Sergio Vargas (55) no sabe si seguirá en la U. Mañana, a través de una OPA, se revelarán los nuevos controladores de Azul Azul, quienes finalmente terminarán resolviendo el futuro de Superman. Hoy, como uno de los dos directores deportivos, asume que frente a Colo Colo puede ser su último Superclásico en el cargo.
¿Sus dos años más estresantes desde que está ligado al fútbol?
Sí, especialmente por lo que pasamos en el 2020 por el tema del descenso, que venía de la temporada pasada. Llegamos a mediados de 2019 y nos hicimos cargo de un plantel que no armamos. Estuvo toda esa presión de jugar el partido de promoción. Finalmente nos metimos en zona de copa.
¿Pensó que descendían?
No, descender, no. Pero sí en ciertos momentos veía el partido por la promoción muy cerca.
¿Es más fácil ser dirigente o futbolista?
Es más fácil ser futbolista que dirigente; se disfruta más. Cuando eres futbolista, los resultados pasan por tus manos, en mi caso... como dirigente no juegas. Tu situación está en la manos de otros muchachos.
¿Se condiciona su rol de ídolo por ser dirigente de Azul Azul?
No. Para alguna gente quizás nunca fui ídolo, pero los que te consideran ídolo lo hacen en todas las situaciones. El ídolo también tiene que ver con el nivel futbolístico y las emociones. No se razona. Para la gente que soy un ídolo hoy, siempre lo seré.
Muchos lo acusan de venderse a Azul Azul…
Si es por eso, me vendí a la Corfuch, me vendí al síndico porque también trabajé en la quiebra y le puse el hombro cuando muchos arrancaron. Y el día de mañana, cualquier ídolo o referente que trabaje en Azul Azul será un vendido. El hincha no tiene raciocinio muchas veces. Yo siempre me brindé por la U, independiente de los administradores.
¿Siente que lo ha hecho bien como director deportivo?
Creo que ha sido positivo. Ha sido una gestión clara, honesta. En relación a eso, llegamos a mediados de 2019, con plantel conformado. En 2019, cuando tuvimos algo de injerencia, trajimos tres refuerzos: Leo Fernández, Osvaldo González y Riquelme. Solo estuvimos en el 2020. Es decir, tenemos un campeonato y medio en el que afrontamos una rebaja presupuestaria importante, que era un riesgo pensando que venías de pelear el descenso. La gestión, si uno lo evalúa en relación a equilibrar las finanzas, creo que fue buena. A diferencia de otros directores deportivos, nosotros nos tuvimos que adaptar a una reducción importante que limitó nuestra gestión. Sabemos sí que hay una deuda en el nivel futbolístico.
¿Pueden convivir dos directores deportivos en un mismo club?
Hemos tenido diferentes opiniones, pero las conversamos y llegamos a un acuerdo. Eso nos ha permitido trabajar de buena manera. Rodrigo (Goldberg) y yo tenemos diferentes capacidades. Yo me enfoco más en lo técnico, la visualización de los jugadores, en los contratos, en la negociación. Rodrigo está más en la etapa administrativa, operativa, presupuestaria. En la parte final, participamos los dos de las dos partes.
¿Se arrepiente de alguna decisión?
No. Uno tiene que ver los elementos que tenía para tomar la decisión. Con el diario del lunes, es fácil. Quizás me equivoqué, pero siempre fui honesto.
¿Lo más tenso fue sacar a Herrera?
Nos tocó lidiar con el tema de Herrera, pero también se fueron otros jugadores importantes que ganaron mucho. Siempre esos son momentos difíciles. Creo que se hizo de manera correcta.
Herrera lo ha criticado en reiteradas oportunidades…
Herrera hace muchísimos años que viene criticando a mucha gente, incluyendo a otros exjugadores. A Rivarola, a Víctor Hugo Castañeda, que son jugadores que dieron mucho por la U. No me molesta, para nada. Me resbala lo que pueda llegar a decir Johnny Herrera.
