Casi seis años tuvieron que pasar que Christian Garin (47°) y Alexander Zverev (3°) se vieran por última vez en un partido de tenis. Un periodo en el que el alemán, perdedor en aquella final juvenil de Roland Garros ante el chileno, tuvo un explosivo crecimiento que lo llevó a ganar el Torneo de Maestros y varios Masters 1.000, llegando al podio del circuito. El Tanque, por su parte, debió convivir con las amplias expectativas depositadas y algunas decisiones que no fueron del todo afortunadas, las que lo tuvieron hasta el año pasado jugando challengers.

Pero el tiempo se encargó de poner todo en su lugar. El número uno del país irrumpió en el máximo circuito y se metió por primera vez entre los 50 mejores, ganando su primer torneo ATP hace un mes y conectando una de las mejores rachas en arcilla de la temporada. Y hoy, en los cuartos de final del ATP 250 de Múnich, se encargó de confirmar su espectacular temporada ante el bicampeón vigente del certamen, venciendo por 6-4 y 5-7 y 7-5, en un inolvidable duelo.

El partido comenzó con algunas dudas para el pupilo de Andrés Schneiter, quien en el segundo juego sufrió el quiebre de su servicio. Sin embargo, solo fue un susto, ya que en el quinto, con un precioso winner de revés paralelo, recuperó el rompimiento. De ahí en adelante, solo hubo sonrisas.

La cancha pesada, por las precipitaciones caídas previamente, ayudó bastante al nacido en Arica, quien a ratos se vio incluso más potente en sus tiros que el alemán. El revés fue un arma letal.

Garin desbordó por todos lados a un Zverev, que poco pudo hacer para salvar su servicio en el noveno game. Con ese nuevo quiebre, sentenció la suerte del parcial, mientras el jugador local castigaba la raqueta contra el piso, en un claro sinónimo de impotencia y frustración.

Sascha no reaccinaba. Por eso no fue extraño que en el tercer juego del segundo parcial, volviera a perder su servicio. Así, el europeo se refugió en el público, a quien le pidió constantemente su aliento, y también tuvo un cruce verbal con el chileno. Eso coincidió con que recuperara el quiebre y emparejara el set. Pero el chileno no se dejó intimidar, y devolvió la gentileza en el noveno game. Luego, sintió la presión y dejó ir tres puntos de partido con su servicio y un eufórico alemán volvió a igualar. Después, quebró nuevamente y forzó todo a un último capítulo.

Haber desperdiciado la victoria de esa manera fue un duro golpe para el criollo, quien sufrió un quiebre en el segundo juego del tercer set. Y aunque lo recuperó, no pudo mantenerlo. No obstante, y cuando todo parecía perdido, lo recuperó en el séptimo. Ya a esas alturas, el partido era una guerra psicológica. Zverev contó con dos match points en el décimo juego. Sin embargo, el chileno no solo los salvó, sino que le quebró en el siguiente. No dejó pasar la oportunidad y con un soberbio passing coronó la victoria más importante de su carrera, en dos horas y 11 minutos.

Garin, quien en ocho días ha derrotado a tres top 25 y ya suma 17 victorias en arcilla esta temporada (incluyendo una en Copa Davis), aseguró por primera vez un lugar entre los 40 mejores del mundo.

Su rival en las semifinales será el italiano Marco Cecchinato (19°), quien derrotó por 1-6, 7-5 y 7-5 al húngaro Marton Fucsovics (35°). Ambos se enfrentaron en octavos de final del ATP de Buenos Aires, con victoria para el peninsular.