La Roja juega al misterio. Como en todo el fin de semana después de la derrota ante Argentina Martín Lasarte evita entregar señales concretas de la formación que este martes se medirá contra Bolivia en La Paz en un duelo crucial en las aspiraciones de Chile de seguir soñando con el Mundial de Qatar 2022.
Tal como en todas las sesiones de entrenamiento posteriores a la caída contra la Albiceleste el estratega charrúa no ordenó una práctica de fútbol formal que permitiera asegurar la oncena que elegirá para enfrentar a la escuadra de César Farías. Es más, jugó al secretismo. Por encargo de la ANFP, de hecho, el estadio Municipal de Calama estuvo custodiado por cerca de 20 Carabineros con la intensión de evitar intrusos.
Además, el recinto calameño fue cubierto por telones oscuros para evitar posibles filtraciones. Sin embargo, igualmente se pudo ver que durante la última sesión previa al desplazamiento a Bolivia la Roja realizó ejercicios de fútbol reducido, privilegiando la intensidad de los movimientos. Una exigencia que apunta a resistir de mejor forma las condiciones geográficas que supone la capital boliviana.
Cuidar las bandas
La idea de Lasarte, que ya conocen los integrantes del plantel, es evitar a toda costa que el equipo de César Farías aproveche sus dos principales fortalezas cuando actúa como dueño de casa. La primera, el trabajo por ambas franjas que normalmente termina en un centro en busca de Marcelo Moreno Martins. Y la segunda, los remates frontales de distancia que por la menor resistencia que el aire le ofrece al balón, suele terminar en disparos de trayectoria impredecible y, por ende, puede complicar la reacción de Brayan Cortés.
En ese contexto se explica la decisión del estratega de disponer una línea de cinco jugadores en el fondo en la que los laterales Mauricio Isla por la derecha y Gabriel Suazo por la izquierda tendrán que alternar la función defensiva con alguna posibilidad de escalar por sus respectivos sectores. En el centro de la zaga Paulo Díaz, Gary Medel y Valber Huerta se encargarán de tener controlado al flamante atacante de Cerro Porteño.
En la mitad de la cancha está probablemente la única duda de Machete. Dos jugadores son inamovibles. Aránguiz y Pulgar. La otra plaza dependerá del enfoque que quiera darle al equipo. Si opta por una planificación más defensiva, el elegido será Claudio Baeza. No obstante, en todos los aprontes informales del fin de semana se le vio dialogando y dándole protagonismo a Marcelino Núñez, lo que permite suponer que será el cruzado quien ejercerá una suerte de función de enlace con los atacantes Ben Brereton y Alexis Sánchez.
La Roja partirá a las 17.00 horas al aeropuerto El Loa desde donde saldrá el vuelo que en dos horas pondrá a los seleccionados en la ciudad sede del compromiso.