Sebastián Moreno: “El fútbol está peor que cuando me fui”
El antecesor de Pablo Milad en la presidencia de la ANFP saca la voz para analizar los diferentes focos de conflictos que hoy enfrenta la asociación que dirigió hasta 2020. Dice estar preocupado.
En julio de 2020, en medio de la pandemia, Sebastián Moreno dejó la presidencia de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) y acusó ser víctima de un “golpe de Estado” por parte del Consejo de Presidentes de los clubes cuando no llevaba ni la mitad de su gestión. Los clubes acusaron un clima de ingobernabilidad y Moreno debió dejar el cargo.
“En un principio fue un proceso súper doloroso”, confiesa el extimonel de la ANFP, quien se mantuvo en silencio después de su salida para dedicarle tiempo a su familia y también a sus labores privadas como abogado que desempeña entre Chile y el extranjero.
“No sentí ningún ánimo de revancha. Ver al fútbol en crisis a cualquier amante del fútbol le duele. Duele profundamente ver todos los días en titulares cagada tras cagada. Te duele ver que lo que se construyó, y que de verdad te costó, se cae al suelo y se desmorona a pedazos”, lamenta Moreno.
El expresidente de Cobresal asegura que no tiene intención de volver a vincularse con el fútbol en el corto plazo y con las condiciones actuales, pero que quiere hablar públicamente con solo una finalidad: presionar por la separación de poderes entre la ANFP y la Federación de Fútbol, para que la gestión de las selecciones, entre otras cosas, no se vea afectada por los intereses privados de los clubes que componen la asociación. Un proceso que, acusa, inició hace tres años, pero no avanza.
“Con la carencia de gobierno corporativo, en el modelo actual, la ANFP es ingobernable. ¡Basta ya! El momento de realizar la separación es ahora. En 2019 nos comunicamos con la FIFA para acelerar el proceso e, incluso, recibimos borradores para homologar los estatutos de la federación. La misma FIFA nos entregó los requisitos mínimos obligatorios para una buena gobernanza y apuntó a temas clave que hoy no existen, como la separación de poderes entre la liga y la federación, y la creación de una asamblea o directorio que dé cuenta de la representatividad de los diferentes estamentos del fútbol y no dependa solo de los clubes. Esta estaría compuesta por un presidente que no sea el de la ANFP, un jugador, una jugadora, un árbitro, el futsal, la Anfa y el fútbol playa, entre otros”.
¿Ese borrador lo tiene el presidente Pablo Milad?
Por supuesto.
¿Y por qué no lo ejecuta?
No lo sé. Nosotros pretendíamos entregar este año una ANFP separada de la federación. Creo que ahora el presidente Milad tiene la oportunidad, y sería un legado importante, incluso para él, de convocar a una mesa donde convivan y compartan todos los entes que conforman el fútbol. Si tú quieres clasificar a los mundiales, masculinos y femeninos, tienes que empezar a trabajar desde ahora. Estamos perdiendo tiempo.
¿Por qué a los clubes les interesa tanto seguir haciéndose cargo de las selecciones?
Cuando empezamos a hablar de separaciones existían matices por parte de los presidentes de clubes. Hay algunos que sostienen equivocadamente que la federación y la ANFP están separadas, pero eso es solamente hablar de la cáscara del huevo, lo que hay que hacer es homologar los estatutos y entregar más facultades a la federación, como apunta la FIFA. Hay algunos clubes que están a favor, como O’Higgins, pero no recuerdo a ningún otro. Hoy la mayoría se muestra reacia porque ciertamente hay desconocimiento de cómo funcionan otros países y porque hay intereses económicos en juego, entre otras cosas.
¿Por qué es tan difícil gobernar la ANFP?
El problema que tiene la ANFP es que está compuesta por una asamblea de clubes y queda demostrado que esta conformación de presidentes muchas veces toma decisiones que son completamente perjudiciales y cortoplacistas, con intereses absolutamente creados, marcados y diferentes. Para gobernar la ANFP uno tiene que estar dispuesto a hacer concesiones de tipo permitir la incorporación de los representantes en la propiedad de los clubes, lo que está prohibido por la FIFA, entre muchas otras cosas que no voy a nombrar. Y, si no estás dispuesto a eso, tienes que tener un sistema de gobierno que te permita reglamentar este tipo de situaciones. Nosotros fuimos los primeros en reglamentar un manual de intermediarios y también en investigar las mallas societarias de los clubes.
