Universidad Católica aún no terminaba de celebrar 0-1 de Jaime Carreño cuando el árbitro del encuentro cobró un dudoso penal en favor de Everton. Valber Huerta forcejeó en el área con Maximiliano Cerato y Cristián Garay no dudó en sancionar la pena máxima. Fue el mismo Cerato quien enfrentó a Cristopher Toselli y decretó la paridad en el Sausalito de Viña del Mar.

Rubén Selman, ex árbitro chileno, se refirió a la polémica jugada. "Sin dudas, no hay penal. El defensor mete el brazo, pero para ganar una posición. Hay una exageración por parte del delantero de Everton, que se deja caer. El árbitro es engañado y sanciona penal", analizó.

"Es lamentable que una situación de esa índole logre la igualdad en un partido que no ha tenido muchas ocasiones de gol", concluyó.