La sexta etapa del Giro de Italia queda en manos de Fausto Masnada

Los ciclistas locales fueron los protagonistas este jueves en la sexta etapa del Giro de Italia, con victoria para Fausto Masnada en esta jornada y Valerio Conti colocándose como nuevo líder de la clasificación general.

Masnada, del equipo Androni, y Conti, del UAE Emirates, llegaron casi juntos a San Giovanni Rotondo, meta de esta larga etapa de 238 kilómetros.

Masnada y Conti consiguieron distanciar en la entrada en los últimos 30 kilómetros a sus once compañeros de una escapada que venía desde lejos.

El español José Joaquín Rojas finalizó tercero en la etapa, en cabeza de un trío de perseguidores, a 38 segundos.

El esloveno Primoz Roglic, que llevaba la 'maglia rosa' de líder de la general, se cayó en el inicio de la etapa junto a otros corredores (Rafal Majka e Ilnur Zakarin, principalmente). Con el pantalón desgarrado en la zona del glúteo derecho, Roglic pudo recuperar unos minutos más tarde su lugar en el pelotón.

Su equipo, el Jumbo, controló la escapada a distancia, no dejando que se fuera más de cinco minutos habitualmente, antes de dejarla ir en la parte final, lo que le permitió terminar con más de siete minutos.

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Valerio Conti tras la sexta etapa del Giro de Italia. Foto: AFP.[/caption]

Conti, de 26 años, consiguió la primera "maglia rosa" de su carrera. El ciclista romano, profesional desde 2014, disputa el Giro por cuarta vez y el año pasado finalizó vigesimocuarto.

En la general, Conti, que ganó una etapa en la Vuelta a España de 2016, cuenta ahora con más de 5 minutos de ventaja sobre los favoritos para la victoria final.

Masnada, de 25 años, está teniendo una gran temporada. Destacó a principios de abril en la Vuelta a Sicilia y luego ganó dos etapas en el Tour de los Alpes, antes de dar ahora al Androni, el equipo de Gianni Savio, su primer triunfo de etapa en el Giro desde 2012.

El viernes, el Giro de Italia pone rumbo al norte con la séptima etapa, que en 185 kilómetros llevará al pelotón de Vasto, a orillas del Adriático, hasta L'Aquila.

La carretera se pone en pendiente en varias fases para subir a los Abruzos, una región todavía marcada por el sismo de 2009, que provocó 309 muertos. El final, con un perfil accidentado, termina con un último kilómetro en pendiente (7%), en el corazón de la ciudad.