Gustavo Quinteros no la estaba pasando nada de bien dirigiendo a Vélez Sarsfield. Desde que dejó su puesto como DT de Colo Colo, no había encontrado el buen funcionamiento con el cuadro transandino y venía de una estrepitosa goleada 0-5 ante River Plate.
Sin embargo, después del mal inicio de torneo, pudo obtener su primera victoria oficial con el Fortín. Un 3-1 que se decidió con un penal al 95´ y un contrataque al 98´ le permitió al Quinteros librarse un poco de las duras críticas que recibió en la semana, y así sumar los primeros tres puntos en la Primera División.
Oxígeno en la banca
La descarnada arremetida de la prensa transandina en contra de Gustavo Quinteros había sido un tema de conversación importante al otro lado de la cordillera. En su llegada, lo mostrado en su paso por Colo Colo ilusionaba con enmendar el nivel futbolístico de un Vélez que peleó el descenso la campaña pasada.
En los amistosos de pretemporada obtuvo dos victorias ante River Plate y Cerro de Uruguay y una derrota contra Belgrano. No obstante, una vez iniciado el torneo oficial, los del José Amalfitani no conocieron de triunfos y mostraron una pésima cara: 1-1 con Barracas Central, caída 1-0 contra Independiente y el mencionado 0-5 que les propinó River en el Monumental.
De este modo, los medios argentinos no tuvieron piedad y lo destrozaron por la pobre exhibición y por su nula autocrítica. Luego de ser aplastado por los millonarios, el adiestrador apuntó a sus jugadores. “Hay mucho trabajo por hacer, creo que debemos cambiar de actitud. Es un grupo que ante la primera adversidad se cae mucho anímicamente, le cuesta revertir situaciones adversas”, comentó.
Además, según reportes de periodistas del país vecino, Quinteros ya no tenía el respaldo de sus jugadores ni tampoco de los dirigentes, por lo que el duelo ante los platenses definía su estadía en Liniers.
La apertura de la cuenta llegó mediante el tanto de Valentín Gómez a los 41´, pero la alegría duró poco porque a tan sólo ocho minutos de comenzado el segundo tiempo, el Lobo puso el empate con la anotación de Yonathan Cabral. El tiempo pasaba y la igualdad no se quebraba, ahondando el nerviosismo de la parcialidad, pero por sobre todo del cuestionado Quinteros que veía como su puesto de trabajo pendía de un hilo.
Para su alivio, el triunfo llegó en el epílogo. Cuando todos pedían por su cabeza, un penal de Claudio Aquino en el 95´ y una patriada de Francisco Pizzini a los 98´ le entregaron un tanque de oxígeno para que sumara sus primeras 3 cifras con el buzo fortinero.
Con esta bocanada de aire puro, Gustavo Quinteros encuentra un poco de tranquilidad y asegura su continuidad, al menos por una jornada más. En la próxima fecha visita al recién ascendido Deportivo Riestra.