150 días de terremotos
El agitado primer período del presidente de la ANFP en Quilín. Desde las renuncias de dos directores hasta el paro del Sifup.
Sebastián Moreno era pura risa ese 7 de enero, cuando asumió como presidente del fútbol chileno, en reemplazo de Arturo Salah. "Quiero invitarlos a todos a confiar. Somos una administración ordenada y estable", dijo el abogado, en tono de promesa. Hoy, cuando se cumplen 150 días, esas palabras se oyen muy lejanas frente a los turbulentos episodios que ha debido sortear.
No pasaron ni 24 horas y el primer problema se le instaló de lleno al dirigente. Partió con la renuncia del director Jacques Albagli. Fue solo el anticipo de otra dimisión que sería mucho más dolorosa y que se dio el 28 de febrero, cuando Andrés Fazio, vicepresidente y hombre fuerte de la administración Salah también optó por abandonar el barco capitaneado por Moreno. Una salida que aireó una relación tensa entre los dos dirigentes más importantes de Quilín. Hoy solo ha podido llenar uno de estos cupos, con el ingreso al directorio de Marcos Kaplún, el dirigente de Azul Azul.
A esa altura de su mandato, ya había enfrentado momentos duros por la querella de Barnechea, que puso en duda la limpieza de su elección, y el fracaso de la Sub 20 en el Sudamericano de Chile (25 de enero), que el presidente del fútbol debió asumir pese a que fue un proceso empujado por Arturo Salah. También antes de la renuncia de Fazio, Moreno debió dar explicaciones por el error en la inscripción de las nóminas de cinco equipos chilenos (la U, Colo Colo, Palestino, La Calera, Unión Española y Antofagasta) en las copas internacionales, error de la ANFP que significó una multa de la Conmebol para cada club, por 15 mil dólares. Deuda que asumió la asociación.
Marzo fue un poco más tranquilo para Moreno, al menos hasta que la Selección volvió a la primera plana. Una declaración de Moreno sobre la Selección ("No me tiene contento el 44% de rendimiento") generó la molestia de Reinaldo Rueda y también sus reproches sobre la organización y la calendarización del torneo nacional. El cruce concatenó otro lío para el presidente, quien club por club debió convencerlos para cambiar las bases del campeonato, para adelantar el final de la primera rueda. Lo logró con 13 votos.
Jornadas de tensión en los inicios de abril, que se vieron aliviadas por la clasificación de Chile al Mundial Sub 17. Una de las buenas noticias que ha recibido el dirigente en sus primeros 150 días. Otra buena para Moreno ha sido la implementación del VAR en Chile, una de sus grandes promesas de campaña, plan que comenzó en marzo y que en mayo ya fue expuesto en Quilín, pensando en su debut en 2019. Pasó abril y en mayo Moreno anunció un avance histórico para el fútbol femenino: la creación de dos divisiones semiprofesionales y seguro médico para todas las jugadoras.
En mayo, justamente, volvieron las jornadas aciagas. La eliminación total de los clubes en las copas internacionales, la negociación de los premios de la Roja masculina que todavía no se acuerdan, las grietas profundas en el camarín de Juan Pinto Durán, por las diferencias entre Claudio Bravo y Arturo Vidal. Y como corolario del mes, el paro decretado por el Sifup por el ingreso de Naval a la Segunda División, que recién se solucionó el martes.
Moreno, cuentan desde la ANFP, ha procurado tener contacto directo con todos los clubes. Dicen que los llama regularmente y que así ha ganado nuevos apoyos. Sin embargo, también ha perdido el respaldo de instituciones como Huachipato o Audax Italiano, que fueron clave en su elección. Aún así, el abogado dice estar conforme: "Hemos tenido el apoyo de los clubes en las decisiones importantes que hemos debido enfrentar", reconoce a La Tercera.
Comunicación periódica
Según el presidente, su tarea se está cumpliendo: "Nos estamos conectando con las necesidades de los clubes. La comunicación es periódica con todos", expresa. Sin embargo, sus críticos justamente apuntan a que no ha cumplido en ese sentido.
Moreno se aleja de las cámaras e intenta evitar las declaraciones. Dice que "lo más importante siempre va a estar dentro de la cancha". Puede tener razón y, por lo mismo, el rendimiento de Chile en la Copa América será clave para ganar más días de paz.
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