El sufrido triunfo de Universidad Católica sobre Ñublense, en Chillán, estuvo lleno de polémicas hasta el final. La gran cantidad de amonestados y las cuatro expulsiones -todas en el cuadro local, incluido el DT Jaime García- encendieron los ánimos de la parcialidad roja en contra del juez Fernando Véjar.
Una vez concluido el partido, los hinchas dueños de casa comenzaron a tirar a objetos al campo de juego, situación que impidió a salida inmediata del cuerpo arbitral, de acuerdo con las imágenes que fueron captadas por la transmisión oficial del encuentro disputado en la Región de Ñuble.
Incluso, el técnico Jaime García y el portero Nicola Pérez intentaron calmar a la multitud de las graderías para así evitar futuras sanciones para el recinto del cuadro chillanejo. No es primera vez que ocurren episodios violentos en el último tiempo, ya que a fines del año pasado, cuando quedaron eliminados ante Huachipato, en la Copa Chile, el duelo terminó con graves incidentes.
Más allá de que el partido había terminado, los ánimos aún seguían muy caldeados. Por eso, la situación no quedó ahí, ya que los dirigentes del equipo sureño reaccionaron frente a los jueces, molestos por lo que consideraron un mal cometido de los silbantes.
En ese escenario, el presidente de Ñublense, Sergio Gioino, le reclamó a los árbitros una vez concluido el duelo en el estadio Nelson Oyarzún, airado por la manera en la que Véjar condujo un duelo caliente, dentro y fuera de la cancha.
Sin embargo, el mismo argentino descartó haber agredido físicamente al cuerpo arbitral una vez terminado el polémico choque disputado en casa de los Diablos Rojos.
“Me enteré de que había salido mi nombre en algunas notas de prensa y me sorprende. No entendí qué pasó, tendrán que mostrarme el video. Todavía no ha salido el informe y no hay mucho más que comentar. Yo he hablado con mis jugadores en el camarín y todo el cuento. No tengo nada que hablar con los árbitros y tampoco los increpé”, dijo el exrepresentante de jugadores a El Deportivo.
Y agregó: “Acá lo más importante que hay es lo que todos vieron. Todos vimos lo mismo, mis amigos me comentaron lo que salió en la tele”.
Asimismo, otros funcionares del club local también insultaron a los jueces, así como parte del plantel sureño. Una versión que ya se maneja en la ANFP, donde señalan que siguen recopilando información en torno a los hechos ocurridos posterior al partido en la zona de vestuarios, y que hasta ahora no hay antecedentes de agresiones físicas contra los réferis.
A pesar de las reacciones, el organismo rector está a la espera del informe del Fernando Véjar, quien seguramente tendrá que consignar la reacción de los hinchas locales y lo ocurrido fuera de cámara. Una situación que podría terminar con severas sanciones para el recinto sureño para futuros encuentros.
Una nueva controversia entre el público del estadio, justo en el momento en que Universidad de Chile también arriesga dura sanción después de los desórdenes ocasionados por su parcialidad en el empate 1-1 de los azules ante Unión La Calera, en Santa Laura.