En la mañana, entrenamiento. Por las tardes, martillo en mano y a construir. Sebastián Toro (30) se esconde del coronavirus terminando su casa y entrenando bajo la atenta mirada online de un ex compañero en Colo Colo, Kalule Meléndez. Es su nuevo DT en Deportes Colina, donde el defensa arribó en febrero.
La pandemia interrumpió algunas cosas, su debut en Segunda División y el desarrollo de su pyme entre ellas. De eso, su paso por Macul, la Roja, la religión y otros asuntos, conversa a la distancia con La Tercera.
¿Cómo le va en su encierro?
Estoy tranquilo, haciendo cosas en la casa. Mi señora me pide cambios así que en eso estamos. Nos entretenemos en eso, jugando con los niños también.
¿La está remodelando?
Más que eso estoy haciéndole toques finales, porque nos construimos hace poco una casa en Colina y faltaban cosas. Ahora tengo el tiempo de hacerlo.
¿Le pega a la construcción?
Le pego, porque tenemos un grupo de construcción con unos maestros. No es una constructora, pero construimos casas y otras cosas.
Un negocio, entonces.
Sí. Es un negocio que tengo hace rato ya, pero desde que llegué de Albania que nos pegamos fuerte en eso.
¿El coronavirus ha afectado sus proyectos?
Claro, los chicos no pueden salir y uno no los puede estar obligando porque algunos son más viejitos y hay que cuidarlos. Hay construcciones que siguen y se instalan ahí las personas. Nosotros podríamos hacerlo pero los más viejitos es mejor que se queden en sus casas o que estén con sus familias.
¿Entrena también con Colina?
Sí, todos los días a las 10 de la mañana. Entrenamos una hora u hora y media.
¿Recibe algún regaloneo al ser Kalule, un ex compañero, su DT?
No, ojalá jaja… pero él dice que no se puede y está bien. En algunas cosas es más flexible que otras pero bien, es un tipo súper profesional. Lo conozco hace muchos años y esa es una de las cosas que me hicieron llegar a Colina.
Entrena a la par con el resto del plantel entonces.
Entreno todos los días, salvo que tenga algo que hacer. He pedido rutinas también al preparador físico para hacer en las tardes. Cuando firmé, Kalule me pidió que fuera alguien que trabajara más o igual que los demás, para que ellos trabajen mejor también.
¿Para que lo vean como ejemplo?
No sé si me ven como un ejemplo. Ojalá juguemos todos bien nomás, es la intención de todos. Hay respeto si, que es lo principal.
¿Cree que andará bien en la división?
No sé, nunca he jugado. Tengo compañeros que juegan bien pero yo nunca. Ojalá sea de un buen nivel porque así uno se esfuerza aún más.
¿Por qué Deportes Colina y no otro club?
Me vine de Albania como a la mala, porque me quedaba un año más de contrato. No se cumplían los pagos, porque el tema allá no es muy profesional como acá o en otros países. Dirigencialmente le faltaba mucho. Mi hijo entraba a primero básico y allá se nos complicaba mucho con el idioma. Mi familia no estaba contenta, y aparte había cosas que prometían y no las hacían. Entonces se juntaban cosas y tomé la decisión de venirme. Llegué a acuerdo en septiembre u octubre y ya me había venido en junio o julio, cuando terminó el campeonato.
¿Cómo toma la llegada de Gonzalo Fierro al equipo?
Bien, es un aporte en todo sentido. Yo lo sabía como dos meses antes de que se anunciara.
¿Cómo los convenció Kalule?
Trabajando con Kalule, uno sabe que va a algo profesional y no pichanga o amateur. Uno sabe que Kalule es recto para sus cosas.
¿Le gustaría emigrar a otro club luego?
Primero quiero ganar acá y subir de división con el equipo, después se verán otras cosas. Gracias a Dios tuve la oportunidad de salir en enero, pero fueron más fuerte las cosas familiares que irme de nuevo.
¿A dónde pudo partir?
Recibimos ofertas de India, que esa era muy fuerte y buena, en primera división y monetariamente espectacular. Estaba prácticamente todo listo pero lo familiar fue más fuerte.
¿Guarda buenos recuerdos de Colo Colo? El club donde se hizo conocido.
Sí, totalmente. Me crié y soy hincha del equipo. Gracias a Dios gané algunos títulos.
¿Qué opina del tema de los sueldos en el club?
Es complicado. Como han dicho varios, Colo Colo no debiese hacer noticia por eso. Pero esto es una empresa, uno a lo mejor critica pero no sabe lo que se vive adentro. Adentro siempre va a haber problemas, ganando o perdiendo, pero ahora repercute más por lo que está pasando y porque es Colo Colo.
¿Dio su máximo ahí o le faltó?
Me faltó más madurez. Algunos años lo hice bastante bien, pero con poca madurez. Tuve reacciones que no debiesen haber sido, en su momento, pero recuerdo lo mejor nomás.
¿Esa inmadurez se debe al perfil de promesa que tenía?
