Sin Messi no es lo mismo. En el primer clásico sin el astro argentino, los culés no pudieron de local en el Camp Nou y terminaron perdiendo por 2 a 1 frente a su eterno rival, el Real Madrid. Y es la ausencia del argentino se siente. Antes de su partida, el capitán de la selección albiceleste dejó unas cifras impresionantes frente a los merengues: 26 goles al Real Madrid de los que 18 de ellos fueron por primera división. Marca difícil de olvidar. Goles que hoy extrañan en Cataluña y que los jóvenes culés tienen como sombra. Los hinchas, en tanto, volvían a disfrutar un clásico en el estadio.
En cuanto al partido, este tuvo un opaco inicio. Sobre los primeros 20 minutos del encuentro ninguno quiso tomar la iniciativa. Por un lado, Barcelona, como acostumbra, trató de hacerse con el balón y dominar por medio de la posesión. Por el otro, el Real Madrid trataba de aprovechar la velocidad de sus jóvenes punteros, Vinícius Júnior y Rodrygo, para salir en velocidad. Pero ambos equipos se notaban contenidos. Un par de lanzamientos de esquina de la visita fue lo más peligroso en ese tramo del partido.
La primera llegada de peligro del partido llegó en el 25′, cuando el norteamericano Dest se coló por la izquierda de la defensa visitante y quedó solo frente a Thibaut Courtois. Pero al defensa le faltó finura en la definición y mandó el balón a las nubes. Koeman se tomaba la cabeza y el público local, más de 80 mil almas, suspiraba. Pensaba en Messi. El astro no hubiese fallado ese gol.
A los 32′, sin embargo, el Real Madrid dijo presente. A través de un contraataque, los merengues pillaron mal parados a los culés y, a campo abierto, David Alaba ganó por izquierda, quien, con un fuerte remate cruzado de zurda, batió la resistencia de Ter Stegen. Nada que hacer para el guardameta alemán. Primera llegada del Madrid y gol. Efectividad pura de los de Carlo Ancelotti.
De ahí en más, el partido se abrió. A los 35′, Piqué, de cabeza, insinuó que el Barcelona no se rendiría tan fácil. Pero el Madrid era más y, con furiosos contraataques, presionaba al conjunto catalán, que sufría cuando le tocaba defender corriendo hacia atrás. A los 44′ recién apareció una de las promesas del Barcelona, Ansu Fati, quien logró sacar un remate en el área chica que bloqueó de buena forma el austriaco Alaba. Sin otra llegada más de peligro, el primer tiempo se esfumó y se fueron al descanso.
En el complemento, Ronald Koeman sabía que debía mover el tablero. Por ello, mandó a la cancha a Philippe Coutinho por Mingueza. Con el brasileño, los blaugranas se vieron mejor, con una circulación más rápida del balón y con pases más verticales que horizontales. No obstante, el Madrid seguía fiel al libreto. Sabía que a campo abierto podía hacer daño. A los 62′, Benzema probó con un remate trabado los guantes de Ter Stegen. A esa altura, el Madrid tenía 3 remates al arco, mientras que Barcelona solo uno.
Sobre los 70 minutos ambos técnicos entendieron que el encuentro estaba para cambios. Ancelotti movió el equipo y le dio entrada, en 72′ al uruguayo Federico Valverde por el extremo Rodrygo. En tanto, Koeman mandó a la cancha, en el 74′, a Sergio Agüero por Ansu Fati, buscando el empate con una referencia más goleadora y estática, como lo es el argentino. 3 minutos más tarde, el técnico local dio entrada a Sergi Roberto por Frankie de Jong.
Con el reloj avanzando de forma implacable, el Madrid se dedicó a resistir una embestida que era poco clara por parte de los culés. Koeman, desesperado, mandaba al terreno de juego a Luuk de Jong en desmedro de Gavi, buscando cazar algún rebote o que pudiera dejar la defensa merengue. Ancelotti, por su parte, estaba tranquilo. Tenía claro que estaba cerca de la victoria. Debía resistir. Algo que no le costó mucho, porque el equipo catalán nunca pudo profundizar de manera clara y llegar con real peligro al arco defendido por el belga Courtois.
Pero a los 90+4′ el Real Madrid sentenció. Otra vez de contra. Con un rápido Asensio, quien se llevó a Eric García al hombro y remató a quemarropa a Ter Stegen, quien logró contener el tiro pero dejó un rebote que capitalizó Lucas Vázquez. Segundo del partido y de los merengues. Tres minutos más tarde apareció Agüero, quien logró descontar con un remate de derecha desde un centro de izquierda. Pero no le alcanzó para soñar con el empate. De ahí en más, los minutos pasaron. El Madrid en tanto, sumó un nuevo triunfo en Cataluña y su cuarta victoria seguida en clásicos.
Con este resultado, el conjunto dirigido por Koeman quedó en la octava posición con 15 unidades, y deberá enfrentar al Rayo Vallecano el miércoles 27 de octubre, en Madrid. En tanto, los merengues quedaron primeros del certamen con 20 puntos, y tendrán que recibir a Osasuna en el Santiago Bernabéu el mismo 27.