El retorno de Javier Altamirano a las canchas tiene que esperar. Hace casi dos semanas recibió el alta absoluta y estaba cerca de regresar a jugar el fútbol. Atrás parecía quedar el trágico incidente que marcó su vida cinco meses atrás. Sin embargo, volvió a encender las alarmas tras retirarse antes de una práctica.
El volante chileno no pudo completar uno de los entrenamientos de Estudiantes de La Plata tras sufrir una molestia física. En esta oportunidad, nada tuvo que ver la trombosis del seno longitudinal superior del cerebro que sufrió. El pasado 17 de marzo, en pleno encuentro con Boca Juniors, se desplomó, alertando a todos, en una situación que incluso hizo temer por su vida.
Hoy, la realidad es otra. Su regreso a la disciplina parecía estar cerca, pero nuevamente sufrió un contratiempo. Su impotencia, lógicamente, se notó. El formado en Huachipato fue convocado en la derrota ante Atlético Tucumán, pero no pudo hacer su reestreno. De todas formas, todo indicaba que este se realizaría más temprano que tarde.
No obstante, sufrió una molestia en uno de sus isquiotibiales y no pudo terminar el entrenamiento del Pincha. Abandonó la cancha del recinto ubicado en City Bell con los ojos llorosos y acompañado por el cuerpo médico. Ahora, deberá someterse a estudios para determinar la magnitud de su lesión.
Tarde o temprano
Altamirano sufrió una sobrecarga en su isquiotibial debido a la exigencia recibida en los entrenamientos de Estudiantes. Pese a lo que produjo su infortunio, en el Pincha se lo toman con calma, pues no tiene relación con la trombosis que padeció.
Incluso consideran normal lo sucedido. Hasta esperable, de hecho. Es algo normal para un deportista que viene de una extensa ausencia. Además, se suma el factor emocional, el roce competitivo y el estrés por volver a rendir.
No quieren apurar su retorno ni saltarse etapas. Esta última está tardando un poco más de lo esperado, para la mala fortuna del volante. El técnico Eduardo Domínguez lo probó como titular en sus entrenamientos, pensando en el duelo de este lunes ante Boca Juniors. Justamente en ese contexto fue que se dio su lesión, por lo que es un indicio de que su regreso podría darse dentro de los próximos partidos.
Su regreso es significativo para Estudiantes de La Plata, donde ya le tienen un cariño especial. El chileno, que se había consolidado como un titular indiscutido, sumó su segundo título en Argentina en mayo pasado. Ahí, los capitanes José Sosa y Santiago Ascacibar lo llamaron para elevar el trofeo de la Copa de la Liga. Fue un momento emotivo. “Me pone muy feliz estar acá. Me siento parte. Somos un grupo humano muy bueno y eso habla bien de Estudiantes. Doy gracias por haber llegado a este club”, señaló Altamirano en ese momento.
El volante siempre valoró la reacción que tuvo el club con su situación: “Yo soy una persona que tiene un perfil bajo. Me llamó mucho la atención el cariño de los hinchas hacia mí, mi pareja y mi familia. El apoyo de esos fue un golpe anímico positivo que me da una motivación extra de cara a lo que viene”, había señalado poco antes de la final.