Sobreprecio en los futbolistas chilenos y juicio al rol del Sifup: las justificaciones de los nueve clubes que aprobaron el aumento del cupo de extranjeros
El Consejo de Presidentes aumentó a seis los lugares para los futbolistas foráneos. Todos pueden ser utilizados simultáneamente. El Sifup se mantiene en pie de guerra, bajo la amenaza de "medidas drásticas". Los timoneles dan argumentos para el controvertido paso.
La discusión acerca de las bases de la Primera División para 2024 arrojó una determinación conflictiva: el Consejo de Presidentes elevó a seis la cantidad de jugadores utilizables por equipo en los partidos del Campeonato Nacional. Ya no habrá distinciones: pueden estar todos simultáneamente en el campo de juego. En la práctica, eso puede traducirse en que, por primera vez en la historia, haya una minoría de futbolistas locales en la cancha. El Sifup se puso pintura de guerra y amenazó oficialmente de “medidas drásticas”, si se ratificaba la moción en la redacción final de la normativa. En términos concretos, más allá del eufemismo, existe el riesgo de una paralización que demore el inicio del próximo torneo.
“Esta decisión afecta negativamente en la formación de jugadores nacionales y en la competitividad de la Selección Chilena. Esto tampoco ayuda ni garantiza una mayor competencia en nuestra liga, sino que potencia el negocio de los clubes cuyas propiedades son o están relacionados con agentes de jugadores”, reclamó, de inmediato, el SIFUP. “El Consejo de Presidentes vive en un mundo paralelo. El 2022 votaron para que no haya descenso, ahora quieren 6 extranjeros en cancha, afectando directamente al desarrollo de nuestro fútbol y al de la Roja, solo beneficiando los intereses de 9 clubes”, publicó el mismo gremio durante la mañana de este miércoles.
En la otra trinchera se ubican los clubes que, en definitiva, propusieron y respaldaron la determinación. En su planteamiento, la ANFP había sugerido mantener la cuota en cinco jugadores foráneos, todos utilizables en el momento. El Consejo, en cambio, no quiso dejar margen a las interpretaciones y se inclinó por lo que, finalmente, se aprobó. Este miércoles, la entidad gremial disparó, otra vez contra la decisión. “El Consejo de Presidentes vive en un mundo paralelo. El 2022 votaron para que no haya descenso, ahora quieren seis extranjeros en cancha, afectando directamente al desarrollo de nuestro fútbol y al de la Selección, solo beneficiando los intereses de nueve clubes”, tuiteó en su cuenta corporativa.
Las explicaciones
Colo Colo, la U, Huachipato, Audax Italiano, Ñublense, Palestino, Everton, Coquimbo y La Calera votaron en favor de la medida. Esos nueve votos ya les daban la mayoría suficiente para que se aprobara. Existen explicaciones para todos los gustos. Hubo presidentes que plantearon, por ejemplo, que una cuota que no admitiera especificaciones evitaría problemas que se han vivido en otras ediciones, como la resta de puntos por errores en la utilización. Ejemplo gráfico en ese sentido fue lo que le sucedió a Rangers con Óscar del Solar en la banca, en 2009. “Se han decidido descenso de esa forma. Ahora eso no pasará”, esgrimen varios Contraponen esa realidad a lo que sucede en la Copa Chile, donde el sistema es más intrincado, porque, además de los foráneos incluye exigencias para la inclusión de juveniles, y, por ende, expone a equivocaciones.
La modificación respecto de los cupos para extranjeros no es una materia novedosa. “Se discute todos los años, cuando se votan las bases”, explica un timonel. Quienes estuvieron en la sesión explican que se llegaron a proponer medidas como que el sexto extranjero estuviera residiendo en Chile por cinco años, lo que lo pondría al borde de obtener la nacionalidad, o que tuviera tres años de permanencia y un hijo nacido en el país. Otra vez, se descartó incluir esos aspectos, para evitar posibles confusiones. Tampoco se impuso una propuesta que apuntaba decididamente a garantizar la calidad del sexto foráneo: que tuviera que acreditar un mínimo de partidos en Primera División en la liga de la que provenía.
En lo que sí hubo entendimiento, al menos entre quienes adoptaron este camino, fue en las razones que permitieron, en definitiva, la aprobación. En la U, Huachipato, Palestino y Audax, por ejemplo, coinciden en el aumento del nivel del torneo. “Creemos que el torneo chileno se beneficia con este cambio. Habrá más competitividad”, refuerza Gonzalo Cilley, presidente de los audinos.
