Los presidentes de los clubes de la Segunda División Profesional de Chile se reunirán mañana con la ANFP en la sede del organismo en Quilín. El objetivo, derogar el acuerdo aprobado por el Consejo de Presidentes en 2017 (y firmado entonces por el propio Sifup: ver documento adjunto) que obliga a los conjuntos de dicha categoría a contar en sus filas únicamente con futbolistas menores de 23 años. Una medida que dejaría, por cierto, a tres cuartas partes de los jugadores de Segunda cesantes.

El objetivo que manejaba el Consejo con esta normativa era disminuir gradualmente el límite de edad en la tercera categoría del balompié profesional. El primer paso se dio en 2018, fijando la barrera de edad máxima en los 25 años (con cuatro excepciones y un extranjero), pero la nueva reducción impuesta para la presente temporada ha terminado por colmar la paciencia de clubes y Sindicato.

"Es imposible seguir el torneo cuando ya pasaron casi tres meses del término de la Segunda Profesional y aún no hay nada. Los capitanes de los equipos de Primera y Primera B ya respaldaron la medida", confiesa a La Tercera Gamadiel García, presidente del Sifup.

Una posición firme en forma de ultimátum que amenaza con paralizar el fútbol en todas las categorías este fin de semana de no surtir ningún efecto la cumbre que mañana tendrá lugar en Quilín.