Simone Biles marca la diferencia, por mucho, en su retorno a los Juegos Olímpicos. Luego de bajarse de Tokio 2020 y remecer al mundo con su decisión, en París, la gimnasta de 27 años muestra su vigencia. Ni siquiera el dolor en la pantorrilla evitó que lograra una impresionante puntuación. Su actuación coloca a Estados Unidos muy bien aspectado.
La impecable rutina en la barra de equilibrios efectuada por la norteamericana consiguió una puntuación de 14,733, o sea, la más alta del aparato. Biles salió de la pista antes de reaparecer para que le vendaran la parte inferior de la pierna izquierda “Sintió algo en el gemelo, pero eso es todo”, explicó su entrenadora, Cécile Landi. Según la head coach, su pupila ya había experimentado una dolencia similar en las semanas previas a la competición. De todas formas, descartó que la atleta llegué a salir de Francia.
La nacida en Ohio compitió en la segunda de las cinco subdivisiones de la ronda clasificatoria. Como se esperaba, logró ponerse por delante en la clasificación general individual en barra, en suelo y en salto. En las asimétricas, aparato donde nunca ha conseguido una medalla olímpica, fue superada por varias rivales. Una vez completadas las pruebas, la estadounidense respondió si se encontraba bien tras su participación. “¡Sí! Tan bien como puedo estar”, dijo. No obstante, prefirió no emitir más declaraciones. En total, Biles sumó 59,566 puntos, por delante de dos de sus compañeras, Sunisa Lee (56,132) y Jordan Chiles (56,065).
“Simone estuvo genial. Estuvo extraordinaria”, declaró Chellsie Memmel, la responsable técnica de gimnasia de USA Gymnastics. “Así es como entrena. Es decir, sale, entra en el gimnasio y hace su trabajo. Lo hizo en el podio (entrenamiento). Lo ha vuelto a hacer aquí. Es divertido verla”, complementó.
“Es una gimnasta y una persona excepcional, humana en general, y lo que ha sido capaz de hacer a pesar de que parecía que le dolía la parte inferior de la pierna. Es extraordinario”, agregó Memmel.
Celebridades y la salud mental
A París llegaron diversas personalidades a alentar a la representante de Estados Unidos. En las gradas estaban la cantante Ariana Grande, también Snoop Dog, embajador de la cita olímpica, y el afamado actor, cuatro veces nominado a los premios Óscar, Tom Cruise. De hecho, el rapero expuso su entusiasmo en su butaca. “¿Estás listo para ver a Simone?”, le preguntaron mientras entraba en el recinto. “Sí, señor”, respondió con ganas.
Durante los últimos años, más allá de la fama y el reconocimiento por sus logros deportivos, Biles se ha posicionado como una de las gimnastas que más énfasis le da a la salud mental. Si bien ganó cuatro medallas de oro y una de plata en Río 2016, con solo 19 años, en Tokio 2020 (disputados en 2021, debido a la pandemia) decidió retirarse de la competencia sin lesiones. Ese día, la gimnasta reveló que no iba a seguir compitiendo debido a un “bloqueo mental”. Desde entonces, retornó paulatinamente a la competencia, siempre poniendo hincapié en la importancia de estar bien para los deportistas.
“Después de la actuación que hice, no quería seguir. Tengo que centrarme en mi salud mental. Creo que la salud mental está más presente en el deporte ahora mismo”, señaló en ese momento. Puso su carrera en pausa, hasta mediados del 2022. Ahora está de vuelta en los Juegos Olímpicos.