Pellegrini tuvo un mal comienzo de año. El DT chileno llegó al Benito Villamarín con la ilusión de sumar de a tres para seguir en la pelea por entrar a puestos de clasificación europea, pero poco pudo hacer ante un Celta de Vigo que fue más de inicio a fin.

El equipo del Ingeniero perdió por 2 a 0, en un encuentro que estuvo marcado por las complicaciones a causa del Covid-19, en las que muchos jugadores o no pudieron entrar a la convocatoria o no lograron ser parte del equipo titular. De hecho, uno de los que ni siquiera pudo estar en la banca fue el guardameta chileno Claudio Bravo, quien no fue citado por estar justamente en cuarentena.

En cuanto al partido, el Real Betis acusó la falta de jugadores relevantes en la alineación titular, como Fekir o Iglesias. Desde un inicio el Celta de Vigo se vio mejor en cancha y dispuso de las mejores chances para convertir. Tanto fue la presión de la visita que a los 34′ Guardado derribó a Cervi. Sin dudar el árbitro decretó la pena máxima, que fue comprobada por el VAR. Desde los doce pasos Iago Aspas no falló y decretó la apertura de la cuenta a los 36′.

Cuando estaba por concluir la primera etapa, Víctor Ruiz se equivocó de forma grosera. El zaguero del Betis no pudo despejar un balón a la salida del área y Aspas le robó el balón, para luego enganchar y definir solo frente al arco. Golazo de la visita en el 45+2′ y el segundo antes de que se fueran al descanso.

En el complemento, el Celta avisó de entrada con un tiro al vertical derecho de Rui Silva. De ahí en más, el partido se mantuvo controlado por la escuadra visitante. Ante compleja situación, Pellegrini dio entrada en el 58′ a dos de sus figuras que se habían perdido entrenamientos preventivamente: Fekir o Iglesias. Esto, con la esperanza de poder remontar el resultado.

Si bien los sevillanos se vieron mejor con los cambios, no pudieron encontrar el gol. Ni siquiera con la entrada del extremo Cristian Tello en el 80′ los de Pellegrini lograron descontar. Así, se fue diluyendo el cotejo hasta el pitazo final.

Con este resultado, el equipo de Pellegrini y Bravo se mantuvo en la tercera posición de la LaLiga con 33 puntos, a cinco unidades de su clásico rival, el Sevilla, equipo que tiene un partido menos que los verdiblancos. Ahora, los dirigidos por el DT chileno deberán visitar al Rayo Vallecano en Madrid, el próximo domingo 09 de enero.