Sin plan B y líos con su grupo de trabajo: los errores de Roggiero que lo condenaron en la U
A esta hora, Azul Azul afina el finiquito del ecuatoriano, que dejará sus funciones tras haber asumido hace apenas siete meses. La salida de Santiago Escobar y una serie de conflictos terminaron por acabar con su proceso.
Luis Roggiero está a detalles de dejar de ser el gerente deportivo de Universidad de Chile. Este martes, en horas de la tarde, el ecuatoriano sostuvo una reunión clave con Michael Clark, el presidente de Azul Azul, y Cristian Aubert, el gerente general. En la cita, que se realizó en la zona oriente de Santiago, los encargados de comandar al club estudiantil le hicieron saber su disconformidad y le adelantaron sus deseos de que dejase el cargo. El finiquito, a esa altura, ya estaba en proceso de definición.
Lo cierto es que la salida de Roggiero se viene fraguando hace un tiempo. Fue una suma de hechos la que terminó gatillando la decisión. Desde no tener un plan B frente a la salida de Escobar hasta su oposición para que Sebastián Miranda asumiera el interinato.
El ejecutivo tenía la misión de tener un plan B en caso de que la permanencia de Escobar fuese inviable y no estuviese amarrado el nuevo técnico titular. Sin embargo, nunca dio una respuesta clara al respecto. La salida del cafetalero finalmente ocurrió y se tuvo que recurrir a un interinato, una opción que habían descartado en un principio.
La directiva del club perdió la paciencia con el ecuatoriano, quien nunca logró acomodarse al ritmo de un equipo que trabaja contra el tiempo. Los primeros indicios de su ritmo más lento se reflejaron durante el mercado de verano. Los fichajes de Federico Lértora y Emmanuel Ojeda, dos prioridades para Santiago Escobar, finalmente terminaron siendo solo un intento. Según cercanos a las negociaciones, al matemático le faltó “muñequeo” y “conocimiento del mercado” para cerrar la operación. Se terminó trayendo a Álvaro Brun, la tercera opción, que hoy es suplente.
Hoy, casi cuatro meses después, la U ya se asume como un equipo desbalanceado en sus líneas. Lo dijo el propio Santiago Escobar e incluso directivos de la concesionaria, que ya cuestionaban el trabajo de Roggiero. “¿Si me ha gustado el trabajo de Luis Roggiero? No. Los resultados que están a la vista. Por la mala elección de refuerzos. Esto no es nada personal. Es cosa de ver los resultados y cómo quedó conformado el equipo desde que llegó Luis Roggiero. El equipo está mal constituido, descompensado. Se necesitan refuerzos en todas las líneas. Por los resultados, parece no haberlo hecho bien”, señaló Carolina Coppo, en entrevista con El Deportivo.
Distanciamiento con Escobar
El hecho que terminó gatillando su salida, sin embargo, apunta al distanciamiento con Santiago Escobar. El técnico no ocultó su molestia por la intromisión en su trabajo del equipo que conformaba el staff técnico de Roggiero en la U. El español José Luaces, al cual trajo para reformar el trabajo de las divisiones menores, y a quien quiso poner en el lugar de Sebastián Miranda, el hoy técnico interino en el club, interrumpió movimientos realizados por el exestratega estudiantil. La acción no fue bien vista por Escobar y su cuerpo técnico.
Los jugadores, por su parte, también tomaron partido del conflicto. Se cuadraron en su momento con Escobar, a quien sintieron que estaban vulnerando al interrumpir sus prácticas. Los futbolistas, según pudo averiguar El Deportivo, no estaban dispuestos a ser dirigidos por Luaces, pero sí por Miranda. A este último, muchos jugadores ya lo conocían pues comandó al equipo durante el final de la temporada pasada.
Escobar y Roggiero poco a poco se fueron distanciando. La caída frente a Colo Colo, en el Monumental es apuntada como un de los sucesos que terminó lapidando la relación. El gerente deportivo no quedó conforme con el planteamiento del entrenador, a quien le reprochó su estrategia para medirse frente al Cacique. Y tras este encontrón, Escobar se quedó prácticamente solo en el Centro Deportivo Azul. Nunca más recibió ayuda de la gerencia deportiva y su equipo de trabajo, que ya proyectaba el futuro del club en largo plazo pese al desastre que se vivía semana a semana.
El ciclo de Luis Roggiero comienza a llegar a su fin. Casi siete meses, en los que llegó con poderes absolutos para levantar al equipo, terminan de la peor manera: sin el entrenador que él trajo y con la U, nuevamente, peleando por el descenso.
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