La selección chilena del fútbol femenino sigue buscando al responsable del bochorno sufrido en Santiago 2023. El elenco a cargo de Luis Mena llegó a disputar la final contra México, la cual terminó perdiendo por 1-0. Una medalla que bajo cualquier modo sería celebrada, pero que se vio opacada por los diferentes sucesos que se fueron presentando durante la competición.
¿La razón? Christiane Endler y Antonia Canales, las únicas arqueras nominadas para el torneo, debieron volver a sus respectivos clubes en Europa y dejaron a la Roja sin una portera especialista para defender el arco contra las aztecas.
Ante la emergencia, el cuerpo técnico decidió colocar en el puesto a la delantera María José Urrutia, quien pese a todos sus esfuerzos y entrega demostrada en la cancha no pudo contener un tiro libre que terminó por darle la victoria a las mexicanas.
La situación generó la molestia de las jugadores, que incluso se manifestaron frente a las aztecas. Cuando la árbitra peruana pitó el arranque del compromiso, todas las futbolistas chilenas se sentaron en el césped, para después de unos segundos ponerse de pie y recién ahí, y ya con el reloj andando, comenzar a jugar la final. La acción les valió la ovación del público nacional.
La situación, sin embargo, sigue sin esclarecerse. Por lo mismo, Pablo Milad citó a una reunión que se realizó este miércoles, en las oficinas de la Federación de Fútbol de Chile. Luis Mena, el técnico de la selección chilena femenina, Rodrigo Robles, el gerente de selecciones y Manuel González, el coordinador deportivo, debieron dar explicaciones. El curicano está decidido a encontrar al responsable para que asuma las consecuencias del papelón que, incluso, fue replicado en otros países.
Los interrogó frente a cada uno de los miembros del directorio. Hizo preguntas directas, que fueron siendo respondida por Mena, Robles y González. Este último, sin embargo, es a quien más responsabilidad le atribuyen, pese a que Luis Mena fue el que decidió citar a dos jugadoras del extranjero. El DT se cubre asegurando que a él siempre le dijeron que existía un acuerdo de palabra con el Valencia, el club de Canales, para contar con la futbolista hasta la final de los Panamericanos.
Otro de los temas que da vuelta en la Federación es la preparación que realizó la selección femenina para los Panamericanos. Las jugadoras se quejaron del trayecto de dos horas desde Santiago para disputar los duelos en Valparaíso y Viña del Mar. Ni siquiera se concentraron en la Quinta Región.
Bajo estas quejas, el principal apuntado es Pablo Silva, el gerente general de la ANFP. Al ex funcionario de Azul Azul lo culpan de recortar presupuesto sin estimar en las consecuencias deportivas que podía traer para el equipo de Luis Mena. Sin embargo, desde Quilín explican que el trabajo realizado por ejecutivo se cuadró con lo planificado: se quedaron en un hotel en el sector oriente de Santiago y la decisión de no hospedarse en la Quinta Región se tomó para poder usar las canchas de Juan Pinto Durán en cualquier momento, sin ningún tipo de problemas.
¿Cómo se llegó a esta situación?
El 2 de octubre se dio a conocer la lista de jugadores que dirían presente en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Allí, Luis Mena llamó a 18 jugadoras, entre ellas a las arqueras Christiane Endler y Antonia Canales, quienes militan en el Olympique de Lyon de Francia y el Valencia español respectivamente, quienes pudieron viajar gracias a la fecha FIFA femenina.
Bajo esta consigna, el equipo técnico conocía que una vez cumplida esta fecha, ambas jugadoras debían regresar a Europa, no pudiendo contar con ellas en el caso de avanzar a la instancia de definición por las medallas. Cabe señalar que, diferencia de otros torneos, los Juegos Panamericanos solo permiten llamar a 18 jugadoras, por lo que citar a una tercera portera reducía el número de futbolistas para los demás puestos.
Ante esto, la gran apuesta era contar con Antonia Canales hasta el final. Y en este sentido, la responsabilidad apuntaba al coordinador Manuel González por no llegar a un acuerdo escrito con el club hispano que finalmente, debido a las lesiones de las otras porteras del plantel, exigió el regreso de la guardavallas nacional.
“Antonia Canales es jugadora del club. El 31 de octubre terminó la fecha FIFA y no existe ninguna posibilidad de que se quede hasta el viernes. La jugadora debiera estar saliendo para llegar mañana a Valencia. En eso quedamos y debe cumplirse”, explicó el director deportivo del Valencia femenino, Carlos Grafiada, en contacto con El Deportivo.
“Es imposible que Antonia Canales se quede al partido del viernes, no podemos autorizarlo y tampoco existe opción de que eso ocurra. A nosotros se nos lesionó la portera titular y necesitamos a Canales para el partido del sábado”, añadió.
Tras ello, en Quilín intentaron citar a la arquera Gabriela Bórquez de Universidad de Chile, pero Panam Sport le dio un portazo a la petición de la Roja. “Hemos recibido su solicitud de sustitución de una atleta, específicamente de una portera del equipo de Fútbol femenil. El Comité Ejecutivo ha estudiado detenidamente su solicitud y ha tenido en cuenta las reglas del deporte en materia de sustituciones”, señalaba la carta a la que tuvo acceso El Deportivo.
“El Comité Ejecutivo ha decidido, tras examinar detenidamente el asunto, no aprobar la sustitución solicitada. Confiamos en que nuestra decisión con respecto a este asunto sea clara”, cerraba el documento que estaba firmado por Jimena Saldaña, Secretaria General y CEO de Panam Sports.
Luis Mena, en tanto, tras el triunfo de Chile sobre Estados Unidos en las semifinales de la competencia, expresó que “sabíamos que había jugadoras que no estarían para el partido final. Teníamos visualizado el tema, pero ya tendremos tiempo de ver qué ocurre”, respondió intentando bajarle el perfil.