“Si el Mundial empezaba ese día, lo ganábamos”: histórico de la Roja revela desconocida arenga de Marcelo Bielsa en Sudáfrica

El 27 de febrero de 2010 se vivió una de las catástrofes más terribles que han azotado a Chile. Esa noche, un terremoto 8.8 en la escala de Ritcher sacudió las costa centro-sur del país. En esa jornada, además, se dio una emotiva imagen entre los escombros. Fue Bruno Sandoval, en Pelluhue, Región del Maule, localidad que fue arrasada por el tsunami, quien dio la vuelta al mundo inmortalizado en una imagen donde levantaba la bandera nacional de entre los escombros. Desde el mundo del fútbol se realizaron diversos gestos para enviar fuerzas y ayuda a la nación.

“La bandera representa lo que le pasó a Chile. Está sucia, rota, embarrada. La desenterré. Roberto (Candia) me indica que me quede un rato con ella en la mano. Yo pensaba que era una señal de que Chile todavía está en pie y la bandera arriba”, contó Sandoval.

Meses después del sismo, en mayo, Daniel Marín, el dueño del emblema, se lo dio a Harold Mayne-Nicholls, entonces presidente de la ANFP, con el fin de que esta fuera izada en el lugar de concentración de la Roja. De esta forma, cuando la comitiva nacional llegó a Nelspruit, fue ubicada a un costado del campo de entrenamiento. El gesto, a 14 años del momento, es recordado por los futbolistas del plantel. “Cuando aterrizamos en Sudáfrica nos fuimos a hacer la merienda y Bielsa nos convoca a una reunión. Él era un entrenador de pocas palabras. Las arengas las hacía Bonini. Pero ese día nos empezó a decir que éramos privilegiados de estar en un Mundial, de haber sido elegido en un universo de más de 100 jugadores y dentro de ello nos comenta que tenemos que entregarle a la gente lo que había perdido todo”, recuerda Pablo Contreras, en la serie documental de La Tercera y La Cuarta, Colgar los Botines Dorados.

“Éramos los encargados de darle felicidad y tranquilidad a las personas. Después de todo eso, Marcelo nos dice que él también se siente identificado con el país, nos incita a pensar en nuestras familias y en quienes lo pasaron mal. Nos dijo que miremos el asta que estaba a un lado del lugar de prácticas y al ver, estaba la histórica bandera del chico del sur, que la rescató entre los escombros. Fue algo tan emotivo que si el Mundial empezaba esa noche, lo ganábamos”, agrega el exdefensor.

El momento también persiste en la memoria de Waldo Ponce. “Estábamos claros de lo que significaba, lo que había pasado con el terremoto, pero después de retirado uno asimila todo. El cuerpo técnico recalcaba algunas situaciones. Además teníamos la bandera del chico del sur colgada al lado del campo de entrenamiento. Estaba ahí, en un mástil”, rememora.

“Recuerdo la charla previa al Mundial, donde Marcelo nos dijo que éramos privilegiados de estar ahí. Nos comentó que todo los triunfos y las alegrías de estar ahí debían ser para toda la gente que desinteresadamente estaba con nosotros. Lo más lindo de esto es haber cantado el himno nacional. Es algo único. Se llevó a Sudáfrica la bandera del terremoto, estaba puesta en Nelspruit, en el mástil. Todos los días la veíamos y entendíamos el sufrimiento por el que estaba pasando el país. Queríamos revertir la situación de la gente dándole una alegría, por lo menos, desde la parte deportiva”, complementa Ismael Fuentes, quien también jugó en la cita planetaria de 2010.

El emotivo instante también caló hondo en Esteban Paredes. Un elemento que todos los futbolistas recuerdan, además, es que Bielsa enfatizaba en los privilegios que significaba para ellos estar en Sudáfrica, ad portas del torneo de los mejores. “La arenga con la bandera fue algo que nos tocó mucho. Nos dijo que éramos unos privilegiados por estar ahí. Nos tocó la sensibilidad. La gente había sufrido. Ese mensaje nos llegó tanto que dijimos ‘hay que darle una alegría a todos los que perdieron a sus seres queridos’. Yo hoy trabajo en Santiago Morning y también les inculco que son privilegiados y deben cuidar el trabajo que tienen”, explica el exgoleador.