En la usina, por ejemplo, matizan con que utilizar los seis cupos no es obligatorio y que, en su caso, por definición, nunca los llenan todos. En la U precisan que propusieron que solo cinco estuvieran simultáneamente en el campo y que la determinación terminaría favoreciendo a los clubes de menor envergadura y plantel que participan en torneos internacionales. Coquimbo Unido se transformó, en esa perspectiva, en un ejemplo emblemático. En 2021, los piratas llegaron hasta las semifinales de la Copa Sudamericana y cayeron a la Primera B. Hay dos conclusiones en ese sentido: que los equipos ‘chicos’ necesitan el cupo para aspirar a competir internacionalmente y no arriesgar el descenso en el ámbito local y que, en muchos casos, los jugadores chilenos resultan más caros que los extranjeros. Y una tercera. “La introducción de la medida no exime de la obligación de seguir dedicando grandes esfuerzos al ámbito formativo y, por ende, a la formación de talento nacional”, apuntan, por ejemplo, los laicos.
Fronteras que se abren
Jorge Uauy, el timonel de Palestino plantea que la modificación va en el sentido de la apertura que muestran otra ligas sudamericanas. “La realidad de ligas como la ecuatoriana, que permite hasta ocho extranjeros, y su destacado rendimiento a nivel de selecciones adultas y juveniles, muy por encima de Chile, evidencia que un mayor número de jugadores foráneos no necesariamente perjudica el rendimiento nacional, sino que puede potenciar la competitividad de la liga. Cabe mencionar que el 70% de las ligas en países sudamericanos ya permite seis extranjeros o más. Además, al competir en copas internacionales bajo esta normativa, nuestros equipos enfrentan menores desventajas en comparación con otros países que cuentan con un mayor número de extranjeros”, enarbola, como bandera para la lucha.
“La mayor competencia resultante de esta decisión eleva el nivel de la liga, beneficiando tanto a jugadores nacionales como extranjeros”, insiste. Y luego, enfatiza en la voluntariedad de ocupar los cupos plenamente. “Esta medida brinda flexibilidad a los clubes para gestionar sus plantillas según sus preferencias. Aquellos que no estén de acuerdo, respetando su decisión, pueden optar por mantener cinco extranjeros o menos”, sostiene.
Uauy enfrenta la postura pública del gremio de jugadores. “Frente al silencio de la ANFP en este debate público, es imperativo destacar que el Sindicato de Futbolistas puede expresar su posición, pero no debería interferir en los asuntos internos de la ANFP, una corporación privada. Abogamos por un diálogo abierto entre todas las partes involucradas, evitando imponer ideas por la fuerza y buscando soluciones que beneficien al fútbol chileno en su conjunto, incluso cuando difieran de intereses particulares. Reconocemos que nadie posee la verdad absoluta y consideramos que la búsqueda de consenso es fundamental para el bienestar del deporte que todos amamos”, postula.
Los árabes resaltan su rol formador. “Reafirmo nuestro compromiso como club formador por excelencia. En el presente año, hemos superado en 450 minutos los requisitos de la normativa Sub 21, siendo el quinto equipo con más minutos juveniles acumulados. En nuestros compromisos en 2023, convocamos al menos 10 jugadores juveniles, de los cuales siete cumplieron minutos en cancha. Destaco que cinco de nuestros jugadores Sub 21 jugaron en la Copa Sudamericana 2023, y otros cinco de ellos estuvieron en la banca en algunos de estos partidos. Por otra parte, es importante destacar que durante la temporada 2023, dos de nuestros jugadores debutaron profesionalmente en el Campeonato Nacional a edades tempranas de 16 y 17 años respectivamente (uno de ellos también debutó en Copa Sudamericana), lo que demuestra nuestro enfoque y compromiso en el desarrollo de jóvenes talentos”, subraya Uauy.
No afecta
Pablo Ramírez, gerente general de Coquimbo Unido, coincide con esos argumentos. “No conozco ningún estudio, y creo que se debería hacer uno, respecto del impacto negativo del aumento de la cantidad extranjeros en el primer equipo en las divisiones menores. Está lleno de ejemplos de países que se han desarrollado bien. No creo que el desarrollo pase por un extranjero más o menos, sino por mejorar el aspecto formativo. Esto no va por el tema de postergar el fútbol formativo. No hay ejemplo empírico que permita afirmarlo. Lo de seis y cinco era una locura, porque, por ejemplo, poco se había eliminado el inciso que había afectado a Coquimbo, restándole puntos”, expone. Sí admite que hay cosas por hacer. “Hay que mejorar el campeonato, bajar la norma del Sub 21 a Sub 19, mejorar los campeonatos juveniles. Si miras el comportamiento del fútbol formativo, Coquimbo ha ascendido significativamente en el fútbol formativo. A nosotros nos importa el tema. No vemos el efecto contrario”, añade.
Otro consejero va, incluso, más allá, al reparar en que la condición de Chile como miembro del Mercosur, entre otros tratados internacionales, es incompatible con medidas proteccionistas como las que suelen operar en el fútbol. “Se atenta contra principios como el libre ejercicio profesional entre los estados parte del Mercosur”, especifica.
Finalmente, se apunta que los 16 jugadores extranjeros que se incorporarían a los planteles, si todos los clubes utilizaran el límite, representa apenas el 1,3 por ciento de la cantidad total de futbolistas que se desempeñan en las categorías profesionales del país.
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