Cuando investigan la propiedad de los clubes, ¿alcanzaron a comprobar algo?
Ahí se produce un desencadenamiento de hechos que terminan con mi salida.
¿Por eso se dio su salida?
No lo sé. Lo he analizado y la verdad es que para mí ya es una etapa superada.
¿Alguien que va contra la participación de representantes en los clubes no puede dirigir la ANFP?
Los representantes tienen alrededor de un tercio de los clubes. Se puede hablar de una bancada de representantes. Estábamos en ese proceso de investigación.
¿Recibió algún tipo de presión de los representantes para las nóminas de la selección?
Nunca viví presiones de ningún representante.
¿Y hoy las hay?
Yo creo que pueden haberlas, pero no tengo constancia de eso.
¿Pero da para sospechas?
Absolutamente. Hay ejemplos que yo no me voy a hacer cargo, pero analízalos tú, como las composiciones de algunas nóminas de las selecciones chilenas. La verdad salta a la vista. Pero no me voy a hacer cargo de ese análisis. Lo importante es que el status quo no puede seguir.
¿Por qué si la FIFA prohíbe que representantes sean dueños de clubes no se hace nada?
La Ley de Sociedad Anónima de los clubes debe ser modificada claramente y duerme en el Congreso hace mucho tiempo, te fijas que hay diputados que solamente les interesa el fútbol para tener pantalla. Entonces si esto lo vamos a tomar en serio, las autoridades, cada una desde su lugar, desde su posición, tienen que sumar y convertir esto en un proyecto. El primer problema que tenemos nosotros en Chile es que no se exige ninguna calificación para las personas que adquieren clubes. Entonces determinar la existencia de un palo blanco es súper difícil. Incluso legalmente. Por eso requiere análisis de mallas societarias. De hecho, la regla va a existir, pero la fiscalización va a ser muy difícil. Entonces, desde esa mirada, es que hay que empoderar a la federación. El cuerpo arbitral tiene que tener una dependencia federativa. Los tribunales de disciplina deben estar bajo el alero de la federación y también los tribunales patrimoniales.
¿Hay algún dirigente de confianza en el fútbol chileno?
En el fútbol chileno hay buena gente y de la otra, que no voy a mencionar con nombres. ¿Sabes por qué no? Porque siento que el fútbol se ha convertido en un comidillo de comentarios baratos y sin sentido. Entonces, si queremos darle seriedad a esta situación, tenemos que hablar de principio de gobernabilidad. No puede ser que cuando yo presento por primera vez en la historia una mujer que cumplía con todas las condiciones y atributos profesionales para integrar el directorio en una ANFP, sea rechazada por los presidentes de los clubes con distintos tipos de excusas. Y no puede ser que la ANFP, que es una liga importante, tenga la administración de las selecciones. ¿Por qué? Porque son giros distintos. Son focos de desarrollo distintos. Y cuando uno tiene el foco estratégico en el desarrollo, por ejemplo, de una liga, créeme que esta liga va a avanzar y va a mejorar. Y cuando uno tiene el foco, por otra parte, en el desarrollo de las selecciones, también van a mejorar.
¿Se le ocurre una persona para liderar la federación?
Buscar a la persona es el error que hemos cometido permanentemente, el de atribuirle a una persona la facultad de administrar y de salvar el fútbol chileno. Lo que sí tiene que haber es una estructura distinta. Y desde esa mirada, desde ese lugar, podemos empezar a conversar de quiénes pueden integrar, quiénes no, etc. Ahora, cuando yo hablo de la separación de la federación de la ANFP, no hablo en ningún caso de que la ANFP pierda poder sobre la liga, se vaya y no esté bajo un paraguas federativo. Si lo que yo estoy hablando no son cosas tan extrañas, basta tener un poco de conocimiento de la realidad internacional. Ver a España, Inglaterra y también a los países en Sudamérica.
El actual presidente, Pablo Milad, dijo que quedar fuera del Mundial también era responsabilidad de su gestión. ¿Qué le pareció?
