Siete campañas que marcaron la historia de Colo Colo

Colo Colo

Victorias memorables y derrotas dolorosas. Abrazos y llanto. En sus 95 años de vida, un repaso por los torneos y planteles que perdurarán por siempre en la memoria de los albos.



Caszely, Barticciotto, Paredes, Chamaco o Robledo. Mirko Jozic, Luis Álamos, Claudio Borghi o Francisco Platko. Colo Colo ha construido una rica historia. 32 títulos de Primera , una Copa Libertadores y 12 Copa Chile cierran cualquier discusión. Parece imposible elegir solo once jugadores o un solo entrenador en 95 años. Sí es posible escoger campañas que quedaron guardadas para siempre en las páginas doradas del club y en la memoria de los hinchas, que fueron contando de generación en generación los goles, títulos y, en algunos casos, frustraciones que son recordadas hasta hoy.

1937 y 1941: campeón invicto

Solo en tres oportunidades un equipo de Primera ha podido coronarse sin perder un solo partido: Magallanes en 1934 y el Cacique en 1937 y 1941. El primero comandado con figuras como el entrenador y jugador Arturo Torres, que venía de ser tricampeón con Magallanes; Enrique Sorrel, goleador del equipo con 14 anotaciones y los hermanos Carlos y Manuel Arancibia. Los albos ganaron nueve partidos y empataron tres. En tanto, en 1941, bajo la conducción del adiestrador húngaro Francisco Platko, Colo Colo volvió a hacer historia al quedarse con el título sin caídas, con 13 triunfos y cuatro empates. Los 17 goles de Alfonso Domínguez, máximo artillero del equipo ese año, contribuyeron a una nueva estrella en el cielo del Cacique.

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Plantel de Colo Colo 1941

1963: un equipo goleador

En una década que estuvo marcada por el dominio del Ballet Azul, Colo Colo supo ser campeón a punta de goles: marcaron 103 anotaciones y es el monarca que más tantos ha convertido en una temporada regular (en 1962 la U convirtió 105, pero jugó un compromiso más para definir el torneo). Con la experiencia mundialista de Misael Escuti, Humberto Cruz, Mario Moreno, Hugo Lepe, Mario Ortiz y, además, un joven Francisco Chamaco Valdés, los albos brillaron en las distintas canchas del país. Pero un equipo histórico debía contar con un goleador que estuviera a la altura. Luis Hernán Álvarez no destiñó y también se metió en los libros de récords del fútbol chileno: 37 goles en un torneo, marca todavía vigente. Había que hacer méritos para poder quitarle títulos al Ballet Azul y, ese año, el Cacique los tuvo de sobra.

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1973: el año en que rozó la gloria

“Toda la culpa es de Gálvez (presidente de Colo Colo), por no querer pagarles a los árbitros brasileños que, incluso, se quedaron en el mismo hotel del equipo. Sin embargo, la obsesión de él era el estadio y no quería gastar”, relata el mítico Leonel Herrera a La Tercera en una nota publicada en 2013, explicando los motivos por los que los albos no se pudieron quedar con la Copa Libertadores en 1973, cayendo en tres finales ante Independiente de Avellaneda. Pese a los triunfos históricos de ese plantel y a la unión que generó el equipo en un contexto sumamente tenso para el país, la herida nunca se pudo cerrar en jugadores e hinchas. El equipo del Zorro Álamos mereció tocar la gloria máxima del continente, la rozó de forma literal, pero no pudo. Un gol ilícito cobrado en contra en Argentina y otro anulado sin explicación a Carlos Caszely en Santiago privaron a Colo Colo de cerrar con broche de oro una campaña soñada.

A pesar del dolor, ese torneo quedará en la memoria también por registrarse el primer triunfo de un equipo chileno en Brasil, goleadas a Unión Española, Nacional de Ecuador y Emelec, y el mítico tanto del “se pasó, se pasó”, coreado al mencionado Caszely por un repleto Estadio Nacional. Además del Chino, figuras como Chamaco Valdés, Mario Galindo, Rafael González, Leonardo Véliz, entre otros, mostraron todo su talento ante los ojos del continente. Pero el destino fue todavía más cruel con ese equipo, porque el campeón de la liga local ese año fue la Unión Española. Colo Colo brilló, pero no pudo gritar campeón.

