Sin sufrir no vale: la U logra una esforzada victoria sobre Magallanes en una gran tarde de Palacios

En La Portada de La Serena continuó la localía itinerante de la U. Ahí se enfrentaron dos equipos necesitados de sumar. Por un lado, los azules, que tenían la obligación de mejorar su imagen tras dos derrotas en tres partidos, y por el otro, Magallanes, que salió en busca de su primer triunfo en el Torneo Nacional, pese a haber hecho merecimientos para estar un poco más arriba y tener una línea de juego bastante definida. Pero el fútbol no es un deporte que necesariamente sepa de justicias y los estudiantiles sacaron adelante un partido muy bravo, con un triunfo por 2-1.

Mauricio Pellegrino apostó por la juventud y sorprendió enviando a la cancha a Jeison Fuentealba, quien se sumó a Darío Osorio en el tramado de mitad de cancha hacia adelante, mientras que Nicolás Núñez se inclinó por la velocidad de sus extremos, el colombiano Yorman Zapata y Simón Contreras. Este último se integró recientemente a préstamo desde la U.

En el comienzo del partido, la Academia se hizo del balón, pero luego los estudiantiles tomaron el control y los laterales Andía y Castro se animaron un poco más. Además, aprovecharon los retrocesos de los albicelestes para generar peligro. Precisamente, mediante esa vía, llegó el primer tanto del partido. Un notable pelotazo de Emmanuel Ojeda en el minuto 21 dejó solo a Cristian Palacios, luego de que Albert Acevedo no lograra despejar de cabeza. El balón le quedó al Chorri, quien definió sin problemas ante el meta Gastón Rodríguez.

A los 32′, la visita casi llega al empate. Simón Contreras le cambió de palo el balón a Campos, con un cabezazo no muy potente pero sí bastante esquinado. No obstante, el arquero alcanzó a llegar con lo justo para evitar que el esférico entrara. El mismo Pitu volvió a tener la igualdad cinco minutos después, tras picar libre por el sector izquierdo. Sin embargo, su remate cruzado salió desviado.

Precisamente tras el gol, la U nuevamente cedió la iniciativa y su construcción ofensiva en la primera parte se centró más en buscar el pelotazo a Palacios que llegar de forma más elaborada. Eso sí, el trabajo defensivo le permitió no pasar tantas zozobras. De hecho, Zaldivia nuevamente mostró solidez en el fondo junto a Luis Casanova, mientras que Ojeda cumplió un muy buen cometido, tanto quitando como distribuyendo.

Cuando Magallanes se ilusionaba con el empate, en el inicio del segundo tiempo, Felipe Flores vio su segunda amarilla (la primera fue por reclamos) tras un agarrón a Fuentealba, dejando a su equipo con uno menos tempranamente. Eso sí, el juvenil azul vio la roja, por doble amonestación, tres minutos después luego de impedir que Carlos Villanueva jugara un balón.

Diez contra diez el partido se tornó más dinámico, lo que también obligó a los entrenadores a mover la banca. Núñez ordenó el ingreso de Julián Alfaro (otro con pasado azul), Felipe Cadenazzi y Nicolás Berardo. Los dos primeras modificaciones buscaban aportar velocidad y estatura en el ataque, respectivamente.

Apenas un minuto después de esa movida del pizarrón, un nuevo error en el fondo de Magallanes le permitió a la U aumentar la ventaja. Darío Osorio interceptó el balón en la salida de Acevedo e inició una jugada que culminó Palacios con una palomita tras un centro preciso de Leandro Fernández, aunque con complicidad del arquero Rodríguez. El 2-0 llegó en un momento en que los azules empezaban a complicarse con las dudas.

Sin embargo, para la U nada es sencillo. El equipo de San Bernardo no se echó a morir. Fue en busca del descuento y lo consiguió con un cabezazo de Alfaro tras una asistencia de Berardo, luego de una gran jugada colectiva.

El descuento envalentonó a la Academia, que presionó en los últimos minutos. Tuvo con que empatar. Primero, Castro sacó un cabezazo de Acevedo casi desde la línea, y luego Alfaro falló un remate en inmejorable posición, todo esto en un rango de dos minutos.

Pellegrino se preocupaba. Veía poca respuesta en un momento difícil. La U se veía nerviosa y con poco fútbol para complicar a un rival que se reencontraba con sus sensaciones. Los minutos finales fueron un martirio para la banca y los hinchas del Romántico Viajero.

Y si bien Lucas Assadi, Renato Huerta y Nicolás Guerra ingresaron para refrescar y mantener esa cuota de fútbol, no aprovecharon las posibilidades que tuvieron con los riesgos que tomó el visitante. Los dos últimos pudieron liquidar el partido, pero sus remates fueron insuficientes para batir a Rodríguez.

Pese al sufrimiento, Universidad de Chile logró sobrevivir a los embates del rival y sumó una victoria valiosa, que le da mayor tranquilidad al proceso de Pellegrino. Con seis puntos se ubica en la mitad de la tabla y empieza a ilusionarse con algo más que el objetivo de eludir el descenso, tan presente en las últimas temporadas.