Sin sufrir no vale: la Pulga y la Araña llevan el sueño mundialista de Argentina

La Albiceleste supera por 2-1 a Australia, con goles de Lionel Messi (en su partido número 1.000) y Julián Álvarez, y avanza en el Mundial de Qatar, Ahora, el próximo escollo de la Scaloneta será Países Bajos.


Argentina sufrió en el final. Un susto en el epílogo casi les paraliza la respiración. Pero consiguió el objetivo. Está en los cuartos de final del Mundial de Qatar. Superó por 2-1 al planteo básico de Australia y se mete entre los ocho mejores de la Copa del Mundo.

El golpe que le dio Arabia Saudita los dejó en la lona, pero no fue un nocaut. El equipo de Lionel Scaloni reaccionó a tiempo para corregir errores y enmendar un camino en el que aspiran a completar los siete partidos. Por más que el rival haya sido una de las sorpresas del torneo, estaba prohibido confiarse, porque ya les pasó una vez. Y en circunstancias de mano a mano, no era permitido fallar. Para los Socceroos todo era ganancia. Con estar en la ronda de 16 mejores, igualaron su mejor actuación histórica en Mundiales (la de Alemania 2006).

Lionel Messi cumplió un hito estadístico notable. Llegó a los 1.000 partidos en su carrera profesional, sumando sus presencias en el Barcelona, el PSG y la selección transandina (debutó en 2004). Llegó al partido con los australianos sin haber convertido en fases de eliminación directa de Copas del Mundo, algo llamativo para un coleccionista de récords como la Pulga. En el desarrollo del juego, esto iba a cambiar, para suerte propia y la de los argentinos, que le celebran absolutamente todo.

Una baja importante para Scaloni fue la de Ángel Di María, elemento que le otorga verticalidad al ataque albiceleste, además de ser uno de los mejores socios de Messi. Fue reemplazado por el ‘Papu’ Gómez, quien durante los 50 minutos que tuvo en el partido no se encontró, cargado hacia la izquierda.

Desde que empezó el juego, Argentina manejó la pelota. Movió el balón con paciencia, tratando de generar espacios y así entrar en la muralla que montó el técnico Graham Arnold. Un 4-4-2 nítido alineó Australia, queriendo cortar los circuitos que intentaba hilar el rival. Cuando los de amarillo lograron tener la posesión, se tomaron su tiempo y así avanzaron. Esa tenencia con la que contaba Argentina se fue diluyendo con el paso de los minutos. Se fue quedando y Australia, un elenco rústico y sin figuras individuales de renombre, le quitó la pelota.

Messi no era factor. Transitaba por la cancha buscando su espacio. Pero las estrellas son así: tienen una y aciertan. Argentina lo pasaba mal y una aparición de su capitán les dio la ventaja inicial. En el minuto 35, el 10 recibe de Nicolás Otamendi y ejecuta un remate ajustado bajo, que pasa entre las piernas de los zagueros oceánicos y bate a Mathew Ryan. El grito de gol y la sensación de alivio se sintió desde el otro lado de la cordillera. Primer tanto en fases de eliminación directa en Copas del Mundo, en su presentación 169 con el combinado absoluto.

El desafío para Australia era cambiar el libreto, porque estaban obligados a tocar otra tecla. Mientras que Scaloni movió el tablero. Sacó al ‘Papu’ Gómez para el ingreso de Lisandro Martínez, con lo cual pasó a defender con tres (o cinco). Más allá del 1-0, el encuentro no entregó muchas situaciones de gol, en ninguna de las porterías. Argentina se imponía por una acción puntual de su as de espadas y porque el rival tampoco tenía más que ofrecer.

El duelo se fue encarrilando definitivamente a favor de los transandinos con el 2-0 de Julián Álvarez. En los 57′, el delantero del Manchester City aprovecha un grueso fallo del golero Ryan, quien no rechaza el balón en su área y permite que el ex River capture la pelota y anote. Álvarez, quien le terminó de quitar el puesto a Lautaro Martínez, presionó y obtuvo su premio. El panorama no podía ser más favorable para la Scaloneta.

La última media hora fue tan desordenada como imprevisible. Ambas escuadras hicieron cambios y el duelo se quebró. Cuando parecía que era cosa de tiempo la victoria argentina y sellar su paso a la ronda de los ocho mejores, los Socceroos encontraron un premio de casualidad. En los 77′, Craig Goodwin remata y el balón se desvía en Enzo Fernández, descolocando a Emiliano Martínez. Descuento australiano, provocando un desenlace incierto e inesperado.

Y en la última jugada del duelo, Dibu tuvo un achique notable, evitando el empate, que estiraba el encuentro hacia el alargue. Equivale a otro gol.

Pese a que sufrió más de la cuenta, el seleccionado argentino se metió en los cuartos de final, mejorando el registro de Rusia 2018, en el cual fueron despachados en octavos ante Francia, el posterior campeón del mundo. El próximo desafío será Países Bajos, el próximo viernes, en Lusail.

Ficha del partido

Argentina 2: E. Martínez; N. Molina (80′, G. Montiel), C. Romero, N. Otamendi, M. Acuña (72′, N. Tagliafico); R. de Paul, E. Fernández, A. Mac Allister (80′, E. Palacios); J. Álvarez (71′, Lau. Martínez), L. Messi y A. Gómez (50′, Lis. Martínez). DT: L. Scaloni.

Australia 1: M. Ryan; M. Degenek (72′, G. Kuol), H. Souttar, K. Rowles, A. Behich; M. Leckie (72′, F. Karacic), K. Baccus (58′, A. Hrustic), A. Mooy, R. McGree (58′, C. Goodwin); M. Duke (72′, J. MacLaren) y J. Irvine. DT: G. Arnold.

Goles: 1-0, 35′, Messi, con un tiro ajustado bajo; 2-0, 57′, Álvarez, aprovecha una falla del meta Ryan; 2-1, 77′, Autogol de Fernández, que desvía un remate de Goodwin.

Árbitro: S. Marciniak (POL). Amonestó a Irvine, Degenek (AUS).

Estadio Ahmad bin Ali, Rayán. Asistieron 45.032 personas.

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