No sé si fue eso. Yo creo que en un momento cuando no acepté algunas cosas fue cuando no me quisieron vender afuera, cuando estaba todo listo. Creo que eso no lo tomé bien y de ahí no fui lo que había sido.
¿Dónde quería partir?
Había un equipo en Italia y otro en España. Era bueno, pero no fue y ya está.
Se habló de indisciplinas.
Dentro del equipo yo no tuve, fueron siempre en mis tiempos libres. Eso no sé si lo tomo como indisciplinas. Siempre se habla de que discutí con Lucho Pérez, y hablamos una vez, pero jamás yo voy a discutir o le voy a decir cosas malas al profe. Con él nos conocemos hace mucho tiempo, fue uno de mis profes en cadetes. Él me dijo una vez cómo era y yo lo tenía que escuchar nomás, si es mayor que yo y es un técnico. Pero se hablaron muchas cosas que no fueron. No da lo mismo, pero no me afectaba.
Fue tres veces campeón con los albos, incluyendo la estrella número 30. ¿Cómo la recuerda?
Fue después de cuatro o cinco años donde no habíamos ganado y la gente te pide. Puedes andar bien y si no sales campeón el equipo es un fracaso, es lo normal en Colo Colo. Fue lindo porque teníamos un grupo de entrenadores que eran de casa, había un grupo de jugadores buenos, buena energía, y lo pasábamos bien jugando y entrenando.
¿Se robó mucho mérito Paredes? Con su regreso con la camiseta 30 y todo eso.
Es que Esteban es determinante. Aparte teníamos al Pajarito (Valdés) que venía de Europa con un nivel muy distinto al de acá. Se juntaba con Esteban arriba y eran determinantes.
Se iba junto a él hasta en el bus, por lo que se ve en una foto por ahí.
Teníamos buena convivencia, lo pasábamos muy bien, teníamos cosas en común. Hablábamos y nos juntábamos en el camarín, se pasaba bien. Con él y Pajarito, yo me acoplaba a ellos. Siempre tuve relación con los más grandes.
¿No se juntaba con los juveniles?
Sí, es que los juveniles siempre son aparte, en el camarín están en una esquina en su grupito y como que no van a la parte de los más experimentados.
¿Son pesados con ellos?
Ahora no. Quizás antes, cuando yo era juvenil, te retaban más. Ahora ya no se ve eso.
Hasta jugó en el partido histórico ante la selección de Isla de Pascua por Copa Chile.
Lo tomamos en serio ese partido. Tenía 18 o 19 años y estábamos esperando que Tocalli diera la nómina. Unos días antes dijo que iban a ir los que jugaban casi siempre, y yo todavía no empezaba a jugar de titular y me tocó. Ir a Isla de Pascua era entretenido y jugar ese partido fue lindo.
No estaba muy buena la cancha.
No pues, jajaja. Lo normal de equipos así.
¿Y aprovecharon de pasear?
Fuimos a unas playas, a ver a los moais todos juntos también.
En la Selección no fue muy frecuente, pero jugó el último partido de Marcelo Bielsa. Un amistoso ante EEUU.
Bielsa es un entrenador muy disciplinado, muy estricto. A mí me queda de ese partido que todos los tomaba con mucha importancia, fuese amistoso o por puntos. Te exigía hasta el máximo y te hacía mejorar.
¿Tenía alguna actitud de despedida?
No, nada. A los días después se supo que se iba. Estaba enfocado en el partido.
¿Él le tenía fe? ¿Qué hablaba con él?
No te hablaba como muy cercano, sino como técnico profesional. Me llevó a unas giras por Emiratos Árabes también. Para el Mundial de Sudáfrica 2010 los que trabajaban con él me decían que tenía muchas opciones pero que la edad me jugaba en contra, porque era muy joven, tenía 18 o 19 años. Competía con gente mayor y con más trayectoria.
¿Le dolió quedar fuera?
Lo acepté bien, era joven, pero hubiese sido lindo.
¿Y cómo lo trataban las figuras de la Roja?
A casi todos los conocía. Ellos no son de tratarte mal, pero si te tienen que pegar una patada en el entrenamiento te la van a pegar. Son profesionales totalmente.
¿Es apegado a la religión?
Sí, soy cristiano, bastante creyente en Dios. Si tengo que hablar con alguien de Dios lo hago, no tengo problemas. Al contrario, voy y lo aconsejo. Aunque lo tomo distinto.
¿Afecta a la carrera de los futbolistas apegarse a Dios?
Yo te puedo hablar sobre mí. Se supone que uno como cristiano tiene que hablar bien, no decir malas palabras, pero en mí personalidad en una cancha es complicado. Si tengo que ir de frente a alguien y después gritarle, lo voy a hacer, aunque no debiese, pero lo hago. Todos lo toman de distinta manera.
¿Pero no se les quita el hambre?
Hay algunos que he visto en entrevistas y ellos mismo dicen que se les quita el hambre, y yo lo tomo como que son muy débiles de cabeza o, no sé, como si Dios quisiera que fueran uno más del montón, y no debiese ser así. Se supone que Dios quiere lo mejor para uno.
Una patadita no debiese importar dice usted.
No, jaja. Yo lo hago igual.