“Si Alonso no hubiera sido diplomático, Unión Española tendría su primera Libertadores”: las sabrosas historias de los rojos de Santa Laura
El periodista Felipe Risco Cataldo lanzó recientemente el libro Partidos Gloriosos de Unión Española, la fascinante historia de diez encuentros memorables. Una obra que recorre episodios inolvidables para los hinchas del cuadro hispano, que este sábado cumple 127 años de existencia.
Este sábado 18 de mayo, Unión Española cumple 127 años. Es, por tanto, uno de los clubes con más historia del fútbol chileno, con capítulos inolvidables a lo largo de su centenaria tradición. Y es precisamente lo que rescató el periodista y furibundo hincha Felipe Risco Cataldo con la publicación de Partidos Gloriosos de Unión Española, la fascinante historia de diez encuentros memorables.
“Como el nombre lo indica, son los partidos que le dieron gloria al club, algún título o que marcaron algún hito. Todos tienen un porqué, porque te marcan una gloria. No necesariamente son los mejores partidos, muchos no fueron tan bien jugados, pero se logró el objetivo, que era ser campeón o algún hito. Más que nada por eso, porque la gloria tiene que ver con la trascendencia y esos partidos trascendieron y hasta el día de hoy se recuerdan”, explica el autor de esta autoedición.
Aquellos cotejos destacados comienzan en 1943 con el triunfo por 3-1 de los hispanos sobre Green Cross, que les dio su primera estrella, y culmina en 2013, con el título del Torneo de Transición conseguido en el Estadio Santa Laura tras derrotar a Colo Colo en el último duelo del torneo. Entremedio, hay gestas inolvidables como el empate 1-1 frente a Universitario en las semifinales Copa Libertadores de 1975 y el 1-0 sobre Independiente de Avellaneda en Santiago, en la final de ida de esa misma edición.
En el texto, de 239 páginas, su autor expone detalles desconocidos de aquellas gestas, afirmado en el testimonio de más de 35 entrevistados, desde Raúl Cárcamo, gloria del equipo de 1951, pasando por las figuras de los 70 y los astros más contemporáneos, quienes entregan sabrosísimas anécdotas. “El capítulo que más me gustó fue el de Universitario, porque era un partido en un contexto político bien complejo no solo por lo que sucedía en Chile. En esos años estuvieron a punto de irse a guerra con Perú. Imagina que Pinochet le mandó un fax al equipo antes del encuentro deseándole lo mejor y el presidente peruano (Juan) Velasco Alvarado también estaba metido. La gente recibió al equipo con pañuelos blancos y después la Junta completa recibió a Unión por haber vencido a un representante de Perú. Esa batalla la ganó Chile y Pinochet se lo reconoció a los jugadores”, señala Risco.
Precisamente de ese encuentro se describe una desopilante conversación entre Sergio Ahumada, Mario Soto y Augusto Pinochet, durante la recepción que la Junta Militar le brindó al plantel tras eliminar a la U peruana. El intercambio es descrito de la siguiente forma:
—Oiga, iñor, ¿cuándo va a bajar la bencina? —lo encara serio y cortante el delantero, uno de los más famosos del plantel y dueño de un carácter bastante singular.
—No se preocupe, porque en septiembre bajará a tres pesos —le responde el comandante en jefe del Ejército, confirmando el reemplazo de la moneda oficial con la llegada del peso por el escudo.
—Chis, parece que usted nunca jugó a la pelota —vuelve a enrostrarlo el Negro, cambiando bruscamente de tema.
—En mis tiempos jugué básquetbol —le responde el anfitrión, sin ánimo de discutir.
—Por eso el básquetbol nunca progresó en Chile —remata Mario Soto en tono de broma, interviniendo en la conversación.
—Esa sí que fue buena, esa sí que fue buena —repite el general palmoteando el hombro de Soto, aunque, evidentemente incómodo, opta por alejarse del puntudo grupo. Luego del incómodo diálogo y de los saludos de rigor, Pinochet ofrece una copa de champaña a los ilustres invitados y realiza un brindis en medio de una recepción que dura media hora (12:00-12:30).
La revancha de Locutín
Ese equipo de Santa Laura tuvo en Luis Santibáñez a su gran artífice. El entrañable Locutín dejó, años antes de su fallecimiento en 2008, su testimonio en una entrevista con Risco en la que recuerda esa campaña y su breve despido el año anterior, tras una mala racha. “Abel (Alonso) me mandó a buscar cuando estaba a punto de clasificar con Ovalle a la liguilla para ascender (a Primera División). Yo le dije: ‘Abel, si no clasifico me voy altiro; de lo contrario, me tengo que quedar’. ‘Bueno, esperemos, pero si no accedes a la liguilla, al día siguiente estás en Unión’, me dijo con su tono español. Y resulta que perdimos la clasificación en el último partido, debido a un penal errado por el Chico Quiroz”, comentaba el DT sobre cómo se originó su revancha. Y, por supuesto, en su particular estilo contó cuál fue la fórmula para el repunte: “Los paré bien nomás, poh, hueón”.
En el texto hay diversos testimonios. Risco destaca los del capítulo de la final con Independiente. “Hay mucha leyenda respecto de ese partido, principalmente lo que pasa en el entretiempo. Le lanzan unos pernos a los árbitros y el árbitro principal se va sangrando el vestuario y dice ‘ya, se terminó, no se juega más’. Santibáñez, en su lenguaje, dice que a patadas en la raja lo suben de vuelta. Y sí, siempre se habló mucho de eso, pero Abel Alonso, dice que los dirigentes de Independiente lo convencieron para que hablara con los árbitros. Entonces, si le damos credibilidad a ese testimonio de Alonso, todo lo demás pasa a ser leyenda. Se decía que al árbitro lo habrían amenazado con pistola, que lo habrían presionado, que le habrían ofrecido plata al árbitro... Todo eso queda atrás. Ahora, si Alonso no hubiera sido tan diplomático, a lo mejor Unión Española tendría la primera Copa Libertadores de América. Pero bueno, así se escribe la historia. Y bueno, Alonso fue decente, bajó y convenció al árbitro de que siguiera el partido”, plantea.
En Santiago, Unión venció 1-0 al Rojo de Avellaneda, con Sergio Ahumada como héroe. Sin embargo, en la revancha en Argentina, el Negro falló un gol en inmejorable posición, que pudo significar el empate y el título. “Alonso y Santibáñez lo remarcan en el libro. De hecho, no pueden creer cómo se pierde ese gol, que significaba el empate transitorio y el título continental de Unión Española. Entonces, eso también hay que destacarlo, porque claro, se perdió en parte por el árbitro, pero también por ese gol que perdió Ahumada”, apunta Risco.
El libro, cuyo precio oscila entre $ 15.000 y $ 17.000, cuenta con un prólogo del destacado escritor deportivo José Antonio Lizana, quien recientemente reeditó su obra Rayando la Cancha. El texto de Risco se puede encontrar en tienda Tifossi, Catenaccio, Benny Libros, Cyhstore.cl y en librerías del eje de Avenida Providencia.
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