¿Le dijo a Herrera todo esto en su cara?
O sea, más que decirle en su cara, nosotros tuvimos una reunión en la que nos juntamos con Navarrete y Goldberg. Le comunicamos la decisión del club, que como directorio fue unánime, y le ofrecimos una despedida. Retiramos la camiseta 25. Él no aceptó la despedida, quería seguir jugando.
¿Y lo que dice Herrera de usted se lo ha planteado a la cara?
No, no. Nosotros tuvimos un par de reuniones de otra índole y generalmente era para hablar de las declaraciones que él realizaba. No era un tema personal, tampoco.
Se fueron jugadores como Beausejour, Rodríguez. ¿Son un equipo sin peso ni experiencia?
No, tenemos un buen equilibrio. Tenemos un par de jugadores de buena edad y buen recorrido futbolístico. Tenemos a De Paul, Arias, Osvaldo, el mismo Casanova. Espinoza, Cañete, Larrivey… En 2019 tomamos un equipo con el 27% de jugadores formados en casa, con promedio de 27 años. Hoy, en 2021, tenemos 42% de los jugadores formados en casa. Lo hemos podido lograr.
¿Qué tenía Dudamel para convencerlos?
La experiencia que tuvo en la selección de Venezuela, con la Sub 20 llegó a una final de un Mundial. Eso es algo importante pensando que llegó con Venezuela, no con Brasil. Fuimos averiguando, analizando la forma de jugar. Después de varias opciones, se decidió ir por él.
¿Ha cumplido Dudamel?
Teníamos confianza en su trabajo. Igualmente, cuando llega al club nuestra situación no era fácil. El equipo no tenía los resultados que nosotros queríamos y por eso se hace el cambio. Costó ganar, empatamos mucho. Los últimos partidos zafamos. Ahora está el inicio del otro torneo. Estamos con toda la expectativa. Tenemos un plantel más equilibrado en todas sus líneas, con mayores alternativas.
¿Le gusta como juega la U?
Debemos mejorar el nivel futbolístico que tenemos actualmente. La gente de la U requiere de otra calidad futbolística, de poder lograr un mejor funcionamiento y sobretodo creo que nos falta poder generar circuitos de juego que nos permitan generarnos más situaciones de gol por partido. Somos un equipo al que no nos llegan mucho, pero como que nos falta la otra parte. En eso está trabajando Dudamel.
¿Ha cumplido las expectativas el DT?
A ver, en relación a eso.... (silencio)
El silencio delata, Sergio…
No, estoy buscando las palabras porque después sale de acá el titular. Creo que este 2020 se debe ver el trabajo de Dudamel y la gestión para lograr que el equipo le dé tranquilidad y confianza a los hinchas. El año pasado fue muy tenso, sobre todo al final del año. No importaba jugar bien, importaban los resultados. Los jugadores jugaban a no equivocarse más que a crear. Muchas veces era muy difícil lograr un nivel futbolístico. Ahora es el momento para encontrar el nivel futbolístico que todos queremos en la U.
Dudamel ya no tendrá la excusa de jugar con la presión del descenso….
Claro. Ya tiene el tiempo, el conocimiento del medio, ya va para seis meses que está en Chile. Esperemos que además de eso pueda lograr un buen funcionamiento.
Dudamel lo increpa a usted y Goldberg por los refuerzos en una conferencia. ¿Le sorprendió?
Sí, me sorprendió. Pero ya es un tema que pasó, ya se dio vuelta la página. Estamos en otra. Lo importante es lo que haga él con el equipo, que el equipo funcione.
¿La relación volvió a ser la misma con el DT?
No, conversábamos mucho más antes de lo que conversamos ahora.
¿Romper una cuarentena no es motivo suficiente para despedirlo?
