Colo Colo enfrenta una dura crisis económica, producto de una serie de desaciertos administrativos. Es por eso que en las últimas semanas inició un plan de ajustes para intentar cuidar las arcas de Blanco y Negro. Si hace un par de semanas fue despedido el jefe físico Ariel Palena y no se le renovó el contrato a Gualberto Jara, en esta jornada las desvinculaciones continuaron.

En esta ocasión, la entrenadora del fútbol femenino, la ecuatoriana Vanesa Arauz, y su cuerpo técnico fueron cesados, luego de la conclusión del Torneo de Transición, donde alcanzaron las semifinales. A ellos se suma Agustín Salvatierra, adiestrador de la Sub 20 y un histórico del club. En el primer caso, la decisión fue aprobada por el directorio, pues vislumbran que la disciplina estará detenida por un largo tiempo hasta que se reanude y se estima un ahorro cercano a los $ 20 millones mensuales, por lo que la situación del plantel es absolutamente incierta.

Y si bien fueron despedidos integrantes del área técnica, no son los únicos, ya que funcionarios de menores ingresos también fueron afectados. Así debieron despedirse de sus trabajos personas que se desempeñaban en labores de aseo, atención de abonados, merchandising, comunicaciones y administrativos, algunos con mucho tiempo en el club y otros, a días de cumplir un año.

Esta ola de desvinculaciones se da justo en el momento en que Aníbal Mosa y su cúpula insisten en la insólita idea de entregarles un millonario bono a los jugadores por salvarse del descenso y pretenden someterlo a votación en el directorio ordinario de enero, comprometiendo recursos, una situación que ha desatado molestia en algunos emblemas de la institución.