Un día antes de la vuelta contra Tottenham, Josep Guardiola se ponía el parche antes de la herida. "No vine aquí para ganar la Champions. Vine aquí para hacer jugar al equipo de la manera en la que han jugado en los últimos 20 meses", dijo en la conferencia de prensa previa. Sea o no un presagio, lo cierto es que su Manchester City quedó eliminado de la Liga de Campeones ante los Spurs. No sirvió el 4-3 para meterse en la ronda de los cuatro mejores. Aunque no lo reconozca abiertamente el técnico catalán, el objetivo de clubes que tienen un importante aval económico como el caso de los Citizens es pelear hasta las últimas en la competencia más relevante a nivel de clubes. Pero no fue así. Un nuevo fracaso continental de Pep, que lejos de Barcelona no ha podido reescribir una historia de gloria fuera del terreno local. ¿Se acabó el encanto del estratega?

Ya son ocho años los que suma Guardiola sin la Orejona entre sus brazos, tiempo prolongado si se trata de uno de los entrenadores más reputados de la historia, artífice de ese Barcelona que encantó a los fanáticos del deporte más popular. Fue en la temporada 2010-2011 cuando Pep ganó la Champions por última vez, cuando el Barça le ganó al Manchester United en Wembley. Luego se fue al Bayern Múnich, donde ganó todo a nivel doméstico pero nunca llegó siquiera a una final. Ahora con el City pasa algo similar. Es tercera temporada seguida que los Ciudadanos quedan en el camino antes de las semifinales. Primero fue el Monaco de Kylian Mbappé, luego el Liverpool de Mohamed Salah, y ahora el Tottenham de Heung-Min Son (Harry Kane estaba lesionado).

Amparado en el poder del dinero de los jeques, Pep ha podido fichar a muchos jugadores pagando cifras altísimas: 68 millones de euros por Riyad Mahrez, 65 millones de euros por el central Aymeric Laporte, 57,5 millones de euros por el lateral Benjamin Mendy, otros 55 millones de la moneda europea por el zaguero John Stones, y así suma y sigue (desde que llegó el español han gastado más de 600 millones de euros en jugadores). Aún así, quedaron eliminados ante un cuadro como el Tottenham que no gastó un solo peso en el pasado mercado de fichajes, porque el club estaba terminando la construcción de su nuevo estadio.

Mientras Guardiola no ha podido meterse en la disputa del cetro mayor, otros entrenadores, cuyos elencos no tienen la billetera del Manchester City, sí han logrado estar en la pelea, con estilos distintos pero igual de efectivos: Zinedine Zidane con el Real Madrid, Diego Simeone con el Atlético, Massimiliano Allegri con la Juventus y Jürgen Klopp con el Liverpool. Precisamente, Pep disputa palmo a palmo con los Reds del DT alemán la Premier League, que asoma como el premio de consuelo de una temporada que tenía grandes desafíos. El sueño del repoker (ganar cinco títulos en la campaña) se esfumó.

¿Sigue siendo Josep Guardiola el mejor técnico del orbe? Una pregunta que abre el debate.