Inmediatamente después de la aprobación de la polémica regla de transformar el campeonato de Segunda División en una categoría Sub 23, el Sifup manifestó su descontento con un potente comunicado en donde anuncia cuáles serán sus próximos pasos. El escrito contiene ocho puntos y detalla el paso a paso de las conversaciones con la ANFP para frenar esta medida.
“El 5 de noviembre, antes que se iniciaran las discusiones de las bases de los tres Campeonatos Nacionales, enviamos un documento al directorio de la ANFP firmado por los 46 capitanes de todos los equipos profesionales con propuestas de nuestro gremio, considerando que los futbolistas son los actores principales de la competencia y solicitando una reunión con el único objetivo de aportar a la discusión”, comienza señalando.
“Esta reunión se concretó recién el 3 de diciembre, tras nuestra insistencia en que fuésemos escuchados, cuando ya las bases de Primera División y Primera B habían sido aprobadas por el Consejo de Presidentes. A esta cita acudió todo nuestro directorio junto a nuestro abogado, mientras que por parte de la ANFP participaron sólo Pablo Milad y el Gerente de Ligas Yamal Rajab, llamándonos la atención que no lo acompañara nadie de su directorio, ni tampoco el Oficial de Cumplimiento y el Secretario Ejecutivo de la Asociación, como había ocurrido en todas las reuniones que hemos mantenido con la actual mesa de la Asociación”, prosigue.
Asimismo, establece que la ANFP no cumplió el compromiso que suscribió en aquella cita. “En dicho encuentro, tanto Milad como Yamal Rajab se comprometieron a plantear varios puntos de nuestro petitorio, pero finalmente ninguno se llevó a cabo”, denuncian.
Por otro lado, lamentan la postura de los clubes que impulsaron la medida. “Al pasar los días, nos enteramos por la prensa de la idea de 7 clubes de transformar la Segunda División en una categoría Sub-23 (nacidos año 2002) y filial, retroceso que rompe completamente lo logrado para este año en que la División fue libre de edad. Esta medida provocará un importante aumento en la cesantía entre nuestros asociados y constituye una medida ilegal, arbitraria e inconstitucional dado lo dispuesto en el art. 2 del Código del Trabajo que estipula expresamente que la discriminación por edad es un acto contrario a los principios laborales, norma que va de la mano con lo establecido en el art. 19 N° 16 de la Constitución”, cuestionan.
Siguiendo esa lógica, fustigan la explicación dada por estas instituciones: “El argumento central de estos clubes es que esta política va a ayudar a desarrollar el fútbol joven en nuestro país, lo que es una paradoja considerando que la mayoría de estos clubes no trabajan las series menores ni tampoco cumplen con la licencia de clubes para participar en el profesionalismo. La contradicción es mayor si se considera que la ANFP anunció una disminución en los recursos para la competencia de cadetes y que una comisión del Consejo de Presidentes está analizando fusionar series, a pesar de que Pablo Milad lo descartó públicamente”.
Finalmente, revelan que se reunieron nuevamente el 9 de diciembre. “Nuevamente asistieron sólo Pablo Milad y Yamal Rajab. Ambos fueron categóricos en decir que no estaban de acuerdo con esta propuesta y rechazaban su aprobación. No obstante, con sorpresa nos enteramos de que, dos días después, el señor Rajab había enviado a los presidentes de clubes el borrador de las bases del torneo de Segunda División como una categoría Sub-23, con un absurdo límite salarial y garantía de participación de exiguos veinte millones de pesos brutos”, exponen.
“Ante esta serie de hechos es que como directorio estamos trabajando en los próximos pasos que vamos a adoptar en concordancia con todos nuestros asociados”, anuncian, junto con señalar: “Como gremio estamos muy unidos y consideramos que el fútbol no puede caer en el arbitrio del Consejo de Presidentes, puesto que el desarrollo de nuestra actividad debe estar por sobre los intereses particulares y económicos de 32 personas, tal como lo han planteado diferentes actores como son legisladores, periodistas, hinchas y organismos de la sociedad civil”.