Sergio Vargas fue el invitado estelar del webshow El Deportivo, donde realizó un extenso análisis de la participación de Chile en la Copa América y de su paso por la U, donde hasta fines de mayo de desempeñó como gerente deportivo junto con Rodrigo Goldberg.
En realización al momento de Universidad de Chile y la inacción de los nuevos controladores de Azul Azul, Superman no escondió su desconcierto. “Me sorprendió que no haya llegado un entrenador, porque es tiempo ganado; es tiempo en que conoces a los jugadores, además de que estás en una competencia y los conoces compitiendo y no solo entrenando. Cuando asume un entrenador nuevo cuesta incorporar su idea y todo ese es tiempo que lamentablemente la U perdió en estas dos semanas”, señaló.
En ese contexto, agregó: “Lo miro desde afuera, me sorprende cómo no se han tomado decisiones. Entrenador, gerencia deportiva. Uno cuando llega a un club, llega con deseo de darse a conocer, de invertir. Más que sorprenderme, hay una incertidumbre en torno a eso”. Además, lamentó la eliminación azul ante Fernández Vial. “Hay una gran diferencia de plantel, y nombre por nombre, no se vio reflejado. No se marcó la diferencia individual entre un equipo y otro”, expresó.
También, el exarquero se dio tiempo de hablar de su relación con el destituido entrenador venezolano Rafael Dudamel, quien lo criticó a él y a Rodrigo Goldberg en una rueda de prensa. “Me sorpendió esa conferencia, porque nosotros hablábamos cuatro veces a la semana. No tiene que ver con lo deportivo. Finalmente, lo perjudicó a él, habló en ese momento de la conformación del plantel y al final se hizo un autogol en ese sentido. Después hubo una serie de hechos y acciones que a veces son incomprensibles, pero había un trasfondo en poder ir empujando a Heller a tomar una decisión”, expresó, aunque aclaró que el DT no buscaba que lo echaran.
De todos modos, dejó instalada una serie de interrogantes: “Si hablas con los directores deportivos y, a veces no estás de acuerdo, es normal. ¿Qué hay detrás de hablar contra los dos directores deportivos del club, que además son dos tipos referentes? ¿Con qué espalda? ¿Qué fue lo que pasó? ¿A qué apuntaban? En la U hubo una serie de acciones propiciadas para ir desestabilizando a Heller. Hay un trasfondo”.
Sobre el casting para elegir al llanero, Vargas reconoció que el principal candidato era Martín Lasarte. “Con Lasarte estaba cerrado el tema y un par de días avisa que no puede por problemas personales. Pasaron tres meses igual y esos tres meses pudo haber solucionado esos problemas. Nos sorprendió (que firmara en la Roja), pero es un muy buen nombre para la Selección y está muy capacitado”, afirmó.
“El técnico era Lasarte, después había una serie de entrenadores dentro de una lista en la que estaba Dudamel. Unos por presupuestos, otros porque no querían o no podían venir, va decantando y terminamos en Dudamel. No era la primera opción. Lasarte era el elegido y después no había un orden. Me gustaba Heinze, el Dani Garnero y hablamos con ellos”, explicó, para luego desclasificar una anécdota con el Gringo: “Uno tiene que buscar un estilo o una forma, cómo quieres que juegue el equipo. Con el mismo Heinze la primera conversación, nos dijo ‘yo me tomo 20 días para analizar un proyecto y tomar una decisión’. Él tiene una secretaría técnica. ‘Y cuando converso con un club, no me comprometo con otro’”, nos dijo”, añadió.
“El campeonato ganado con Hoyos no les gustó ni a los propios hinchas”
Vargas dio una mirada en perspectiva acerca de los últimos años de los azules. “La U, sin ningún lugar a dudas, Colo Colo y Católica tienen los tres mejores planteles, por las variantes y los nombres que tienen. Lo que no ha tenido la U en los últimos años es un funcionamiento; que digas ‘la U juega a esto’. Hubo momentos de buen juego y otros en que se jugó mal. Me acuerdo de que el campeonato ganado con (Ángel) Hoyos no les gustó ni a los propios hinchas de la U por cómo jugaba el equipo”, manifestó.
Asimismo, reveló cómo le afectó internamente este paso por Azul Azul. “El costo personal del estrés, de la tensión, no dormir bien... No hay día libre, la cabeza sigue trabajando. Ya lo viví el 2006 y 2007. Sabía lo que era y lo que significaba. Fueron años muy malos el 2019 y 2020. El 2019 nos arrastró con la tabla ponderada, que estaba hecha para que se fueran los últimos y fuimos los únicos que nos salvamos. Fue un desgaste personal, pero mi relación con la gente, bárbara”.
En esa misma línea, describió el esfuerzo que debieron hacer por la falta de recursos que había. “Hay para potenciar, hicimos el trabajo sucio. Equilibramos. El único campeonato que tomamos decisiones (con Rodrigo Goldberg) de principio a fin terminamos entre los tres primeros”. Y apuntó: “Estuvimos hablando, pero de los reajustes nos enteramos después, sobre la marcha. Nos adaptamos, pero nunca dijimos este equipo está para campeón, porque sabíamos de la situación en que estábamos. Era imposible pelear el campeonato, así que dijimos que íbamos a pelear copas internacionales”, complementó.
Con relación a su futuro, Vargas manifestó que no se cierra a nada. “Puedo trabajar por dos pesos o por mucho más. Estuve en Temuco, en Trasandino. Me considero un obrero del fútbol, voy a los lugares porque me gustan los proyectos y no es verso”, sentenció.
El capítulo completo, aquí: