Universidad Católica venció a O’Higgins y regresó a la cima del Torneo Nacional. Fue una sólida victoria que incluyó un hermoso gol olímpico de Felipe Gutiérrez, que selló el 3-0 definitivo en San Carlos de Apoquindo. Sin embargo, aquella no fue la imagen de la jornada, ya que nada pudo superar a un ofuscado Fernando Zampedri, quien se llevó toda la atención al patear un contenedor de bebidas hidratantes.

La escena ocurrió cuando el partido acababa de terminar y al Toro le habían anulado un gol por una mano, luego de que el árbitro Cristian Droguett revisara la jugada en el VAR. El argentino había buscado incansablemente una conquista, por lo que aquello desató su frustración. Entonces, tras escuchar algunas palabras de Gustavo Poyet al oído y recibir el apoyo de sus compañeros, descargó su furia cuando bajaba rumbo a los camarines.

La ira de Zampedri es explicable. El delantero no anota hace más de un mes y eso lo tiene ansioso. En la precordillera lo entienden. Saben que es un jugador muy competitivo y, al igual que la temporada pasada, nuevamente quiere ser el goleador del fútbol chileno. Hasta la fecha, solo lleva cinco goles en el Torneo Nacional, dos menos que los que llevaba en 2020, a estas alturas.

El argentino no marca desde el 26 de junio, cuando el tricampeón empató 4-4 con Deportes Iquique, por la Copa Chile. Es decir, la sequía del ariete ya suma seis partidos: los dos ante Everton (Copa Chile), los dos ante Palmeiras (Copa Libertadores), el clásico ante Colo Colo y el último encuentro ante O’Higgins, ambos por la liga. En total, 566 minutos sin convertir, considerando todas las competiciones.

Todos en el club estudiantil conocen muy bien el carácter del ex Rosario Central. Saben de la importancia que tienen los goles para él, por lo que tratan de animarlo. Por eso mismo, su técnico, el uruguayo Gustavo Poyet, lamentó que el tanto que había convertido ante los celestes, finalmente, fuera invalidado.

“El broche de oro hubiese sido que el gol de Fernando hubiera contado, porque se lo merecía, por todo lo que había trabajado y por todo lo que estaba buscando un gol. Lamentablemente, no pudo ser”, señaló el entrenador charrúa., tras el duelo frente a los rancagüinos

Sin las pulsaciones tan elevadas y más calmado, el argentino se disculpó por su exabrupto en redes sociales. “Seguiré aprendiendo, y le pido disculpas a toda la gente por la última imagen. Sobre todo, a los niños que quieren dedicarse a esto”, escribió en su cuenta de Instagram.

La competencia con Diego Valencia es otro factor a considerar. Por ejemplo, a Zampedri, de 33 años, no le gustó ser suplente ante Unión La Calera, justo cuando el joven delantero formado en la UC se destapaba con dos goles. Pese a no jugar regularmente en su posición natural, sino que de extremo por ambas bandas, el Pollo Valencia igual se las ha arreglado para anotar cuatro goles en el Torneo Nacional, dos en la Libertadores y uno en la Copa Chile. Su evidente progreso como atacante, sin duda, le ha puesto presión al goleador de la temporada pasada.

Aquella vez, el Toro ingresó en los minutos finales y apenas tocó la pelota, por lo que, al igual que el domingo pasado, se fue muy molesto hacia los camarines. De hecho, hasta tuvo un cruce de palabras con Poyet, que fue captado por la transmisión oficial. “No me hables, que estoy recaliente”, se le escuchó decir. “Bueno, ándate para la casa”, le replicó el adiestrador charrúa.

En San Carlos de Apoquindo se no aprobleman con situaciones como estas, ya que las atribuyen, precisamente, a la competitividad que existe dentro del plantel. Por lo mismo, hasta lo celebran. “En general, el ambiente que se vive internamente es sano y muy competitivo. Muy competitivo… Eso también genera cosas. Y bienvenido sea. No nos gusta tener jugadores a los que les dé lo mismo todo, ganar, perder o empatar. Acá todos quieren ganar siempre. Por eso el equipo se mantiene competitivo después de mucho tiempo”, advertía hace un mes José María Buljubasich, gerente deportivo de Cruzados, en entrevista con La Tercera.

Para suerte de Zampedri, esta semana se le presenta como una inmejorable oportunidad para romper su sequía goleadora, ya que este jueves el tricampeón visita a Antofagasta, en el norte, mientras que el domingo hará lo propio ante Universidad de Chile, en una nueva versión del clásico universitario, que esta vez se disputará en el estadio El Teniente de Rancagua, donde los azules harán de local.