Él lo reconoció y dio disculpas por el error. Nosotros creímos en ese momento que no ameritaba desvincularlo. Además, por la situación que está viviendo el club, en esta etapa de transición mientras llegan los nuevos controladores, tampoco se pueden tomar decisiones tan importantes.
¿Le preocupa el futuro de la U con los nuevos inversionistas?
No, no me preocupa. No sé quienes son. Hay que conocer el proyecto. Me imagino que lo vienen a hacer bien.
¿Hasta cuándo trabaja en el club?
No lo sé. Nosotros somos directores. Me imagino que cuando entren los nuevos directores, saldremos nosotros. Pero nosotros tenemos labores en el tema deportivo. Yo trabajaré hasta que me digan lo contrario. Y si sigo, seguiré con el mismo compromiso, con las mismas ganas. Creo que se han hecho buenas cosas. Estamos enfocados en un proyecto y todo eso tiene un proceso de maduración para que se vean los frutos.
¿Cuánto tiempo más necesita para que se vean los frutos de su proyecto?
El 2021 tenemos el 42% del fútbol formativo en el plantel. En el año 2022, ese porcentaje tendría que estar entre el 50% y el 60%. En 2019 el costo del plantel era casi nueve mil millones de pesos al año y en 2022 estará en menos de tres mil al año. Se bajó la edad, se subió el promedio de jugadores formados en casa y se bajaron los costos de la plantilla. Además somos competitivos. Tenemos que ir por el torneo.
¿Usted tiene los méritos para seguir?
Es que mirando los números, hubo una rebaja considerable del presupuesto. Nosotros tuvimos injerencia en el 2020 y los objetivos eran estar en copas internacionales y subir el promedio de los jugadores formados en casa para sentar las bases para los próximos años. Y en eso hemos cumplido.
¿Le preocupa su futuro laboral?
No, es que no es algo que esté en mis manos. Lo único que depende de mí, si es que lo piden, es mostrar el trabajo. Y por eso te doy muchos datos porque uno desde lo subjetivo puede decir lo mío fue fantástico, pero ahí están los datos. Soy el primero que quiere salir campeón, pero salir de una zona de descenso al tercer lugar es valorable.
Usted tenía estabilidad laboral en los medios. ¿No fue una mala decisión ir a la U?
Estar en la U nunca será una mala decisión. Yo quiero a la U y me muero por estar aquí. Siempre voy a estar para la U, pase lo que pase.
Hoy es Colo Colo. ¿Ganarle sería un cierre soñado para la era Heller?
Sí, sería maravilloso, extraordinario. Tantos años sin ganar allá. Yo estuve en muchos triunfos en el Monumental. La primera vez que ganó la U allá, en el año 93, yo era el arquero. Y la última vez que ganamos, yo estaba en el plantel. En 2001 no lo jugué porque estaba lesionado.
Usted lo vivió como futbolista y ahora como dirigente. ¿Cómo justifica esta racha?
Buscarle una explicación es difícil. En casi 20 años pasaron infinidad de entrenadores, centenares de futbolistas y en diferentes momentos. Y no se ha logrado ganar.
¿La cabeza influye en el Monumental?
Jugar en el Monumental no es lo mismo que jugar en cualquier cancha. Me acuerdo que siempre Arturo Salah nos decía: ‘cuando jueguen en el Monumental, lo ideal es que la gente esté callada. Si la gente está callada es porque ustedes están controlando el partido. Tengan la pelota, háganla correr’. Tiene que ver mucho con un tema de personalidad, de que ellos sientan que la gente de la U juega con personalidad.
¿Esta U tiene esa personalidad?
Sí, la veo bien, la veo confiada. Hay muchachos maduros, muchachos jóvenes, con muchas ganas de romper la racha.
¿Jugar sin público les favorece?
No sé, es que son tan raros los partidos sin público. Uno no sabe si estás jugando bien o mal. Es como un partido de práctica.