"Estoy bien, tranquilo. ¡No, no es así! ¿A quién quiero engañar? No estoy bien, estoy muy dolido. Sigo golpeado. Es muy fuerte todo esto", comenta Sebastián Méndez, entrenador argentino que decidió dar un paso al costado de la banca de Palestino, luego de caer ante la Universidad de Chile, por el Torneo Nacional. El admirador del Cholo Simeone nunca se imaginó un final así en su paso por La Cisterna. Menos al haber asumido hace menos de seis meses. Ni siquiera la súplica de los jugadores para que continuara en el puesto hizo cambiar su decisión. Sus números son lapidarios: 11 partidos disputados en el torneo nacional, con una victoria, cinco empates y cinco derrotas. Su rendimiento fue de 24,24%. Nada más abandonar el puesto, su sucesor, Ivo Basay, metió al equipo árabe en la final de la Copa Chile tras ganar 2-0 a la U en la vuelta de semifinales.
En contacto con La Tercera, el trasandino, confeso lector compulsivo de Nietzsche y Bukowski, entrega sus primeras sensaciones. Lo hace con una voz un poco sentida, de dolor. Es autocrítico. No busca culpables.
¿Por qué se va de Palestino?
Me voy porque no se consiguieron los resultados, esa es la realidad y la respuesta a tu pregunta. Llevábamos varias semanas sin ganar y ya no daba para más este proceso. Lo mejor para un entrenador en estos casos es poner el cargo a disposición y tratar de que venga otro a arreglar esto. Ya habían pasado casi diez partidos que no ganábamos, ya es mucho.
Pero los jugadores le pidieron que siguiera.
Sí. No tomo esta decisión porque se me ocurrió en un momento en caliente. Agradezco a la dirigencia y a los muchachos por el cariño que me demostraron hasta el final. Uno trabaja para ellos. Pero hay que ser sinceros: la cosa no estaba funcionando y había que dar un paso al costado. Lo más simple para mí hubiese sido seguir en Palestino. Se venía una semifinal de la Copa Chile.
¿Por qué no sigue entonces?
Porque si me iba después del partido de la U en el torneo nacional le daba más tiempo al cuerpo técnico entrante para preparar el duelo del torneo nacional, que para mí en estos momentos es más importante que la Copa Chile. El partido con Curicó será una final.
¿Ya tenía decidido que si perdía con la U se iba?
No, no lo había pensado así. El fútbol es extraño. Uno siempre piensa que va a ganar. No pensé que me iba a ir de Palestino, no me quería ir así. Arrancamos jugando bien al fútbol, a ratos hicimos un juego bonito. Pero los resultados no acompañaron y no hay nada más que hacer.
Han pasado días. ¿Sigue creyendo que fue la mejor decisión dejar el club?
Sí, creo que es lo mejor para el club. Como te dije antes, es para que el técnico que llegue tenga dos semanas para preparar el partido con Curicó. Sabemos que Palestino está en una situación complicada. Hay que tomar decisiones y siento que este era el momento. Lo mejor es que venga alguien que sea capaz de hacer lo que nosotros no pudimos hacer.
¿No está arrancando del descenso?
No, esa no es la lectura que hay que hacer. No hay otra de lo que ya te dije. Desde el club nunca nos dijeron que nos fuéramos. Nunca hubo problemas graves para decir que nos teníamos que ir, pero hay que ser consistentes con la forma que uno actúa. Sería muy egoísta de nuestra parte seguir, no corresponde.
¿Es un golpe al ego salir con esta campaña de Palestino?
Nosotros, después de tanta derrota, nos desapegamos del ego y pusimos el pecho porque cuando pierdes tanto lo terminas aceptando. El último partido que ganamos fue ante Cobresal, es mucho tiempo. Pasaron tres meses, si no me equivoco. No pasa por ego, acá ya no queda ego. Pasa por el dolor y la vergüenza deportiva. Uno no podía seguir perdiendo más.
¿Se fue a despedir de los jugadores?
Sí, pasé a despedirme de ellos como corresponde. Pude explicarles la situación, y lo entendieron. Todo bien con los muchachos. Hablamos lo que teníamos que hablar.
¿Palestino cumplió con los refuerzos que usted solicitó?
No creo que sea el momento de ese tipo de quejas, ni de nada. Hay que hacerse responsables como cuerpo técnico de los malos resultados. El club siempre se portó de manera correcta dentro de la situación económica que todos conocemos. Todos sabemos que Palestino no es de los equipos más fuertes económicamente, pero siempre trataron de darme todo. Hay técnicos que salen y ponen excusas, pero acá no hay nada. No salió, pero se intentó todo. El único responsable soy yo.
¿Por qué el equipo no pudo asimilar su idea de juego?
Porque faltaron los resultados, pero la idea sí se plasmó.El equipo siempre tuvo una idea de juego,y eso me deja tranquilo. Salvo dos partidos puntuales: contra la U y Audax se jugó muy mal. Pero la mayoría de los partidos siento que merecimos más suerte. El resultado siempre limita, acelera los tiempos en cuanto al desarrollo de un equipo. Los resultados te terminan liquidando.
¿Qué le parece el arribo de Ivo Basay a la banca árabe?
Lo conozco como persona por una nota que me hicieron en el Canal del Fútbol. Sé de su historia como futbolista. Es el perfil que necesita el club, es muy conocido, es un tipo con carácter, creo que le va a venir muy bien a Palestino. Por el bien del club le deseo lo mejor y espero que saque esta tarea adelante.
¿Se salva Palestino del descenso?
Creo que sí, espero que sea así. Es mi deseo siempre. Espero que el técnico que venga pueda acertar y ganar lo antes posible. Siempre le desearé lo mejor a ese club.
¿Qué será de su futuro?
Nosotros tenemos el trabajo más inédito e insólito de todos. Nos pueden llamar de cualquier lado. Si me preguntas por Chile, te puedo decir que me encantó este país, me encantó el fútbol que se practica acá. Me han tratado muy bien. Pero no sé cuál será mi destino. Hay que esperar qué pasa más adelante.