1991: la copa se mira y se toca

El 5 de junio de 1991 quedará marcando como el día en que se consiguió el máximo logro a nivel de clubes en el fútbol chileno: la obtención de una, a esas alturas, esquiva Copa Libertadores. Una noche con un sorpresivo héroe como Luis Pérez, quien anotó dos tantos en el 3-0 sobre Olimpia, de Paraguay. El rigor de Mirko Jozic daba frutos con un plantel que, con ese título, aseguró un lugar en la historia grande del club. Hablar de nombres como Daniel Morón, Lizardo Garrido, Jaime Pizarro y Marcelo Barticciotto es mencionar a jugadores que son y seguirán siendo idolatrados por los fanáticos del Cacique. Cruces superados ante Universitario de Perú en octavos, contra Nacional de Uruguay en cuartos y una inolvidable y polémica semifinal ante Boca Juniors, configuraron una copa llena de garra y buen fútbol.

Pero ese plantel no solo consiguió la gloria continental, sino que también extendió la buena racha y se coronó tricampeón del fútbol chileno, igualando la marca de Magallanes en 1933, 1934 y 1935, en un proceso que fue comenzado por Arturo Salah y terminado por el adiestrador nacido en Yugoslavia.

2002: campeón en la quiebra

Sin dinero y lejos de las figuras de siempre. Por primera vez Colo Colo no era uno de los grandes favoritos para ser campeón, aunque suene una completa locura al leerlo. El 23 de enero de 2002 se materializaba la quiebra del club y todo era incertidumbre. Se hablaba de que podía desaparecer, de vender el Monumental y se efectuó la recordada Colotón para recaudar fondos. “Todos los miércoles teníamos que ir a jugar partidos a distintos lugares, promocionar la Colotón a programas como Venga Conmigo, bailábamos Axé en Mekano”, recordó Luis Mena hace algunas semanas en una entrevista al sitio Dalealbo.

En lo futbolístico, luego de un primer semestre en el que fueron eliminados por Rangers en semis, Jaime Pizarro, entrenador en ese entonces del Cacique, armó un plantel de 21 jugadores, en el que 14 provenían de la cantera. Liderados por Marcelo Espina, el equipo fue tomando confianza y emergieron jóvenes figuras como Eduado Lobos, Manuel Neira, Luis Ignacio Quinteros, David Hanríquez, Braulio Leal, entre otros. Los dirigidos por el Kaiser Pizarro superaron la fase regular con comodidad. Luego, en la fase final, dejaron en el camino a Unión Española, Cobresal y Cobreloa, para jugar la final ante la Universidad Católica, vigente campeón. Ahí, Colo Colo impuso su historia para vencer con categoría por 2-0 en la ida en el Monumental y 2-3 (para los albos) en la vuelta en el Nacional. La estrella 23 tuvo un sabor especial.

2006: el último gran equipo

Las dos postales que resumen ese año del Cacique son Miguel Aceval celebrando el penal convertido para darles el título ante la U y Matías Fernández, quien sería el mejor de América ese año, llorando desconsolado tras perder la final de la Copa Sudamericana ante el Pachuca. El cuadro dirigido por el Bichi Borghi era un equipo lujoso dentro de la cancha y que, por momentos, no tuvo rivales. En Chile inició una racha que acabó con un tetracampeonato histórico en diciembre de 2007, ya sin Humberto Suazo, sin Alexis Sánchez, sin Claudio Bravo ni Jorge Valdivia, por nombrar algunos. Supo reinventarse en el éxito.

Recordadas fueron las gambetas del mencionado Fernández en esa Sudamericana 2006, alabadas por las transmisiones internacionales y odiadas por los rivales, que en más de una oportunidad castigaron al volante albo. Luego de superar a Huachipato, Coronel Bolognesi de Perú (dirigido por Jorge Sampaoli) y Alajuelense de Costa Rica, fueron un espectáculo ante Gimnasia de La Plata y Toluca, con rutilantes triunfos en Argentina y México respectivamente. Hasta que llegó la final con Pachuca. Otra herida más que los hinchas y jugadores nunca han podido sanar. La única deuda de ese Colo Colo.

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