Dentro de las pegas más complejas para Rueda se encuentra la de volver a establecer límites de comportamiento y de sana convivencia a los cracks. De manera imperceptible en los éxitos, las personalidades van perdiendo proporción respecto de los comportamientos que atentan contra el funcionamiento del colectivo y este modo de actuar negativo se establece como doctrina. Los intereses individuales se superponen a las necesidades del grupo. Restituir límites y podar egos son ladrillos fundamentales para reinventarse en el éxito, asumiendo que hasta Pizzi solo se administró la riqueza de lo que se tenía.
La nueva metodología de Rueda apunta a refundar el proyecto exitoso por nuevos bríos y anhelos de grandeza, seduciendo a sus jugadores con el sano ejercicio de construir un nuevo camarín. La palanca ha sido denominada recambio generacional, siempre difícil y traicionero, porque propone jubilar los recuerdos y dar vida a las ilusiones.
Pasaron Rumania y Serbia, los amistosos nos dejaron dudas y certezas. Dudas en cuanto a la escasez de contundencia en ataque respecto a la participación individual de los delanteros y en el cómo se construyó el juego para llegar a posiciones de definición. En este aspecto, la Roja careció de profundidad, abusó de la elaboración horizontal y fue deficitario en la verticalidad de mitad de cancha hacia arriba.
Las certezas invitan a la ilusión. Arias, Maripán, Reyes y Díaz reclamaron con su rendimiento citaciones futuras. Participaron del juego de manera eficiente y con pachorra. Arias aparece con Herrera lesionado y aún sin luces de solución el tema Bravo: tuvo una participación sobria, movimientos con mucha resolución y entregó seguridad a su bloque posterior. Maripán ha ido aprendiendo a sacarle partido a su estatura en ambas áreas. Díaz suma, reivindica al defensor áspero y riguroso en la marca, atento en las coberturas y guapo en las pelotas divididas, dénmelo en cualquier equipo.
Me gustó la dupla Medel-Reyes ante Rumania. Con oficio en el quite, rompen líneas desde el fondo y su vigor termina entusiasmando a sus compañeros, llegando incluso a zonas de definición con mucha explosión. El doble contención aparece en el horizonte de la Roja. Ante Serbia, Chile se reagrupó ordenadamente detrás de la pelota y recuperó mediante el achique de espacios. No tuvo dificultades en esa faceta, pero le faltaron ideas para administrar la redonda al atacar.
Caso aparte es el de Castillo, a quien le falta aún el partido consagratorio a nivel de selección. La radiografía técnica nos entrega a un nueve de buena utilización de sus superficies de contacto, que utiliza el cuerpo para proteger la pelota, de remate potente y buen juego aéreo. Posee buena lectura de movimientos, agrega asistencias, entiende el juego asociado y facilita espacios para los que vienen desde atrás. Pero le falta ese detalle que transforma a los jugadores en confiables para el entrenador. El acompañante de Sánchez en ataque tendrá que seguir buscándose.