Siete para Cornejo
El iquiqueño, séptimo en la general, destaca al igual que Quintanilla, que es segundo. Aunque abandonó Guldman, el líder Sunderland también se fue.
Entre tanta velocidad, una moto detenida en medio de las dunas; un piloto quieto, incapaz de hacer un movimiento; el número uno en el carenado aumenta el drama: el británico Sam Sunderland, el campeón de 2017, el hasta ese momento líder de la edición 2018, abandonaba la carrera. Minutos antes, el inglés había tenido un accidente, sintió algo extraño en la espalda, pero siguió su camino. A los pocos kilómetros no podía moverse.
La cuarta etapa del Dakar, un loop larguísimo, de 444 kilómetros totales, en San Juan de Marcona, dejó en el camino a Sunderland, puso en el liderato al francés Adrien van Beveren y como escolta al sanantonino Pablo Quintanilla.
Pero no sólo ellos son protagonistas. Hay un nombre que está destacando: José Ignacio Cornejo.
Ya lo hizo el año pasado: fue el mejor chileno en la edición 2017, un hecho que pasó casi inadvertido, al punto de no poder conseguir auspicios para participar este año. Y eso que fue también campeón del mundo juvenil de rally cross country hace dos temporadas.
La renuncia de Paulo Gonçalves le abrió la puerta de Honda y en terreno ha sabido aprovechar la moto oficial. El iquiqueño ayer fue séptimo y se ubicó en esa misma posición en la clasificación general.
"En un punto nos equivocamos en la ruta, pero varios pudimos recuperarnos y seguimos bien hasta el final, varios se confundieron, pero yo pude acelerar ahí y llegar hasta el séptimo puesto de la general, fue un día difícil, pero lo sacamos adelante", explicó el nortino.
"Mañana (hoy) se viene difícil, dicen que si no es la más difícil, es una de las más complicadas del rally, así es que ya estamos preparándonos para descansar y que vaya todo bien mañana, solamente queda agradecer a los que nos apoyan desde Chile y al equipo Honda por la oportunidad y la ayuda que nos da todos los días", comenta Cornejo.
También festeja Quintanilla, nuevo sublíder. Aunque se perdió en un par de oportunidades, no lo hizo en solitario y, pese a que también sufrió un recalentamiento de su máquina, el francés Van Beveren no se le alejó tanto.
"La arena es demasiado blanda por el calor, la moto se chupa y cuesta tomar velocidad. Mantuve la calma y salí de los malos momentos", relata el nacional.
La mala noticia de la jornada fue el primer abandono de un piloto chileno. Es Cristóbal Guldman, quien dañó su moto al chocar contra una roca. Ya son sólo siete los que restan en competición, tres de ellos sobre dos ruedas.
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