El martes, el Real Madrid venció 1-2 al Ajax, en Ámsterdam, por la ida de los octavos de final de la Champions League. Luego del tanto definitivo de Marco Asensio, el capitán merengue Sergio Ramos fue amonestado, por lo que se perderá la vuelta en el Santiago Bernabéu. Pero por esa tarjeta amarilla, sin embargo, podría perderse algo más que la revancha ante los holandeses.
Luego de admitir que se hizo amonestar deliberadamente para llegar limpio a una eventual llave de cuartos de final, el defensa arriesga un castigo de la UEFA. "Viendo el resultado, mentiría si dijera que no. Es algo que tenía presente y no es por subestimar al rival ni pensar que la eliminatoria se ha pasado, en el fútbol te toca tomar decisiones complicadas y lo he decidido así", declaró el zaguero tras el encuentro. Aunque más tarde, a través de Twitter, rectificó: "Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta".
El organismo europeo, sin embargo, abrió un expediente sobre el jugador. Y de comprobarse que forzó la tarjeta amarilla, podría recibir dos partidos de suspensión.
No es la primera vez que Sergio Ramos se ve envuelto en una situación de este tipo. El 2010, también ante el Ajax, se hizo expulsar junto a Xabi Alonso, a expresa petición de su técnico en ese momento, José Mourinho, para llegar sin problemas de acumulación de tarjetas a octavos de final. Aquella vez, eso sí, la sanción fue solo económica.