Estados Unidos mantiene la hegemonía en el básquetbol olímpico. Desde el equipo de ensueño de Barcelona 92 hasta París 2024, solo en Atenas 2004 no se quedaron con el oro, cuando Argentina los sorprendió. El resto de las veces, siempre ganan. Esta vez no fue la excepción, ya que a Francia le propinaron un contundente 98-87.
En esta ocasión, Stephen Curry fue el gigante de la jornada, con 24 puntos y 8/12 en triples. Claro que no fue el único que brilló en la jornada sabatina. En el Arena Bercy, Kevin Durant y Devin Booker anotaron 15 unidades cada uno y, poco más atrás apareció LeBron James, una de las máximas estrellas del equipo, quien llegó a los 14 puntos (y 10 asistencias, para agrandar más sus cifras).
Agigantaba su leyenda en el momento en que los europeos se habían acercado en el marcador y quedaban 87-90. Ahí el de los Golden State Warriors catapultó el partido para disipar cualquier ápice de duda.
La fiesta en París estaba inclinada para el local. La Marsellesa sonó fuerte y también hubo brillo en elementos galos. Victor Wembanyama, por ejemplo, metió siete puntos en pocas jugadas. Pero no les alcanzó ante los norteamericanos, que en este deporte son los reyes indiscutidos.
Los mejores de la historia
En la antesala de la final, en Francia asumían su desventaja frente a los favoritos. “Tenemos una oportunidad entre 14 millones, pero vamos a aferrarnos a ella”, había dicho el capitán galo, Nicolas Batum. Esa chance entre millones no llegó.
Desde que se instauró el básquetbol en los Juegos Olímpicos, en Berlín 1936, han pasado 21 ediciones de la cita de los anillos. Desde entonces, la competencia de baloncesto la ganó Estados Unidos en 17 oportunidades. Solo en 1972 y 1988 (Unión Soviética), 1980 (Yugoslavia) y 2004 (Argentina), pudieron arrebatarle el oro al Dream Team. Ahora ni los 20 mil fanáticos pudieron presionar.