020 confían en continuarlo.

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