Un entusiasta marco de público llegó al CEO II a ver una tarde de definiciones en el vóleibol chileno, con las finales femeninas y masculinas de la máxima categoría, la Liga A1.

Las damas abrieron los fuegos, con el enfrentamiento entre Boston College y Universidad de Concepción, quienes se habían enfrentado el viernes en el primer partido, que favoreció a las primeras por 3-1, dejándolas con la primera opción de sumar su sexta corona consecutiva.

Las capitalinas salieron de entrada a asegurar el título. Comandadas por el poderío en la red de su capitana Chris Vorpahl, la máxima anotadora del partido con 16 puntos, y por el buen juego de Josefa Schuler y de Mariana Salinas, las de Alto Macul sacaron una rápida ventaja, que aunque se estrechó hacia el final, les permitió ganar 25-20.

Las mil personas que llegaron al recinto ñuñoíno apostaban por una recuperación del cuadro de la Octava Región. Parecía que era posible. Muriel Servanti se convirtió en una de las buenas figuras de la levantada de su equipo. Sin embargo, las mismas dudas del primer parcial se apoderaron del Campanil en el cierre del segundo. Sin hacer nada espectacular, Boston sentenció el set, con otro 25-20.

Sólo faltaba el último paso y las Águilas no aflojaron. Las sureñas sintieron el golpe y era cuestión de minutos que la fiesta se desatara. Un contundente 25-16 puso justicia a un campeonato que a Boston College parece quedarle chico.

"No es menor haber mantenido este equipo durante seis temporadas y haberlo nutrido con jugadoras de la cantera. Es un orgullo", expresó el DT Jorge Quintana.

Chris Vorpahl, la jugadora más ganadora de la historia de la liga, con siete estrellas, no escondió su emoción: "Estoy muy feliz porque Boston es mi casa y lo llevo en el corazón".

[caption id="attachment_34448" align="alignnone" width="900"]

Un bloqueo de Thomas Morus en la final. Foto: Laura Campos[/caption]

De fondo, Thomas Morus salió a romper la maldición de tres finales consecutivas perdidas ante Linares, precisamente su rival de hoy. Llegaba con un 3-0 a favor tras la primera final.

Los dirigidos de Germán Mena cedieron el primer set, por 23-25, pero luego se recuperaron ganando las siguientes mangas por 25-22 y 25-16. No obstante, cuando tenían sentenciado el partido en el cuarto parcial, aparecieron los fantasmas. Los de la Séptima Región se lo llevaron, por 25-23.

La definición se fue a un quinto episodio, donde los colegiales ganaron 15-13.

"Primera vez que me toca ser campeón. No soy el mismo que en las finales anteriores, hemos mejorado individualmente y como grupo y ahí estuvo la clave", reflexionó Tomás Parraguirre, la figura del partido.