Yo creo que ni siquiera es válido comentar esa declaración. La analizo desde la pena inmensa que debe sentir Pablo por la no clasificación al Mundial, por una gestión completamente deficitaria que solamente le corresponde a él y a su actual administración. Nosotros no estuvimos en ningún partido de las Clasificatorias.
¿Qué opinó de la salida de Reinaldo Rueda?
De Lasarte no voy a opinar, pero me dolió lo de Rueda. Con él veníamos trabajando desde hace mucho tiempo en el Plan Nacional de Fútbol Joven y teníamos reuniones de trabajo con él y con muchas personas. Y aparte de eso, yo veía en Rueda, independientemente de una futura clasificación o no, veía un proyecto de desarrollo importante del fútbol chileno, pensando no solamente en el resultado, en el corto plazo, que por cierto, también es importante. Rueda es un excelente entrenador y con grandes cualidades personales. Hay una realidad innegable y es que la contratación de los entrenadores nacionales de todas las selecciones está entregada al Consejo de Presidentes, que al final define el nombramiento del presidente de la ANFP, que pasa a ser de la federación y no existe, desgraciadamente, un análisis completo que incorpore a otros actores involucrados en las decisiones. Aquí lo que surgen son elementos voluntaristas, donde una persona o dos creen que ese es el entrenador y no analizan y no se dejan escuchar por otros actores de la industria. No comparto para nada decir que este proceso venía mal ordenado desde antes, este proceso venía con un camarín que estaba en arreglo desde antes de la llegada de Pablo. Hay cierto olvido de todo lo realizado y cuando uno parte en el fútbol siempre tiene que reconocer que uno sigue construyendo sobre algo que se deja, con la humildad del caso. A mí me dio una sensación tremendamente amarga al escuchar que se descartaba La Platina, en La Pintana, como el lugar de desarrollo de todas las selecciones para construir el nuevo Juan Pinto Durán. Fue un proceso que partió con Arturo Salah. Y donde no solo habían buenas intenciones como dijeron, habían avances concretos en un lugar que tiene muchas ventajas comparativas en relación a las opciones que vieron después. Tampoco me pareció escuchar que ahora se estaba emparejando la cancha en el fútbol femenino, cuando nosotros logramos grandes avances que se concretaron con la participación en el Mundial de Francia y en la Copa América.
¿Qué opina del momento del arbitraje nacional?
Es muy doloroso ver el tema del arbitraje hoy en día. Nosotros teníamos un proyecto sólido, permanente, con Enrique Osses. Y creo que la salida de Enrique obedeció a decisiones más políticas que técnicas.
¿Confiaba plenamente en los árbitros chilenos?
Absolutamente.
¿Y había presiones por el arbitraje?
Yo recibía llamados todos los sábados y domingo por distintos árbitros. Cuando uno toma la posición de hincha o empieza a carecer de análisis técnicos de arbitraje, y empieza a utilizar la herramienta del arbitraje como factor político, entra en un error fundamental. Ni siquiera me refiero a la llegada de Castrilli, pero el potenciamiento de los árbitros es fundamental. Cuando tú te metes con la confianza que debe existir dentro de la cancha, y cuando se quiebra eso, se daña profundamente la reputación del campeonato. Ahí claramente hay una fractura.
¿Qué opina de que investigaciones internas determinen acusaciones tan graves como las que se hicieron en el arbitraje?
Cuando hay una denuncia de tal gravedad, y cuando se requieren hacer pericias más técnicas en audios, se requiere utilizar la justicia ordinaria. No obstante, el informe del oficial de cumplimiento puede ser un elemento más. Pero un análisis bien fundado, por ejemplo, no puede concluir en que es una campaña orquestada para desestabilizar el fútbol chileno. Porque es un juicio de valor y eso deja de tener la objetividad que requiere un análisis. Con esto no estoy haciendo una crítica directa o una defensa a los árbitros. ¿Qué creo que hay que hacer? Empoderar a los árbitros para que salgan de la crisis.
¿Cree que el fútbol chileno está peor de como lo dejó?
Esos son análisis que no me corresponden a mí. Lo debiesen hacer los llamados “expertos en el fútbol”, pero tengo la sensación, desde una mirada corporativa, que sí, el fútbol está peor. Y siento que a raíz de esto tenemos una tremenda oportunidad. Yo no soy negativo, ni de decir “está todo perdido, cerremos por fuera”. Aunque viéndolo te da esa sensación.
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