Es sin duda la mega estrella de estos Juegos Olímpicos. Por eso, Tokio y el mundo entero se detuvieron este domingo, cuando ella saltó a la pista.
Y Simone Biles brilló. Quizás no con toda la perfección que el planeta espera, cometió algunos errores en sus rutinas, pero demostrando que con 24 años puede cambiar para siempre el paradigma de la gimnasia.
“Ella les ha abierto los ojos a muchas niñas a las que se les dijo que no podían hacerlo o que no eran lo bastante buenas o que no tenían el tipo de cuerpo que se requería”, dijo su entrenadora Cecile Landi. Y también rompió con las barreras de la edad, pues ya no es necesario ser una niña para lograr medallas.
De hecho, Biles logró cinco medallas olímpicas (cuatro oros y un bronce, todas en Rio 2016 y con 20 años) y ostenta 19 títulos mundiales en su carrera. Cifras que puede aumentar en el país oriental, ya que aspira a seis preseas doradas y así superar a la soviética Larissa Latynina que logró nueve títulos olímpicos.
La lucha interna
Lamentablemente, la historia de esta joven no siempre ha sido brillante como las marcas que consigue sobre la pista. Simone fue una de las víctimas del médico Larry Nassar, quién abusó sexualmente de más de cien gimnastas en Estados Unidos.
“Recuerdo que una vez le pregunté a una de mis amigas: ‘Si me han tocado aquí, ¿he sido agredida sexualmente?’. Al principio pensé que estaba siendo dramática. Ella dijo: ‘Absolutamente’, y yo dije: ‘¿Estás segura? No lo creo’. Pero al final terminé buscando en Google ‘abuso sexual’ y ahora me doy cuenta que, de alguna manera, fui una de las más afortunadas, porque no me pasó tanto como a otras chicas que conocía”. comentó en la serie Simone vs. Herself, que se puede ver ahora en Facebook Watch.
¿Qué provocó las dudas de la joven? El desconocimiento del drama que estaba viviendo. “Durante todos esos años, nadie nos explicó qué era el abuso sexual. No sabíamos. La mayoría de nosotras no íbamos al colegio, estudiábamos en casa, así que no teníamos nadie para hablar. Y no sabíamos que éramos víctimas”, confesó.
Por lo mismo, cuando logró reconocerse como víctima, cayó en una profunda depresión. “No quería salir de mi habitación, no quería hacer nada ni ver a nadie. Dormía todo el tiempo, porque dormir era básicamente mejor que enfrentar el tema. Dormir era lo más parecido a la muerte para mí en ese momento. Era mi forma de escapar de la realidad”, detalló.
Por último, Biles condenó lo que pasó con la selección de su país y enfatizó: “Si tuviera que volver al rancho, probablemente me cagaría encima. No hay manera de que pueda entrenar para otro ciclo olímpico allí porque soy más madura, soy mayor, y me doy cuenta de que no tenía que ser así. Pero así era”.
El abusador, Nassar, hoy enfrenta una condena que va de 60 y 175 años de prisión por agresión sexual a menores.